Con las luces apagadas

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En aquel parque, Alba estaba decidida a terminar con la situación, sabía que no podía callar por más tiempo, que no podía seguir dando esperanzas a Lupe, porque no enfrentarla era dar a entender lo que no era real y sabía que iba a ser duro, pero de todos modos debía hacerlo. Por su parte, Lupe la miraba con atención sabiendo lo que iba a pasar, quiso mostrarse digna y cabal, quiso hacerle entender lo equivocada que estaba, y ante el silbido de los pájaros en los árboles, decidió ser ella quien le diera la oportunidad de desahogarse

Lupe: ¿Cuándo vas a comenzar?, ¿tanto miedo tienes?
A: No Lupe no tengo miedo, sólo me gustaría que pudiéramos hablar con calma y pudiéramos entendernos
Lupe: Cariño creo que tú y yo siempre hablamos con calma y siempre pudimos hablar...
A: No quiero que haya ningún malentendido (le dijo con tranquilidad) Sé a que has venido y por que, pero no puedo...
Lupe: Te dije que volver te alejaría de mí para acercarte a alguien que no te hará feliz porque te faltó el respeto y veo que estaba en lo cierto (le respondió igualmente tranquila)
A: Me gustaría que lo entendieras (su tono mostró un pequeño ruego mientras en el suelo veía una hormiga cargada con algo que era más grande que ella, pero la pequeña hormiga insistía en llevarlo a su nido, de igual modo se veía a ella, tratando de llevar adelante la verdad cargando su amor por Natalia como aquella hormiga cargaba su alimento. Natalia definitivamente era su alimento) Sólo te pido eso, que me entiendas
Lupe: Yo lo entiendo, tú no...
A: La quiero (dijo finalmente con una rotundidad en ella que le sorprendió a si misma porque además miró a Lupe fijamente a sus ojos para que viera que lo que acababa de expresar era cierto)
Lupe: No la quieres
A: No voy a tratar de convencerte Lupe (hubo una pausa, para tras un soplido agregar) No me gustó que me ocultaras que había venido
Lupe: ¿Para qué crees que lo hizo? (la miró fijamente)
A: Porque sabe que necesito apoyo en este momento
Lupe: Quieres que te diga la clase de apoyo que te iba a dar ella...
A: No la conoces... solo venía para ayudarme y apoyarme
Lupe: Yo te doy lo que necesitas
A: Lo sé y te lo agradezco (le sonrió tratando de no exasperarse, respiró profundamente observando como una niña pequeña caía y su madre la levantaba, así le había ayudado ella a levantarse, entonces la miró con cariño, con respeto para decirle) Pero en ti no puedo ver lo mismo que en ella
Lupe: Claro, porque yo te doy amor puro, limpio y mi vida entera para ti, ella te da dudas, te da un sentimiento de pagar culpa
A: No Lupe, sigues estando equivocada, Natalia es el amor de mi vida siempre lo fue... tú mejor que nadie me vio sufrir por su ausencia... la quiero... y no sé porque no lo entiendes o no lo quieres entender. Mira lo del ramo de flores no lo entendí y menos en el hospital o sí ahora me doy cuenta de lo que pretendías, sabías que ella estaba allí y que lo vería (negó con la cabeza frotándose la frente demasiadas cosas le habían sucedido en demasiado poco espacio de tiempo, y tras una pausa continuó) Lo siento Lupe pero no puedo dejar que sigas pensando que algún día podría estar contigo, no sería justa conmigo y mucho menos contigo (le dijo con dulzura)
Lupe: No vas a poder... no vas a poder... (le repitió)
A: La amo, simplemente la amo (la miró elevando las cejas)
Lupe: Ella está aprovechando este momento, si te das cuenta la enfermedad de la niña, la de tu madre, todo lo está aprovechando, me echó de su casa porque sabe que yo me doy cuenta de cómo te quiere manejar
A: La única que trata de manejar mi situación como muy bien dices, eres tú. Y por mucho que me digas contra Natalia, por mucho que quieras aplicar tus pensamientos sobre mi vida, te equivocas, la amo, la amo como no he amado a nadie y la necesito como jamás necesité a nadie. Y eso lo dice mi corazón, y nunca lo entendiste. Sin embargo, ahora mismo no puedo pensar en ella, no puedo pensar en ti, sólo te pido que entiendas mi momento, si tú me quieres apoyar como amiga, hazlo, por mí encantada sabes que te quiero que te aprecio muchísimo Lupe, me ayudaste
Lupe: Poco te importo yo (le dijo molesta interviniendo con rapidez)
A: Te equivocas otra vez, me importas por eso te estoy hablando con el corazón en la mano Lupe, por eso (cerró los ojos suspirando profundamente)
Lupe: ¿Has hecho el amor con ella? (la miró fijamente)
A: No, en la boda de Marta cuando nos reprochamos todo pero aquello no fue... no fue...
Lupe: Así que lo que está buscando es acostarse contigo (susurró moviendo la cabeza hacia delante)
A: No, te lo aseguro, nosotras tuvimos una relación maravillosa repleta de ternura, de momentos íntimos compartiendo cualquier mínima cosa, no necesitamos estar de esa manera
Lupe: ¿Te oíste?, nunca serás feliz a su lado, porque tú no buscas en ella una pareja, buscas una amiga que te proteja, te ayude a salir adelante, te lo dije en México, y ahora mucho más, ahora mismo estás perdida sin Encarna y con la posibilidad de que muera, ¿y qué piensas?, en los abrazos de Natalia, no piensas en los que yo te he dado, la necesitas, eres dependiente en cierta manera de ella, y no saldrá bien, nunca saldrá bien. En cambio yo te doy todo lo que tengo, un amor que ya te dije es eterno, a ti a la niña, te lo doy todo Alba
A: Lo que tú me das te lo agradezco, pero tampoco te haría feliz
Lupe: No me importa
A: Ves... tú no me quieres, yo no soportaría estar con alguien que no me amara, sin embargo, tú me quieres tener a toda costa
Lupe: Eso son palabras de tu mamá
A: No Lupe, esos son palabras de mi corazón. Lo siento, si quieres estar a mi lado, debes saberlo, no puedo estar contigo de otra manera que como amiga. No quiero hacerte daño y más sincera no puedo ser
Lupe: Dame una oportunidad, nomás una para mostrarte la verdad
A: No, ya te lo he dicho, ni a ti, ni a ella, solo quiero centrarme en mi madre, y desde luego cuando esto lo supere, centrarme en Natalia , simplemente porque es la mujer de mi vida

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