Resaca y realidad

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Ajena a todo cuanto pasaba se encontraba Alba en la cama, entre sueños extraños, su madre y Natalia , Natalia y su madre, daba vueltas necesitaba el abrazo de Natalia, su garganta la quería llamar pero su voz no salía, sus nervios se desbarataban por segundos hasta que unos brazos la arroparon mientras le decían

Lupe: Duerme mi vida, todo está bien duerme...

La cola comenzó a moverse, se aligeró porque las que tan solo lo necesitaban para hacer sus necesidades entraban en el de hombres, que era más bien poco utilizado, y las que buscaban un poco de tiempo eran las que más tardaban y utilizaban el de mujeres, así hasta que por fin les llegó el turno, entre risas se metieron en un lavabo, Marisa la apoyó contra la pared de un rápido movimiento y comenzó a besarla, esta vez Natalia no respondió, porque allí dentro de repente entre su mareo y el olor, comenzó a sentir náuseas de lo que estaba haciendo, pero nuevamente los besos de Lupe, nuevamente sus caricias lentas sobre el brazo De Alba , volvieron a enfurecerla a ella y devolvió besos repletos de pasión, de una desmesurada pasión, sus manos volaban y se metieron de forma rápida en los pantalones de Natalia, y ésta se sentía torpe para contestar sus caricias, pero de repente y ante el gran salto de ambas y el grito de Marisa, la puerta se abrió de par en par allí con mirada asesina se encontraba Marta , fulminó de un solo golpe a Marisa que se escondió tras Natalia, quien notó como la mano fuerte y potente de Marta le cogía por la muñeca tirando tan fuerte de ella que Natalia tras el tirón casi cae de rodillas

