Mi cable a tierra

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Silencio de Natalia , temblor de manos De Alba  que aquel silencio la mataba.

A: Natalia  necesito que hablemos, necesito que me escuches, sé que no merezco que...

Natalia  se levantó, pasando junto a Alba  sin rozarla, interrumpió aquel monólogo. Alba  por su parte la seguía con la mirada triste, veía que se encaminaba hacia la puerta. La abría y sin mirarla esperaba que se fuera

A: Natalia  necesitamos hablar... creo que deberías escucharme, solo te pido eso

Natalia  parecía no inmutarse apoyada su frente en la puerta, su vista dirigida al suelo y su voz, su voz totalmente apagada

A: Esto es injusto por tu parte, ¡dime algo pero no me omitas! (se detuvo delante suya mirándola a los ojos, cuando iba a posar la mano en la barbilla de Natalia , ella hizo un movimiento evitando todo contacto) Está bien... me voy, pero necesito hablar contigo, antes o después me da igual, no voy a dejar que esto se quede así. No soporto verte de esa manera
N: No necesito que mientas más, no sabía que eras tan buena en esto, de haberlo sabido, hubiera sido yo quien me hubiera negado a acostarme contigo.
A: Vale... acepto esto, me lo merezco pero (dijo con resignación ante la voz gélida de Natalia )
N: Fuera
A: Nat...
N: Fuera (sus ojos la miraron fulminando los otros ojos que temblaban pero se resistían a llorar)
A: Piensa en que momento quieres hablar conmigo, te doy todo el tiempo del mundo, pero tenemos que hablar...
N: Yo no hablo con fantasmas, puede que estuviera cerca de la locura, pero no doy para ello (le cerró la puerta en las narices)
A: Natalia  (la llamó golpeando la puerta)

Desistió continuar, no sabía que le dolía más si sus palabras o sus silencios, no sabía que le acababa de destrozar más su ánimo si su frialdad, o su rabia que parecía arder por todos sus costados. Apoyó la frente sobre la puerta, pasó la yema de los dedos sobre ella como si de aquella manera pudiera acariciar lo que estaba al otro lado de la puerta y ella no sabía. Porque Natalia  estaba igualmente que ella, con la frente apoyada llorando en silencio

Al bajar a la calle se encontró con Claudia y Marta sentadas en un banco con la niña jugando con un peluche, al verlas su rostro blanquecino y húmedo les dio a entender lo que ya sabían. Un nuevo encontronazo. Se acercó hasta ellas y le entregó las llaves a Marta

M: ¿No ha ido bien?
A: No... bueno... si te digo que... bueno... me considera un fantasma
M: Ya (asintió un tanto decepcionada)
A: Sé que tiene que explotar, y seguiré intentándolo
M: Yo creo que te estás equivocando, que Natalia  explote no significa que le ayude a acercarse a ti
A: ¿Y qué hago?
Claudia: Esperar Alba , esperar a que Natalia  supere un poco su situación, ha estado mucho tiempo bajo los efectos de tu ausencia, tu traición, las pastillas y Julia , eso es una mezcla explosiva
A: No soporto verla así
Claudia: Ya, pero no vas a conseguir cambiarla por mucho que trates de hablar con ella, deja que asimile tu vuelta, deja que la niña la vea, que poco a poco vaya saliendo del bache
M: Ha venido a su casa para eso, es consciente de que ha perdido todo, y quiere recuperarlo, pero poco a poco
A: Si quiere... si no dice lo contrario, me gustaría que Natali  se quedara con ella esta noche
M: Gracias (le sonrió)
A: Yo... bueno... yo... (se le notaba totalmente abatida, pasando sus manos por el rostro) No sé que voy a hacer...
Claudia: De momento volver a casa y preparar las cosas para el traslado, será bueno que estés cerca de Natalia , porque de ese modo ella podrá disfrutar de la niña y tú podrás verla con esa excusa
M: No creo Claudia, no lo creo. Es más, pienso que Alba  no debería ver a Natalia  hasta que ésta quiera verla, porque ahora está en periodo de aceptar que la has engañado pero que has regresado, puede que no le interese lo más mínimo tu vuelta, o puede, que le de alas para volver a encontrarse consigo misma
A: Necesita echarme las cosas en cara, lo sé
M: Pues dale tiempo... no la agobies
A: De acuerdo... tú ganas
M: Yo no gano Alba , ganaría si viera que ambas estáis bien, juntas o no, pero sin esa sombra en vuestros ojos, disfrutando de vuestras sonrisas que me daban vida
A: Gracias Marta (le sonrió)
Claudia: Venga vamos a casa, ¿te apetece andar un poco?
A: Sí por favor
Claudia: Yo te ayudo con las cosas
M: Si necesito que vengáis a por la niña os llamo
Claudia: De acuerdo. Hasta mañana mi amor, si no nos vemos
M: Adiós mi vida, ¿lo comprendes, verdad?
Claudia: Sí, claro que sí y sabes que te apoyo en esto (le acarició la cara)
A: Pequeña ven (cogió a su hija que jugaba entretenida con el peluche) Oye... ¿dónde está el vestido que le he puesto?
M: Lo siento Alba , pero se lo ha llenado de chocolate
Natali : Ate, quiero ate mami
A: No mi vida ahora no. Escúchame (la hizo que la mirara mientras la tenía en brazos) Vas a ver a Natalia  (le sonrió mientras la pareja que se había cogido de la cintura la observaban)
Natali : ¡Natalia ! (abría los ojos repletos de ilusión)
A: Sí mi vida (sonreía ante aquel gesto de su hija) Cuando la veas, quiero que la abraces como haces conmigo
Natali : Fuete (asintió con una sonrisa mientras abrazaba a Alba )
A: ¡Uy así de fuerte mi niña, así! (decía sonriendo) Y quiero que le des muchos besos (empezó a besar a Alba ) Eso es, ¿lo harás?
Natali : Chi
A: Bien cariño... recuerda que Natalia te quiere mucho (le dijo ya con lágrimas en los ojos y la voz entre cortada)
M: Venga... vamos Natali ... vamos a ver la mami (se la quito de los brazos)
Natali : Chi, Natalia , Natalia  (decía saltando de alegría)
M: Tranquila Alba ... todo irá bien (le sonrió tratando de darle animo)
Claudia: Vamos...

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