El Segundo Amor ©️ (¡Completa!) ✓

Capítulo 11.

♪ Reason - Plaza ♪

Capítulo 11.

(Samanta).

Liz y yo habíamos llegado a un pub —llamado Night Dragon—, que parecía extremadamente lujoso. Y así era. Todos los detalles del lugar se veían muy cuidados desde el momento en el que ponías un pie en el estacionamiento. El local estaba exquisitamente diseñado y detallado. Los alrededores del sitio estaban realmente inmaculados y había servicio de valet parking.

Mi mejor amiga y yo tuvimos que esperar en una fila bastante extensa. Sin embargo, ella no perdió la finura en ningún momento con su pelo rubio sobre sus hombros y su vestido rojo escotado que combinaba muy bien con sus labios pintados del mismo color. Calzaba unas sandalias muy similares a las mías, con la única diferencia de que las suyas eran de un color distinto.

Antes de acceder al interior del lugar tuvimos que mostrar las identificaciones como si se nos fuese la vida en ello. A pesar de que éramos mayores de edad para la sociedad, nuestras caras no decían lo mismo. Sin contar que unos menores de edad intentaron colarse entre la multitud de la fila, pero los sacaron de inmediato mientras uno de los guardias de seguridad comentaba que no permitiría que un tal "Dragón" se buscara líos legales por un par de niñatos.

Cuando al fin podíamos disfrutar de la música que invadía el lugar, fuimos por un par de tragos en la cantina. Me sentía un poco incómoda por el sitio que Liz había escogido ya que parecía un lugar en el que asistía mucha gente de la alta sociedad. Había de todo un poco, pero los ricos parecían predominar.

—No es a lo que acostumbramos para salir, pero parece un buen lugar —le comenté a Liz mientras tomaba de mi trago con timidez, observando a mi alrededor.

Ambas estábamos sentadas junto a la cantina, donde había muchas sillas cómodas y accesibles. El lugar estaba repleto de personas, pero la mayoría se encontraban en el centro de baile disfrutando de la música mientras bailaban de una manera muy provocativa y descarada ante los ojos de los demás. Por suerte, el área donde yo me encontraba con Liz se despejó un poco y podíamos observar el ambiente del primer piso.

No podía olvidar mencionar que había una zona VIP y que solo estaba disponible para los pudientes. Al menos, eso nos contó el cantinero —Julián—, quien nos había caído muy bien al instante. También nos informó que en el segundo piso eran muy estrictos con los que podían acceder ya que sin el consentimiento del tal "Dragón" no tendrían forma, aunque quisieran pagar un dineral por estar en ese lugar. Pero era una situación que no me interesaba para nada.

—¿Te sientes bien? —Liz me preguntó al darle un sorbo a su bebida. Aunque salimos a disfrutar y a despejar la mente de nuestras penas pasadas con el desamor, ella se preocupaba más por mí que por ella misma.

—Sí, estoy bien —sonreí vagamente al mover mi cuerpo levemente al ritmo de la música que sonaba en el local—. Me gusta este lugar —asentí bastante encantada.