En el aire

Martaudia

De aquella manera después del brindis las risas continuaron hasta que poco a poco fueron retirándose, Marta no pudo evitar que Maria se la llevara a su casa, y Claudia no pudo evitar que Cruz se la llevara a la suya. Así hasta quedarse solas Natalia y Alba con la niña que seguía excitadísima después de tantas risas

N: Dame un beso cariño que me voy (dijo finalmente Natalia )
Natali : ¿Po que? (volvió a preguntarle con ese gesto de incomprensión que le ponía siempre que le decía que se iba y la dejaba)
N: Porque ya es tarde y debo irme a casa (trató de no mirar mucho a su hija)
A: Sería mejor que te quedaras... me quedaría más tranquila (le dijo con ternura Alba )
Natali : Chi mamá, chi... amos a mimir juntitas (la ilusión de la niña era completa)
N: Pues... (era imposible llevarle la contraria y hacerle daño, con rabia porque quedarse por la niña significaba también quedarse junto a Alba dijo finalmente) Vale... me quedo
Natali : Bien, bien, bien ¿amos a leer un cuento?
N: De acuerdo
A: Por favor que se acuerde... que se acuerde... (murmuraba Alba con las manos unidas sobre su barbilla)
Natali : Mami ven a mimir (Natalia se detuvo en seco aquella propuesta de su hija le hizo quedarse helada)
A: No cariño mami duerme aquí (dijo tratando de mostrarse convincente aunque su interior saltaba de alegría)
Natali : ¿Po que?, yo quero domir con vosotas... ¿verdad Natalia ?, dile a mami que venga a mimir

Natalia cerró los ojos mientras se mordía el labio inferior y apretaba los puños, Alba también se mordía el labio pero para no sonreír demasiado abiertamente. Notó como su espalda se encorvaba un poco por la rabia de la respuesta que debería dar. Aquello le dolió pero pensó que una vez dormida la niña, podría remediar el dolor que Natalia estaba sintiendo, sólo quería abrazarla y rogarle que la perdonara, susurrarlo hasta grabárselo en la cabeza y en el corazón

N: Claro... ¿por qué no?
Natali : Chi, chi, chi (saltaba alegre abrazándose a las piernas de Natalia ) Voy por un cuento

La niña salió corriendo dejando a la pareja en la habitación, Natalia de espaldas a Alba , Alba mirando a Natalia , hasta que de pronto antes de que llegara la niña, Alba quiso ganar tiempo y se acercó, hablándole en voz baja a Natalia para que la niña no llegara a escucharlas

A: En cuanto se duerma me iré al sofá, tranquila
N: Alba , no me mandes recaditos estúpidos a través de la niña, ¿vale? (su gesto tosco y su voz rezumaba por todos los lados una advertencia seria y contundente)
A: Si me dejaras hablar
N: ¿No te das cuenta que no quiero?
A: Por eso mismo, tengo que insistir porque yo sí quiero hablar (la miraba sin dejarse amedrentar por aquellos ojos repletos de ira)
N: Te lo advierto Alba , déjame en paz y no uses a la niña
Natali : Ya tengo el cuento
A: ¿Entras tú a cambiarte o voy yo? (Natalia no contestó cogió el pijama y se metió en el cuarto de baño. Mientras Alba cerraba los ojos un tanto descolocada por su frialdad) Joder
Natali : Eso no se dise mami
A: Tienes razón, venga a cambiarte y a la cama
Natali : Chi, hoy voy a mimir mu ben mami entre las dos ¿puedo?
A: Claro mi vida... claro que puedes (sonreía al ver la alegría de la pequeña por el hecho de compartir cama con sus madres)
Natali : Natalia no se va, ¿verdad?
A: No, se queda con nosotras... no te preocupes...
Natali : ¿Pada siempre mami?
A: Ojalá cariño... ojalá (la puerta del baño se abrió y una Natalia seria salió, aunque al ver a su hija poniéndose el pijama, se esforzó por sonreír) Ahora vuelvo, no empecéis el cuento sin mi
Natali : No mami... ¿sabes mamá?, toi contenta de que te quedes (se abalanzó sobre ella abrazándola con fuerza)
N: ¿Sí? (la miraba sonriente)
Natali : Chi (asintió convencida)
N: Oye Natali ... ¿Alba te ha dicho que me quede?
Natali : No (negó con la cabeza aunque una sonrisa traviesilla la traicionó a la pequeña)
N: Me lo temía (esta vez quien negó fue ella con un fuerte suspiro mientras acariciaba la cara de su hija con cariño) ¿Oye princesa dime una cosa, me quieres?
Natali : Claro mamá, te quero mucho (la abrazó besándola con pasión en sus mejillas)
A: Ya estoy aquí (apareció con un camisón muy corto y muy escotado de seda, Natalia no recordaba haberlo visto nunca, de repente sintió un cosquilleo en su estómago) ¿No habréis empezado sin mí?
Natali : No mami (se metió en la cama con ella sonriendo) Venga mamá lee
N: Pero que marimandona eres ¿eh? (le dijo cogiendo el cuento)
A: Es cierto... no sé a quien me recuerda (le elevó las cejas sin dejar de sonreír mientras Natali se tapaba la boca graciosamente acompañando la risa De Alba )
N: Está bien, esa parte no la he escuchado (sonrió tímidamente también sintiéndose de repente terriblemente tranquila y reconfortada)
Natali : Lee mamá...
N: Voy, ¿qué cuento es este? (lo miró por encima pues no recordaba su titulo de haberlo visto antes)
Natali : Me lo regaló Lupe es de una niña india
N: Ah ("Lupe otra vez Lupe... maldita sea") Pues nada vamos allá