Yo invito (fanfic n.h)

54

Eff recomienda: ► You - The Icarus Account (Antes) / I Can Barely Say - The Fray (Ahora)

Antes. 

Niall y yo hemos estado hablando por mensajes de texto durante toda la última semana.  

No ha dejado de ser el insoportable y sarcástico de siempre, pero comienzo a acostumbrarme a eso. Al menos me hace sentir menos presionada el hecho de que me trate de la misma forma en que lo ha hecho todo el tiempo, desde que me conoció. Sin embargo, a veces quisiera conocer su lado dulce y suave, sobre todo ahora que me iré por una semana con mis hermanos a la casa de mis abuelos en Barleycove y estaremos distanciados. 

Sam finalmente no irá con nosotros como cada año, pues estará al mismo tiempo con la familia de Zayn en otra ciudad, cuyo nombre sigo olvidando todo el tiempo. Pienso en lo aburrido que va a ser sin ella mientras acomodo mi ropa sobre la cama, para ordenarla y ponerla en mi bolso. Una semana sin internet en casa ni grandes lugares a los que ir no es, como, muy estimulante. Básicamente estoy yendo para pasar tiempo con los abuelos, desde que los veo tan pocas veces en el año debido a la distancia.  

Bueno, al menos ir con mis hermanos y primo es mejor que si fuera sola.  

A quién engaño, jamás iría sola. Y estoy todo el tiempo con mis hermanos y primo en Dublín también. 

Estoy tratando de convencerme de que no podría ser tan terrible, pero soy pésima en eso de ser optimista. 

La puerta de mi habitación se abre de golpe, provocándome un pequeño ataque al corazón.  

—¡Tom! —exclamo molesta—. Primero: me asustaste como la mierda. Segundo: deberías tocar la puerta. 

—Lo siento. —Se ríe—. Iba a decirte algo gracioso, pero estás de mal humor. 

—No estoy de mal humor —digo y frunzo el ceño, pero inmediatamente me doy cuenta y suavizo mi semblante—. Venga, dímelo. ¿Voy a reírme? 

—No, de hecho, creo que vas a perder la cabeza cuando lo sepas. —¿No es un chiste, entonces? 

—¿Por qué lo haría? —Me río extrañada.  

—¿Ya supiste a quién invitó Scott para ir con nosotros a Barleycove? 

—Espero que no sea alguna novia, porque la abuela va a ponerse como loca. 

—No es una novia. No es una chica —dice, con una sonrisa ansiosa. 
 

Ahora. 

El reloj del tablero marca las 2:03 am cuando aparco fuera de la casa. La única luz que se proyecta desde el interior es la del televisor. El frío me golpea más fuerte de lo que hubiese esperado al bajar del auto, pero aún así, me tomo mi tiempo para subir con calma cada escalón de madera y llegar a la puerta.  

Dios, espero que esté abierta. 

Espero que Niall siga aquí.  

Empujo con cuidado y me quito las zapatillas antes de dar el primer paso dentro. Si aún está alterado, no quiero que se de cuenta de que ya volví. 

El único canal que se puede ver en el televisor está fuera de programación y no hay absolutamente ninguna clase de sonido en toda la casa. Por cada chillido de la madera bajo mis pies, me siento un poco más asustada de no encontrarlo y tener que pasar la noche sola aquí. Deslizo las yemas de mis dedos sobre la pared mientras avanzo por el pasillo. La puerta de su habitación está abierta y su interior está impecable, como si ni siquiera hubiera entrado, pero me alivio un poco al ver que su bolso sigue junto a la cama.