Ahora se quien ama de verdad

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A media tarde, Maria tuvo que marcharse a trabajar, había hecho el cambio de casa y se sentía muy feliz, todo iba saliendo mejor de lo esperado, volvía a estar cerca de las chicas, cerca de la niña y ahora que todo estaba tranquilo entre ellas podía estar más tranquila

Ma: Encarna no creo que tarde Alba , me ha dicho que se ha dormido
En: Tranquila mujer, si no sé porque tiene que venir, me paso el rato durmiendo
Ma: Es mejor (le sonrió)
En: No hemos podido hablar, y necesito que me hables de Lupe
Ma: ¿Estás segura?
En: Sí por favor... es un peligro para ambas y necesito que logres que venga a hablar conmigo (la miraba asustada)
Ma: Las chicas están bien... no creo que pase nada
En: Es una mujer rechazada Maria , y ahora es más peligrosa que nunca, ella se enamoró de Alba , yo le advertí que tuviera cuidado, ella le explicó mil veces que amaba a Natalia , no nos dejaba volver, te parecerá una tontería pero no nos dejaba salir, ella insistía incluso a mí, que si volvía con Natalia  podría terminar suicidándose, el estado de Alba era lamentable, me decía, utilizaba el pánico para coaccionarnos. No es mala chica, al contrario, pero está ciega... no quiere ver las cosas
Ma: A mí la verdad que por una parte me daba pena, verla así, por otra no me gustan ciertas cosas que ha hecho, agobiaba a Alba ... siempre con ella, siempre tratando de interponerse entre ambas
En: Lo supongo, ¡a qué mala hora me he puesto yo mala!
Ma: No digas eso Encarna, creo que tu estado les ha permitido acercarse más, al menos, les ha permitido hablar y mira... parece que todo poco a poco va por buen camino
En: Por favor Maria , haz que Lupe que venga a mí, necesito hablar con ella
Ma: De acuerdo pero no puedes ponerte nerviosa (le dijo un tanto preocupada)
En: No me pondré nerviosa te lo aseguro, pero necesito hablar con ella
Ma: De acuerdo
M: ¿Se puede? (asomó la cabeza Marta )
En: ¡Marta hija pasa, pasa!
Ma: ¿Estás segura Encarna? (le preguntó sonriente, mientras Marta pasaba con una canastilla enorme de flores) Eso sí, está loca pero tiene unos detalles
M: Yo también te quiero, anda quita que le dé un besazo a esta mujer que casi nos mata
En: ¿Cómo estás pequeña? (era como acostumbraba a llamarla)
M: Muy bien (la abrazó y entregó cientos de besos por su frente) Tremendamente bien, tenemos mucho de que hablar
Ma: Pues mira así me marcho más tranquila, Alba se ha dormido
M: Yo me quedo, mi churri está por bajo haciendo no sé que
Ma: ¡Ay tu churri!, un monumento se merece tu churri (sonrió dándole un beso a Encarna que sonrió) Mañana estoy aquí
En: Pero hazme el encargo que te he pedido
Ma: Claro. Hasta mañana
M: ¡Eso y a mí que me parta un rayo!, Marieta que estoy con las pastillas y muy sensiblona yo... mujer...
Ma: ¡Ay... que cruz! (se acercó y la besó) No me la marees
M: No, a sus órdenes mi generala
En: Ay no empieces que los puntos saldrán disparados
M: ¡Uy perdón, perdón! (se sentaba cerca de Encarna mirándola con ternura) No sabe lo que me alegro de tenerla de vuelta
En: Sí lo sé, eres una persona fantástica... todo transparencia... ¿qué tienes que contarme?
M: Voy a ser mamá (sus ojos se llenaron de lágrimas y asintió ante el gesto de sorpresa de Encarna)
En: ¿No me digas?, ¡no sabes lo que me alegro hija! (le cogió la mano y sonrió)
M: Pero mire, ya lloro... si es que... mi reputación está por los suelos (se quejaba mientras se limpiaba los ojos)
En: Eso no es malo (sonrió ampliamente recordándole la sonrisa de Alba ) No sabes las ganas que tengo que mi Alba o Natalia tengan uno
M: Pronto yo creo que pronto... como sigan como están... porque no se pueden embarazar que sino... (le guiñó un ojo ante la sonrisa de Encarna) Solo me falta deshacerme de la órale
En: Pobre Lupe... en el fondo me da pena.. pero nunca me quiso escuchar
M: Ya, no ha escuchado ni a Alba , y además ha reprochado a Natalia
En: ¿Qué?
M: ¡Por la Virgen de Guadalupe, que me va de muerte en este caso!, si está recuperándose de una operación... pero es que... no puedo Encarna tengo que contarlo (ponía gesto nervioso)
En: Y me lo vas a contar...
M: Me daré prisa o si me pillan son capaces entre las dos de despellejarme... ahora son novias (dijo un tanto burlon mientras elevaba sus cejas)
En: ¡Cuánta tontería, madre! (dijo mirando al techo)
M: Eso digo yo, lo que necesitan es tener mucho sexo... eso ayuda más que hablar
En: Pues claro, ya le diré yo a mi hija, está con la tontería esa de que está como una quinceañera... a los treinta y tantos ¡por los Clavos de Cristo! (Marta se moría de risa de escucharla, y finalmente Encarna también sonrió) Las entiendo ¿eh?
M: Y yo (se recompusieron algo más) Creo que han sufrido tanto que no quieren volver a pasar por lo mismo, y les puede venir bien este tonteo
En: Sí, sin ninguna duda estoy convencida de ello
M: Ahora... estas acaban con los lavabos... se lo digo yo... (sonrió)
En: Pues harán bien... sin duda... no hay nada como el sexo para que la relación sea fuerte...
M: ¡Ay como sabe usted Encarna... como sabe usted! (la miraba asintiendo con el ceño fruncido)
En: Es que vosotras os pensáis que al verme vieja yo no he tenido lo mío... y os equivocáis de pe a pa
M: ¡Dios como es mi Alonsina!
En: Venga (dijo una vez pararon de reírse) Ahora cuéntame lo que necesito saber

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