Capítulo 55.

24.2K 2.1K 393
                                    

Capítulo 55

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 55.

(Samanta).

Al día siguiente, me encontraba en el salón de clases. Algunos estudiantes ya estaban presentes y esperaban que fuese la hora indicada para que la profesora de matemáticas llegara a impartir la materia. Yo aprovechaba los minutos restantes para practicar ciertos ejercicios que el Dragón me había enviado a través de mensajes casi al amanecer, indicándome que eran perfectos para comenzar con los conocimientos básicos.

Con entusiasmo, realizaba lo que me indicó. No solamente me sentía en las nubes después de que me entregué a Sam Chaidez Telles, sino que no podía evitar sentir que me estaba enamorando profundamente de él. Un sentimiento extraño y demasiado profundo nacía en mi interior poco a poco. Y todo gracias a un engreído con ojos azules que se creía la última Coca-Cola del desierto.

Estaba suponiendo que Sam había vuelto a dormir, ya que aún no eran ni las 8:00 de la mañana y él —como el príncipe mimado que era—, no tenía obligaciones al menos que sus padres o su tío se lo pidieran. Imaginaba que estaba acostado y despreocupado con sus rollitos fakes despeinados. Eso solo aumentaba mis ganas de volver a verlo.

Solté el lápiz que usaba para realizar los cálculos matemáticos en un papel en blanco y volví a releer sus últimos mensajes...

|*Archivo adjunto* – ejercicios matemáticos de aritmética.|

|Intenta comenzar con estos ejercicios de práctica. Quizá puedas entender la base de este tema. Al menos lee los ejemplos, boba. Cuando vuelvas a casa te lo explicaré con detenimiento.|

|Por cierto, has hecho que yo me despierte sin motivos algunos. Así que más te vale que al menos practiques esos ejercicios durante tus períodos de receso.|

|Y no tardes en llegar a casa, mi fea. Es una amenaza y lo sabes.|

Ni siquiera entendía porqué la frase "mi fea" me causaba ternura y unas cosquillas asombrosas, pero volví a concentrarme en mis ejercicios de práctica. Quería que al menos él tuviese una buena impresión de mí al regresar, que supiera que mi entusiasmo por aprobar la clase era real. Pasé mi lengua por mis labios y achiqué los ojos al escribir. En ese preciso momento, escuché risas a mi lado.

Suspiré asimilada cuando vi a Rossy —la mejor amiga de la chica más popular de la universidad—. Con sus dedos peinaba su dorado cabello al mirarme de manera despectiva.

—¿Qué haces, becada? —arrugó su expresión al mirar con burla mis ejercicios de práctica—. ¿Para qué practicas? Como quiera siempre serás una boba estúpida y una fracasada de la vida que pretende venir a estudiar a esta prestigiosa universidad sin tener el dinero ni los conocimientos necesarios.

—Hoy estoy de buen humor, Rossy —intenté ignorarla y continué con mis ejercicios matemáticos—. Así que vete a otro lado a joder con tus tonterías de niña pendeja.

El Segundo Amor ©️ (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora