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Ahora.  

—Hola, chicos —sonrío al subir al auto de papá.  

—Qué linda estás, cariño —él dice, mirándome a través del espejo retrovisor.  

—Gracias, pá. 

Desde el asiento de copiloto, Ivana se da vuelta hacia mí muy sonriente y yo me inclino a besar su pelo castaño y desordenado.  

—¿Applebee's? —propone papá antes de poner el auto en marcha.  

—¡Sí, qué delicia! —exclamo. 

—¿Qué hay de Tom? —pregunta durante el camino—. ¿Ha dicho algo por no estar incluido en los planes? 

—Ni siquiera lo sabe —digo riéndome—. Aún dormía cuando salí de la casa, y probablemente lo esté por un par de horas más hasta que el hambre lo despierte. Ya sabes como es tu hijo. 

Papá se ríe y niega con falsa desaprobación. 

Miro el reflejo de Ivana en el espejo lateral. No hace más que mirar por la ventana, pero puedo ver dos leves curvaturas a cada lado de su boca. Y si no me equivoco, creo que ha suspirado un par de veces. Su rostro está tan tranquilo, pero podría apostar que su mente corre de un lado al otro, haciendo mucho ruido y causándole cosquilleos en el estómago por estar pensando en ese chico del que me habló hace unos días. Me recuerda a mí, cuando comenzaba a pensar en Niall y no entendía qué diablos estaba pasándome. Claro, las circunstancias eran diferentes. Yo era diferente. 

Pienso otra vez en las cosas que nos dijimos él y yo ayer por la noche. No es nada nuevo, pero estoy jodidamente preocupada de recibir una llamada suya estando con mi papá y mi hermana o en cualquier lugar en el que no pueda hablar con él. Ni siquiera sabré si es él cuando me llame. 

Me pregunto dónde se está quedando si nadie puede verlo. Si no se entrega con la policía, jamás podrá ni tan siquiera pensar en tener una vida normal en Dublín, ni en ningún lugar. Estar escondiéndose todo el tiempo y cuidándose de que alguien recuerde quién es él, no es vida. En cualquier momento podrían atraparlo, y no puedo creer que esté siendo su cómplice al saber que está aquí y no denunciarlo.  

Insisto: Este no debería ser mi problema, sin embargo ya lo es y no puedo deshacerme de él.. 

Cuando entramos en el restaurant, aprovecho el pequeño recorrido a través de las mesas por el que un camarero nos guía, para apagar mi teléfono y dejarlo en el fondo de mi bolsa.  

—Muchas gracias —papá le dice al chico, quien asiente y se retira, entonces papá se dirige a nosotras—. Ya vuelvo, niñas. 

Observo cómo se aleja para entrar en el baño de varones, y cuando ya está suficientemente lejos, miro a mi hermana con suma complicidad.  

"Cómo van las cosas con Daniel?" —le pregunto con señas.  

Ivana automáticamente adquiere un leve color rosa en sus mejillas. No puedo creer que ella al fin esté saliendo con alguien, y realmente se ve muy involucrada. 

Sonríe y responde.  

"Vamos a salir en una cita este viernes". 

"¡Qué emoción! ¿Estás nerviosa?" 

"Sí, muy." —señala, mordiéndose los labios—. "Lo admito" 

"¿Ya se lo has dicho a papá y mamá?"  

Niega con la cabeza, volviéndose muy seria de pronto. 

 "Han estado discutiendo mucho últimamente. Sospecho que es por eso que nos trajo a comer aquí hoy."  

Yo invito (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora