My heart is on fire for you (Terminada)

LI

Lisa

Quiero que me queme con él. Quiero que me arrastre a su oscuridad total.

Tenerlo contra mí como antes me hace sentir viva. Cada centímetro de mi piel se enciende, mis latidos al fin se hacen escuchar y dejan de ser perezosos, mis labios vuelven a sentirse delicados, mi vientre comienza a arder tras años apagado.

Yo vuelvo a ser yo.

Aunque la razón se siente decepcionada porque he flaqueado.

La callo y tomo a Jungkook por la nuca enterrándole las uñas y aruñando su cuello. Es como si fuese a undirme y él es mi salida a la superficie.

Salto enredando mis piernas en sus caderas. Mi espalda duele cuando me pega con fuerza contra la pared.

Cada célula de mi organismo revive. Estaba muerta, muerta en vida.

Me besa con pasión, queriendo devorarme y yo le devuelvo el mismo sentimiento. Nos chupamos la energía en esta intensa unión. Gimo contra su boca y él suspira.

Su agarre se intensifica y creo que va a romperme por tanta fuerza.

Hago algo que he querido experimentar desde que me lo comí con la mirada. Él siempre ha tenido el cabello largo, pero esta vez le roza la mandíbula y quiero pasar mis manos y comprobar si es sedoso.

Jungkook me agarra del cabello con fuerza y es mi turno de pagarle con la misma moneda. Deslizo mis dedos por su pelo. Dios, es tan sensual este hombre.

Con fuerza abro su camisa y bajo la mirada a su torso rompiendo el beso. Los labios me palpitan y los de mi peor pecado están hinchados y sonrosados. Mi saliva brilla por los costados.

Quiero tirármelo.

¡No, Lalisa, eso no!.

Quiero gritarle justo ahora que me folle. Que apague y anule mis tres años de abstinencia.

Una sonrisa emana de sus labios e intenta hacer lo mismo que yo. Baja el escote de mi vestido y jadeo. Lo ha hecho con tanta fuerza que la tela se ha rasgado un poco.

Mis pezones se endurecen aún más bajo su intensa mirada.

-Tu cuerpo te está traicionando. Juega a mi favor- susurra con voz ronca provocando que un escalofrío me haga temblar.

Relame sus labios y los pega contra mi seno. Me arqueo contra la pared y cierro los ojos con fuerza.

Déjalo hacer esto, lo necesito.

Su boca se cierra sobre mi zona erógena, enrolla la lengua alrededor de mi pezón y lo jalo del cabello.

Dejo escapar un largo gemido y necesito urgentemente de su atención en otra parte que está demasiado húmeda.

Muerde, besa y trata mis senos con rudeza, como si fuesen su última comida en años.

Disfruto de ese trato.

Puede doblarme del dolor que agradecería cualquier cosa que venga de su parte. Dejando mis pechos marcados me baja de sus caderas y vuelve a enredar una de mis piernas a su alrededor.

Muerde mi labio inferior con fuerza tanta que cuando lo suelta siento el sabor metálico de la sangre.

Coloca el índice en mi garganta y lo baja lentamente por mi cuerpo hasta que llega a mi sexo. Jadeo sorprendida y me sostengo de sus hombros.

Esta oleada de placer no está dejando nada de mí.

-¿Me extrañabas?. Si quieres miénteme pero quiero escuchar un sí.