En el aire

Sorpresa

Entró en el laboratorio y tuvo que apoyarse en la puerta con gesto un sonrisa tonta, muy tonta, demasiado tonta, Natalia  había cedido un poco, eso sin duda, era mucho. Su corazón se había disparado de manera alocada e insistente, sin remedio

Y allí seguía, sí, Alba  se había marchado antes que ella, porque sencillamente no se podía mover, al final cuando reaccionó se puso la manos en los bolsillos y comenzó a andar hacia aquel despacho que al entrar le pareció un jardín de rosas recién nacidas, con todo el esplendor. El móvil sonó

N: ¿Sí?
Elena : Hermanita vaya voz... ¿soy una de tus fans y caigo rendida a tus pies?
N: Tonta...
Elena : Bueno ese tono viene dado por Alba  (dijo con rotundidad)
N: No me digas más... tú también sabes lo del cable
Elena : ¿Qué cable? (preguntó totalmente fuera de lugar)
N: ¡Vaya eres la primera que no lo sabe!
Elena : Mamá me dijo que estabas en la Sierra con Alba , y no para toda la mañana de pedirme que hable contigo
N: Mamá no es lo que era
Elena : Pues no, la verdad que no, ¿sabes que ayer llamó a Santi ?
N: ¿Y?
Elena : Digamos que desde que has vuelto, Santi  pasa poco por casa, así que le ha dado un tirón de oreja, ya ves, mamá Lacunza  ha vuelto
N: Me alegro por ella, y también por Santi , creo que por mi culpa no deberían tener diferencias (decía con cierta preocupación)
Elena : Bueno... a lo que iba, ¿qué tal en la Sierra?
N: Bien, ha sido especial con la niña
Elena : ¿Y el cable? (preguntó intrigada)
N: Pues Alba pensó que quitando un cable podríamos quedarnos allí toda la noche... (sonrió cerrando un ojo y frotándose con la mano la frente) Y nada eso hizo
Elena : ¡Dios mío que romántico!, imagino que habrás dejado el listón alto hermana
N: En la bronca que le he dado, sí (respondió con pena)
Elena : ¿Cómo qué bronca?, pero Natalia ... no te das cuenta que Alba , muy aunque me pese a mí, ha vuelto porque te quiere
N: Sí, lo sé, lo sé... venga no me riñas tú también que ya he hablado con ella y le pedido disculpas
Elena : Así me gusta. ¿Y ahora?
N: ¿Ahora qué?
Elena : ¿Qué vas a hacer?, ¿la vas a invitar a cenar?, ¿a pasear?...
N: Nada, no creo que deba invitarla a nada, que le haya pedido disculpas no quiere decir que esté rendida a sus pies... quiero ir despacio y con buen pie, lo de ayer me fastidió y esa reacción me demuestra que no estoy totalmente preparada para empezar
Elena : ¿Por qué el corazón es tan complicado? (se preguntó en voz alta)
N: No lo sé, pero, te juro Elena que lo estoy pasando fatal
Elena : Imagino
N: No sé que va a pasar y la incertidumbre de no saber que hacer me hace perder la compostura
Elena : Pues arriésgate Natalia, no veo nada mejor que lanzarse directamente y volver con Alba(le dijo sonriente)
N: Sí, quizá deba hacer algo
Elena : Bien
N: ¿Cuándo vienes?
Elena : Al final iré la semana que viene, eso sí, te advierto que llevo compañía
N: ¿Lo conozco?
Elena : Claro, mamá Lacunza

Y con bromas sobre su madre y su cambio, se despidieron de manera simpática, sin duda hablando con su hermana se dio cuenta que estaba decidida a dar otro paso, si, Alba había dado uno, ella debía corresponderle. Suspiró y sonrió

N: Alba ... mi Alba ...

Continuaron trabajando cada una en su planta, pero ambas pensando la una en la otra sin cesar, cuando Natalia entraba en las habitaciones y revisaba a los niños, olvidaba todo para centrarse en su trabajo, y así, se daba cuenta que estaba volviendo a ser ella y sin duda, su interior iba mejorando a grandes pasos, el odio no lo encontraba, y eso le hacía sonreír más a menudo. La hora de marcharse había llegado pero la enfermera la detuvo cuando pasaba por el mostrador

Enfermera: Doctora Lacunza , han dejado esto para usted
N: Gracias Lola (miró y era un sobre cerrado, no llevaba remitente y pensó sin dudar ni un instante en Alba , lo abrió sonriendo) "Te espero esta noche a las diez, sigue las instrucciones, ¿preparada para emociones fuertes?" miró y había un mapa con las calles que debía recorrer hasta llegar a un Restaurante que no había escuchado nunca) ¿Quién será?...
H: Hola Natalia ... ¿cómo te va?, ¡menuda carita traes!
N: Bien Héctor, ¿y tú?
H: Agotado y con ganas de irme a mi casa. Pensé que te haría bien volver a tomar una cerveza con los amigos antes de irnos
N: ¿Ahora?
H: Sí, estamos todos ya sabes en la cafetería de siempre
N: Pues... no sé... ("seguro que está Alba , seguro") bien, lo intento
H: De acuerdo, chao Natalia y quita esa cara de susto, ¿o acaso son malas noticias? (le señaló el sobre que aún guardaba en sus manos)
N: No, no... (trató de sonreír)
H: Nos vemos
N: Sí. ¿Lola quién trajo esto? (la miró con algo de extrañeza)
Lola: No lo sé, a mí me lo dio Rosa
N: Gracias ("sí, seguro es Alba " sonrió y se marchó decidida a cambiarse e ir a por la cerveza, allí estaría Alba  y podría saber si había sido ella)