Yo invito (fanfic n.h)

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Antes. 

—¿Estás celosa? —pregunta burlesco. Yo sólo enarco una ceja y me cruzo de brazos. Con eso es suficiente para hacer que comience a dar explicaciones—. Quedé con Doug y Louis para ir a patinar, y Niall es amigo de Louis, ¿tan terrible es para ti?  

—Pudiste decírmelo. ¡Hablamos sobre el ayer, Tom! 

—Eres una melodramática. 

Demonios. Sí lo soy. Pero en mi defensa, he recibido demasiada información en menos de treinta minutos y comienzo a marearme.  

—¿Son súper amigos ahora? —le pregunto sarcástica.  

—Depende —dice divertido—. ¿Eso va a fastidiarte?  

—¡Eso no se hace, Tom! —exclamo riéndome y con falso enojo—. ¡Eres mi hermano, no me traiciones! 

Tom se ríe y pone los ojos en blanco. Parece que realmente comienzan a ser amigos, pero supongo que iba a ser inevitable. Desde nuestro cumpleaños, muchos de nuestros amigos se conocieron entre sí y nuestro círculo se agrandó un poco.   

—¿Entonces puedo pedir algo de información? —Nadie dijo que no podía sacar provecho de esto. Quiero decir, algo tengo que ganar yo con esta situación.   

—Define información. 

—Niall. 

—Si quieres saber cosas de él con respecto a ti, lo lamento mucho, pero no sé nada. 

—Oh, vamos, Tomi. Cómo no vas a saber nada, ¿acaso no hablan entre ustedes mientras patinan? 

—No hablamos de esas cosas, V. No somos como ustedes, que sólo hablan de otras personas, sea bueno o malo.  

Pienso en las últimas conversaciones telefónicas con Sam y miento: —Eso no es cierto. Hablamos de cosas más importantes. 

—Sí, claro. 

   

Ahora.  

1. Preparar bolso.  

2. Depilarme.  

No es como si fuera a bañarme en la playa con este frío, pero nunca sabes cuando podría cortarse el agua y terminarás bañándote con agua de pozo o en el mismo mar. Más vale estar preparada para cualquier situación embarazosa.   

3. Llenar estanque de gasolina.  

Me golpeo despacio en los labios con la parte trasera del lápiz mientras pienso en algo más que agregar a mi lista de cosas por hacer para el viaje.  

—¿Qué cosas hay que hacer antes de viajar a la playa por dos días? —le pregunto a Connor, que lee concentrado sus apuntes de literatura.   

Él levanta la mirada y entorna los ojos. Está pensando en algo. —¿Vas a viajar? 

—Síp. Mañana. 

—¿A dónde? 

—Tramore. Con mi mejor amiga —repito como un disco rayado.   

—Ese lugar es genial, estuve ahí una vez, aunque apenas lo recuerdo porque fue hace muchos años y era apenas un mocoso. —Sonríe—. ¿Tienes un piso allá o algo así? 

—No, es el novio de Sam, él tiene un lugar ahí. 

—Vaya. ¿Alguna razón especial por la que están yendo?  

Dios, Connor hace preguntas más difíciles que Tom y no tengo tiempo suficiente para pensar en respuestas demasiado elaboradas.  

—Sólo para distraernos, hace tiempo que no hacemos un viaje juntas.