Marisa: ¡Eh!, pero tía (protestó)
M: Mira niñata de mierda, ya puedes dar gracias que no me ocupe de ti
Marisa: ¿Yo que he hecho?, eso díselo a ella que estaba calentita
M: Y borracha, desgraciada, y borracha (sus ojos eran un cañón potente dirigido a su figura)
Claudia: Anda vamos, ven aquí Natalia
N: ¡Eh Claudia cuánto tiempo sin verte! (se lanzó a sus brazos mientras Claudia le abrochaba el pantalón)
Claudia: Sí verdad, Marta por favor (le suplicó mirando a la otra)
M: Sí, vamos, será mejor
N: Se puede saber que hacéis, ¿y Alba , por qué no viene? (no podía casi ni andar, y su lengua parecía tropezar con tantas piedras en su boca que parecía una playa repletas de ellas)
M: Es la última vez, me oyes (le cogió por los hombros agitándola con gesto muy serio, tosco, realmente enfadado y Natalia la miró con temor) No pienso volver a hacer algo así, te lo advierto
N: Marta (y se puso a llorar mientras entre Claudia y Marta se la llevaban)
Claudia: Ya está he aparcado aquí
M: Sí, ¿eso es un policía? (preguntó al ver uno cerca de su coche) ¡No me digas más, multa al canto!, si es que... Natalia, Natalia, me tienes de un contento
Claudia: Joder nos están poniendo una multa
N: Marta ... me encuentro muy mal (le dijo apoyándose en ella mientras Claudia se iba a hablar con el policía)
M: Joder Natalia... de verdad...
N: Marta
M: ¿Qué? (en ese momento le vomitó encima) ¡La madre que te parió!, entre tu hija y tú... joder... menuda me has soltado guarra
Claudia: ¿Qué pasa? (preguntó acudiendo Claudia, quien al verlo murmuró) Lo que faltaba
M: ¿Tú crees qué esto es normal?
Claudia: Y encima no nos quitan la multa
M: Joder... venga ayúdame a meterla en el coche ¡carallo!
N: Alba ... Alba ...
M: Si llama a Alba que va a venir ¡pero qué poca vergüenza!, Encarna mala, luchando por vivir y tú... (la echaron dentro del coche)
N: Yo muriéndome de celos (decía entre hipos pero entonces mientras la colocaban en el asiento trasero murmuraba) Encarna... joder Encarna llevarme al hospital, tengo que estar con ella... le dije que iba a estar con ella... Alba ...
M: Vamos bien cariño, vamos bien (se repitió mientras se abrochaba el cinturón)
Claudia: ¿La llevamos a casa?
M: Vamos a la nuestra, total le va a dar igual
N: ¿Sabes qué? (se incorporó y cuando se fue a poner a la altura de ambas se cayó hacia delante) ¡Ay joder que hostia!
M: Estate quietecita guapa o la hostia te lo juro te la meto yo
Claudia: Marta (le advirtió)
N: ¿Sabes quién me abrió? (seguía en su mundo hablando como podía)
M: ¿Alibabá?
N: No (respondió seria) ella... ella... "la sombra"... le voy a llamar "la sombra", la puta sombra
M: ¡Pero de quien hablas!
N: De la mejicana esa de las narices... ¡joder!... no te hagas la tonta
M: ¡Un momento! (alzó la mano mirando a Natalia un tanto desconcertada) ¿Estaba con Alba ?
N: Sí, decía nos acostamos... nos acostamos (ponía cara de tonta mientras al frenar Claudia, se cayó para atrás mientras la Neuróloga resoplaba) ¡Ay mi cabeza!
Claudia: A ver si así se te van las tonterías... porque vaya tela... a ver cual de todas peor (dijo sin poderse callar)
N: No son tonterías Claudia... estaba con ella, en su casa, en su vida, en su cama, ocupando mi lugar
M: ¿Y por eso te has venido aquí?
N: Seguro se lo están montando ahora mismo (se había cruzado de brazos y miraba por la ventanilla con gesto incrédulo aunque sus ojos no podían captar casi nada, los sentía pesados)
M: ¡Qué peste por Dios! (comenzó a quitarse los pantalones)
Claudia: ¿Qué haces?
M: ¿Qué voy a hacer?, quitármelos y (bajó la ventanilla y los refiló) Echarlos
N: Yo que me creí todo el numerito de la cena, yo creí que todo era verdad... y mira
M: Ahora le viene llorona pero te juro Claudia que esto se acaba
Claudia: Ya... ¿y lo de Lupe?
M: No sé, me tiene algo desconcertada, vale que ayudó a Alba en México durante tres años, ha estado más con ella que con Natalia, Natalia hoy ha cometido dos errores haciendo el tonto y Alba ha sido dura, sin duda se lo merecía, por otro lado, se supone que allí le ha dado todo el apoyo del mundo, así que... esta noche me imagino que Alba necesitaría apoyo, mucho apoyo y quien debería dárselo lleva un pedo monumental (la miró y vio que lloraba acurrucada como una niña) Es la segunda borrachera que le pillo, y siempre por una mujer
Claudia: Me recuerda a mí hace años, así que no le voy a juzgar, me da pena, porque ella quiere a Alba , pero con "la sombra" (entonces rieron aunque apenadas por el estado lamentable de Natalia)
M: Natalia no te duermas ¿eh?
N: Quiero abrazarla
M: También lo quería Víctor Manuel y nunca supimos si lo logró (Claudia sonrió)
Claudia: Oye y ahora si te ve alguien en bragas ¿qué?
M: Le diremos que vamos a hacer un trío y que yo ya me voy preparando
Claudia: Eres maravillosa (le acarició la mano que Marta le besó con mimo)
N: ¡Hija de puta! (soltó de golpe con toda su rabia)
M: ¡Cuida ese lenguaje!, ¿dónde está tu lado pijo?
Claudia: ¿Y la niñita del lavabo qué?
M: Pobre de la que pille porque vaya tela, se acojonó al verme
Claudia: Sí (dio una carcajada) Cualquiera no lo hace

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