XXIII

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Lisa

Jungkook siempre tiene que ser el que manda, siempre el número uno en todo, nunca se le puede decir que no, ordena sin parar y yo simplemente tengo que acatar lo que dice sin rechistar.

No me convence nada lo que me ha dicho Jennie. Si en Tailandia eran estrictos aquí son el doble. ¿Cómo es eso de que la reina no puede intervenir en los asuntos del estado?. Mi opinión sería la última luego de pedir ideas a los ministros. No tengo derecho a salir en las noches si no es acompañada de mi esposo. En caso de enfermedad seré reemplazada por una doncella.

En todo caso aquí sería solo el objeto sexual de mi esposo y nada más. Una muñeca que solo sirve para el sexo, concebir y servir de compañía en las fiestas del pueblo o ante cualquier reunión con otro país.

Esto no me gusta.

En serio si pudiese volvería el tiempo atrás. No me arrepiento de enamorarme del chico equivocado pero creo que no me hubiese acostado con él porque ahora embarazada ya es una obligación casarme y luego de conocer todo lo anterior no me hace ilusión.

-¡Su alteza!- me giro para encontrarme a Jennie.

Mira hacia el suelo al ver mi cara de enojo. No me apetece hablar con nadie.

-¿Qué pasa?- exijo saber lo antes posible.

-El rey dará los Dictámenes.

Frunzo el ceño y ella corre a explicarme.

-Hablará acerca de la boda pero el tema principal es volver a actualizar las leyes.

-No entiendo nada, Jennie- me cruzo de brazos aunque sé que es inapropiado.

-A ver...el libro de leyes es como una Constitución, cada cierto tiempo esas leyes dejan de estar vigentes y el rey tiene que volver a validarlas.

-¿Para que vuelvan todos a regirse por ellas?.

-Exacto, su alteza.

-Bien.

Jennie me echa un vistazo de arriba a abajo.

-Creo que debemos cambiarla. Todos los ministros y consejeros del rey estarán.

-¿Y debo estar yo por la boda?.

-Claro, su alteza. Sígame.

Caminamos por el pasillo y ambas paramos en seco al ver acercarse a dos hombres...uno de ellos con presencia no grata para mí en estos momentos.

-Príncipe Jungkook...príncipe Taehyung- saluda.

No pasan desapercibidos para mí los ojos brillantes de Jennie que parecen una antorcha.

-Hola...Jennie.

Me quedo boquiabierta al ver al príncipe Tae sonrojarse. Necesito ser reina por mi amiga y este romance.

-Lisa...¿podemos hablar?- Jungkook pide y miro hacia el cielo.

Está nublado y en cero coma comenzará a llover.

-No quiero- lo miro directamente a los ojos esta vez dándome mi lugar.

Que no se crea que lo voy a seguir como una serpiente de arrastrada.

-Lisa...te estoy hablando.

-Aquí hablo YO contigo cuando me apetezca. Para eso es...mi boca- le guiño un ojo y paso entre ambos príncipes levantando la barbilla.

Jennie me sigue apresurada y puedo escuchar su regaño llegar.

-Su alteza, es su futuro esposo, ¿cómo pudo decir eso frente a otra persona?.

My heart is on fire for you (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora