Papeles invertidos

3.2K 178 28
                                    

Natalia ya no le contestó, Alba comprobó el cambio cuando estaba la niña y cuando no, comprendió que iba a ser terriblemente difícil aparentar delante de su hija, pero sonrió al pensar en que tarde o temprano, tendrían la posibilidad de besarse por la insistencia de la pequeña, aquello le hizo borrar su sonrisa mínima y dibujar una amplia y enamorada.

Había pasado una hora desde que Natalia se había marchado, disimuladamente Alba miraba de vez en cuando por la ventana pero no veía luz en su casa, pensó que quizá se habría marchado a pasear. Sin duda su madre había hablado con ella, quería pensar que no había hablado nada de Lupe, hasta que ella fuera quien le dijera lo que significaba para ella. Claudia y Marta se habían quedado un rato más, les habían estado haciendo compañía. Cuando se fueron, la niña comenzó a quedarse dormida en el sofá

A: Cariño vamos a la cama
Natali : Chi... pero quero ver a Mamá
A: Sí, venga vamos (la cogió en brazos mientras la niña se apoyaba sobre su hombro) Vamos a llamar a mamá (marcó su número algo preocupada porque seguía sin luz en su casa, daba tonos pero no le contestaba)
Natali : Mamá (le llamaba la niña medio dormida)
A: Espera (volvió a insistir pero sin éxito, comenzó a preocuparse seriamente al ver a la niña dormida, la acostó con su madre) Mamá quédate a Natali voy a ver a Natalia
En: ¿Qué pasa hija?
A: No lo sé no me contesta, igual se ha ido por ahí a dar una vuelta con la moto
En: Ve, ve
A: Te digo algo
En: De acuerdo

Alba tenía un mal presentimiento, su gesto reflejaba una preocupación considerable, cogió las llaves, cruzó la calle a toda prisa, y subió. Los latidos de su corazón le hacían sentirse cada vez más angustiada y aunque trataba de tranquilizarse pensando que no pasaría nada, algo extraño sucedía. Abrió la puerta y se encontró con la casa a oscuras, suspiró, le dio a la luz, su casco estaba allí, sus guantes, tragó saliva cuando se dio cuenta que no lo hacía y su garganta se había secado completamente, pasó al comedor y no estaba, miró en la cocina y no habían señales de ella, entró finalmente a su habitación... y con gesto impresionado susurró al verla.

A: ¡Natalia !

Tras la impresión de verla se precipitó hasta una Natalia que estaba en el suelo, repleta de sudor y tiritando, Alba conocía perfectamente esos síntomas, tenía los ojos cerrados y la cabeza apoyada sobre el armario, sus dientes castañeaban de manera continuada sin poder evitarlo. Alba con rapidez actuó.

A: Vamos Natalia tienes que ir a la cama (trató de cogerle por los brazos)
N: Déjame (decía con voz débil mientras trataba de apartarse)
A: No cariño... vamos estás teniendo un ataque de ansiedad, trata de respirar con calma, ¿cuánto rato llevas así? (le apartó el pelo de la cara mirándola con una ternura infinita)
N: Déjame (insistía tratando de evitar su contacto, de no mirarla)
A: Natalia necesitas ayuda (su voz se quebró sabía que debía estar pasando una crisis y si no se dejaba ayudar empeoraría su estado)
N: No la tuya
A: Por favor cariño (se había agachado a su altura mirándola con gesto realmente preocupado)
N: No me llames cariño, llámame, cabrona ¿no? (por primera vez abrió los ojos, su color amarillento le asustó, reflejaban un dolor agudo una mirada repleta de odio y sufrimiento, junto con una mueca que marcaba el rechazo en su cara, el pánico)
A: Vamos (Natalia se resistió entre temblores y mareos, a Alba le dolió el comentario pero sabía que en ese momento Natalia estaba sufriendo y ella debía ayudarla por encima de cualquier reproche) Mira o vas a la cama de inmediato o te llevo arrastras, ¿tú eliges? (mostró algo de firmeza)
N: Elijo que me dejes en paz (seguía sin mirarla)
A: Natali está esperándote en la ventana, quiere verte así que por favor vamos a la cama y te cambias... la niña está esperando
N: Puedo sola (trató de levantarse pero sus piernas no le respondían) Natali ... (susurró)
A: ¿Has tomado alguna pastilla? (Natalia negó con la cabeza) Seguro (Natalia asintió) De acuerdo, venga vamos...

En el aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora