En el aire

Es necesario

Dicho esto se metió en el coche, con gesto serio. El silencio se adueñó del interior del vehículo, la niña miraba a sus dos madres, Natalia miraba a través de la ventanilla, y Alba guardaba la apariencia tranquila, la batalla no había hecho más que comenzar, aunque reconocía en su interior que le hubiera gustado ver como se ponía la alianza, hizo una mueca en su rostro que reflejó bien a las claras, la tristeza que sentía. Al menos se había guardado la caja en el bolso, pensó que por no desencantar a Natali

Llegaron a la tienda, tras un susto por culpa de un motorista y el gesto desesperado de Natalia , de no haber estado aun en plena recuperación, le habría prohibido a Alba conducir, era un peligro constante y encima sonreía a todo aquel que le pasaba insultando, no entendía como se había transformado en esa mujer, tan segura de si misma, tan dispuesta a todo

N: ("¿Qué sentido tiene que me regale el anillo?, estoy segura que es teatro para que le perdone, para que una vez le diga mira Alba sí, te perdono el abandono, te perdono el apartarme de mi hija durante tanto tiempo, y si tú me perdonas a mí lo que te hice, dilo Natalia , tienes que asumirlo, vale, si me perdonas a mí que te violara, hacemos las paces como dos amigas, luego si quieres tener derecho a roce ya lo hablamos, siempre y cuando no te tenga que compartir con la mexicana, ¡ay que joderse!" se decía con tono irónico)
A: Natalia que ya hemos llegado (insistió)
N: ¿Qué?
A: Que ya hemos llegado, ¿qué si te vas a quedar aquí dentro?

No le contestó y salió del coche, entraron en la tienda con la niña en medio de las dos, cogida a sus manos. La dependienta al verla sonrió ampliamente viniéndole a su cabeza el rato tan bueno que pasó con ellas. Tras darle una piruleta, les enseñó el vestido

A: Es precioso, vas a ir como una auténtica reina mi vida
Natali : Chi
Dependienta: Le hemos dado los retoques que le hacían falta y ya está listo
A: De acuerdo. ¿Cuánto es?
Dependienta: Pues... (miró a Natalia que parecía no seguir la conversación y la dependienta mirando hacia ella le dijo a Alba ) Ya está pagado
A: Ah, vale, claro, claro. Bueno pues nada... gracias por todo
Dependienta: Adiós Natali
Natali : Aios, asias por la piduleta
Dependienta: De nada tesoro... pásalo bien, ¿eh?
Macarena: Chi
N: Adiós (le sonrió agradecida)
A: Y ahora vamos a ver a los patitos un rato
Natali : Chi
N: Yo me voy a quedar aquí, tengo que coger mi vestido mi vida... así que ve a ver los patitos y luego me cuentas, ¿vale?
Natali : ¿Po que no venes? (la miraba triste)
N: No puedo mi amor
Natali : Pero...
A: Venga vamos y luego le contamos (entonces su móvil sonó la mirada de Natalia fue fulminante) Disculpa. ¿Sí?
Natali : Yo quero que vengas (Natalia no apartaba su mirada de alba había escuchado nítidamente llamar a Lupe y le hervía la sangre, un estirón de la manga de la niña y su vocecita insistente le sacó de sus pensamientos negativos y vengativos) Mamá
N: Dime (no apartó los ojos de una Alba a quien se le escapó una sonora carcajada)
Natali : ¿Po que te vas?
N: Cariño (se agachó hasta su altura mirando aquellos ojitos que le demostraban tristeza) Tengo que recoger el vestido y... (sus celos le estaban haciendo perder el control al verla hablar, pero quería controlarse)
Natali : ¿Y?
N: Pues...
A: Bueno ya está, a ver, ¿qué habéis decidido? (le preguntó como si nada hubiera ocurrido con anterioridad, como si el cruce de palabras no le hubiera afectado lo más mínimo)
N: Que me llevas a por el vestido y de ahí vamos a ver los patos
Natali : Chi, mami, chi (saltaba contenta)

Nuevamente en el coche, nuevamente los nervios de Natalia que con su afán de no hablarle, se tenía que morder la lengua por no avisarle que cambiara de marcha o pusiera el intermitente

N: ("¡Que desastre por Dios!, ¿dónde le habrán dado el carné, igual también le ha enseñado la maldita Lupe esa... ¡será posible!, nada más había que verla sonreír... (mientras ella pensaba, la niña le iba hablando) Que fresca, jamás pensé que se pudiera convertir en una persona así...")