Capítulo 43.

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Capítulo 43

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Capítulo 43.

(Samanta).

Miraba la calificación plasmada en tinta roja sobre mi examen de matemáticas. Mi nota era pura mierda y necesitaba mejorar.

«¿Pero cómo podía hacerlo siendo tan mala en dicha clase? Era seguro que reprobaría si no buscaba la forma de mejorar en la materia». Mientras me lamentaba mentalmente, no dejaba de ver la "D -".

Rocé la yema de mis dedos sobre mis sienes y presioné los labios bastante desanimada. Había estudiado lo suficiente y sin éxito para reprobar automáticamente. 

Cuando la profesora recogió los exámenes luego de que todos los estudiantes presentes comprobamos nuestras calificaciones, sujeté mi mochila con pesadez y la coloqué sobre mi hombro al hacer un leve puchero. Mis clases habían terminado, pero no me sentía animada.

De repente, dos chicas que eran porristas y bailarinas que representaban a los atletas y a la institución, se acercaron a mí. Como siempre, no podía faltar el comentario despectivo cuando se trataba de mi posición social como la de algunos becados que eran mayormente humillados por los riquitos e hijitos de papá y mamá que estudiaban en la misma universidad.

Aww, pobrecita... —Rossy, la chica de cabellos dorados y ojos café, hizo un leve puchero y me miró de arriba hacia abajo. Nada nuevo viniendo de la mejor amiga de la estudiante más popular de la universidad—. Mírate, tontita... Por tu cara de rana, estoy asumiendo que te fue muy mal con los números.

—¿Es qué en algún momento pensaste que una becada cómo esta podría con las matemáticas de una universidad tan prestigiosa como esta? —Verónica, la chica más popular del lugar, con su cabello negro y sedoso, la ayudó a burlarse de mí.

Ambas eran las chicas más llamativas y muchos en la universidad deseaban estar con ellas. Incluso, una vez, uno de los chicos más adinerados de la institución fue rechazado por Verónica Aguirre Páez después de que este le declarara su amor frente a muchos. Su amiga, Rossy Carvajal Fortes, tenía novio. Y también debía mencionar que era un tipo problemático que no le importaba meterse en problemas ya que su padre siempre que podía le salvaba el culo en temas legales al ser un abogado de sumo prestigio. Todos tenían mucho dinero y poder, pero cuando tenían la oportunidad no dudaban en humillar o burlarse de los menos pudientes.

El ambiente de la universidad apestaba y era una mierda para mí, pero era una de las mejores instituciones donde enseñaban artes. Y aunque era injusto mencionarlo, los ricos tenían todo a su alcance en la universidad. Luego estaba yo, una chica que, prácticamente, luchó para obtener un cupo donde podía estudiar un título que ni siquiera los hijitos de papá y mamá tomaban en cuenta.

Por suerte, solo debía mirar las caras de todos los imbéciles en las clases que teníamos en común, porque cuando llegaba el momento de tomar mis materias en arte o decoración, yo era la estudiante más feliz del mundo.

El Segundo Amor ©️ (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora