Capítulo 29.

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Capítulo 29

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Capítulo 29.

(Samanta).

Al día siguiente, regresé temprano de la universidad, después de haber tomado el examen de matemáticas. No es que me haya ido de lo más bien con este, porque me intimidé con todos aquellos ejercicios que el profesor plasmó sobre aquellos largos papeles.

Cuando el bus me dejó justo en la parada, caminé hacia la urbanización y luego hasta la mansión, con la intención de regresar a mi hogar lo antes posible. Solté un suspiro pesado cuando entré a mi casa y me quité la mochila de los hombros. Una vez en mi habitación, cerré la puerta y coloqué las cosas de la universidad junto a mi escritorio. No pude dormir muy bien que digamos y sentía que la noche anterior había trasnochado más de lo debido, aunque también estudié un poco.

—Mierda, debo darle más énfasis a la clase de matemáticas o si no me joderé... —mascullé por lo bajo y me froté los ojos—. Tengo que dejar la lectura y las jodidas distracciones para después —me regañé al pensar en los ojos azules que tanto me estaban gustando. Miré la hora en mi teléfono y me di cuenta de que había regresado más temprano que de costumbre. Y es que las dos clases restantes habían sido canceladas.

Mi mamá se encontraba trabajando desde muy temprano, así que me había quedado sola en nuestro hogar. Tomándome un par de minutos más, antes de comenzar a trabajar en la mansión, busqué mi computadora portátil y la coloqué sobre mis piernas cuando volví a sentarme sobre la cama en posición de india.

Recordé lo que Liz me había dicho el día anterior, sobre que el Dragón y Héctor eran tendencias en las redes sociales. Aproveché mi soledad para navegar en internet e indagar un poco. Lo primero que hice fue acceder al Facebook de Sam Chaidez Telles. En su cuenta había miles y miles de seguidores, sin contar que las personas tenían acceso a su página ya que estaba hecha para celebridades y/o figuras públicas.

Me quedé con la boca abierta, sin dejar de mover la flechita en cada una de sus publicaciones, donde los "me gusta" y "me encanta" abundaban. Sin embargo, me sorprendí aun más cuando su Twitter e Instagram estaban configurados de la misma forma, donde todas las personas que lo seguían tenían acceso a todo lo que este publicara. Su nombre de usuario iba acompañado de una insignia azul en cada una de sus cuentas, lo que me hacía entender que las páginas eran oficiales y de su uso exclusivo.

Me mantuve embelesada más tiempo de lo normal en su cuenta de Instagram, mirando sus fotos más recientes, las cuales publicó varios días atrás. Tragué saliva cuando me fijé en que hasta con un saco de papas el pendejo podía verse totalmente irresistible. Odiaba admitirlo, pero su belleza me estaba haciendo babear.

Me detuve en una de sus publicaciones, en una foto donde chupaba una paleta de cerezas con su sonrisa torcida de chico malo. Cuando me fijé en la fecha de la publicación, me di cuenta de que la subió el día que me lo encontré en el Night Dragon.

El Segundo Amor ©️ (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora