Si tu no estas aqui, me quema el aire

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Nuevamente en su despacho con el gesto de concentración se encontraba Natalia , dos toques le obligaron a apartar su atención del papel. Por un momento pensó en Alba y se arregló rápidamente el pelo, desbrochándose un botón de la blusa que llevaba

N: Adelante
M: ¿Ya te ha abandonado el espíritu de la Garbo? (preguntó Marta desde la puerta poniéndose en jarras)
N: ¡Oh!
M: Vaya... menuda manera de recibir a tu amiga... con un ¡oh! (mostró falso enfado, más bien, se tuvo que morder el labio para no sonreír)
N: Lo siento pensé que era... otra persona
M: Ahora entiendo ese botón desabrochado, ahora lo entiendo
N: ¿Qué quieres?, no me hace ninguna gracia que te burles de mí te lo advierto (su expresión se volvió seria)
M: Uy no te enfades...
N: No me enfado
N: Vale pues que me llevo a tu churri con mi churri, nos vamos a casa y había pensado que, ¿tú qué?
N: Ir vosotras a mí se me ha complicado el último niño y no voy a poder ir aún
M: Vale, se queda Maria con Encarna
N: Sí antes de irme iré a verla
M: No tardes... Alba te espera (le susurró guiñándole un ojo y se fue)
N: Alba (suspiró, se miró la blusa y sonrió) Totalmente tonta estoy...

Cuando terminó con la urgencia, subió ya cambiada hasta la habitación de su suegra para hablar con ella, pero al entrar se llevó la sorpresa que volvía a dormir, los goteros para aplacar los posibles dolores y mantenerla calmada le hacían dormir más que estar despierta, estuvo un rato con Maria para después marcharse con el corazón latiendo a tope, sabía que Alba estaría en casa cuando llegara, y aquella sensación de volver a casa y encontrarla al lado de su hija le daba toda la tranquilidad y felicidad del mundo, en la moto se planteó como iba a hablarle, lo que iba a decirle, lo que soñaba escuchar, sólo había un problema, y era que estaba su madre en casa, bueno... siempre quedaba la casa De Alba ...

N: ("Natalia será posible, si quieres empezar con calma no puedes pensar en volver a repetir lo de anoche, uf, si es que me entran unos calores... voy a tener que hablar con cuidado no me vaya a fallar el subconsciente y le diga lo que no debo, tú escúchala porque es ella quien tiene que decirme lo que quiere, yo lo propongo y ella que decida... ¡qué beso Dios, como besa!" pensaba mientras subía en el ascensor, dando pasos cortos de un lado a otro. Cuando se detuvo en su piso suspiró diciendo en voz alta) Vale... tranquila... controla ese remolino o vas a parecer idiota (sacó las llaves y cuando las fue a meter en la cerradura se le cayeron al suelo) Joder... ¡Ya estoy en casa!
Natali : Mamá... mamá... mida... mida miau (decía la niña corriendo hacia ella con los dos bracitos levantados y sujetando al aire un gato blanco que llevaba sus cuatro patas bien abiertas y moviéndose a cada paso que daba la niña y una cara de loco total que le hizo sonreír a Natalia ) Mida mamá...
N: ¿Pero... qué esto? (le dijo mirando la niña con el ceño fruncido)
Natali : Un miau... se llama miau...
N: Ya veo que es un gato
Natali : Ah... entonses poque preguntas (la miraba mientras movía el gato para que Natalia lo cogiera)
N: Tienes razón peque, anda ven aquí (la cogió en brazos a ella y al gato, el animal al verse en las alturas maulló aferrándose desesperado al cuello de la pequeña que reía feliz) Cuidado no te haga daño cariño
Natali : Eso, eso (le decía besándola)
N: ¿Quién te lo ha traído?
A: Marta ... dice que como está malita pues... el gato la va a cuidar (apareció Alba radiante ante ellas)
N: La madre que la parió
A: No te enfades (le sonrió)
N: Con esa sonrisa es difícil que me enfade (le dijo mirándola con devoción mientras el gato maullaba)
Natali : Tene medo mamá
N: Claro cariño, normal es muy pequeño todavía
Natali : Mamá eso a mami (le señalaba con el gato nuevamente al aire y nueva cara de loco)
N: Es verdad, eso mami (Alba sonrió llenándose de emoción, Natalia se acercó agachándose un poco y dejando un suave beso en su mejilla) Hola
A: Hola
Natali : Achi, no... eso ahí (le dijo señalando los labios de Alba )
N: Uy que marimandona eres
Natali : Chi como mami
A: ¡Pero bueno! (protestó)
Natali : Eso, tú no midas miau (le tapó los ojos)
N: Hola (volvió a decir)
A: Hola (volvió a contestar mientras se daban un suave beso)

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