Rompiendo cadenas

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En el hospital, la tarde había sido tan liada que a Alba  no le había dado tiempo prácticamente a pensar, tan solo a recibir dos riñas de Sonia, y una petición de Raúl para llevarla a casa.

Raúl: Me alegro de poder llevarte
A: La verdad que te lo agradezco
Raúl: No hay por que (le sonrió) ¿Cómo va todo?, no hemos podido casi hablar
A: Bien, bueno... preocupada por mi madre
Raúl: Ya... ¿y... Natalia ? (Alba  calló no le quiso contestar) Mira, sé que fue muy duro cuando la encontré en el parque y tan solo murmuraba tu nombre, fue realmente impactante (Alba sintió una punzada en el corazón) No sabía que te quería tanto
A: Ya... la verdad que ha sido muy difícil
Raúl: ¿Puedo decirte algo?
A: Claro
Raúl: Un amor como ese, no te va a ser fácil encontrar, yo de ti, lucharía por ella, lucharía hasta el final... no puede haber perdido todo aquel amor que le hizo volverse loca
A: Lo sé, pero es muy complicado, pero desde luego voy a luchar
Raúl: Lo que necesites...
A: Gracias y me alegro que lo veas así
Raúl: Yo era de los que pensaba que dos personas del mismo sexo no podían sentir, no sé, era como algo raro ¿no?, nunca he creído en esas historias, pero ver en aquel estado a Natalia , me hizo replantearme muchas cosas
A: Ya... la verdad que yo tampoco pensaba que se puede amar a tanto a alguien de tu mismo sexo, que puedes rogar morir si no la tienes, no sabía que se podía ser tan feliz con otra mujer, Natalia  me enseñó muchas cosas, y una de ellas fue a creer en el amor, y yo le pagué de ese modo.
Raúl: Bueno Alba , pero habrás tenido tus razones, lo mejor es hablarlo, estoy seguro que todo se arreglara porque si has vuelto, sé que es por ella.
A: Gracias, eso espero (le mostró una alegre sonrisa)

Al llegar a casa estuvo contándole a Encarna su jornada laboral, después se puso a preparar la cena y mientras lo hacia le llamó Natali

A: ¡Mi vida como estás!
Natali : Ben mami, hemos jugado en ina
A: ¿Sí mi vida? (sonreía)
Natali : Chi

Mientras la niña hablaba con su madre, Natalia se acercó a Marta  quien miraba a lo lejos a Claudia que había ido a sacar su maleta.

N: Marta  quiero pedirte un favor
M: Claro (le dijo sin apartar su mirada de Claudia)
N: Quiero que esta noche me dejéis sola en la cabaña (Marta  se giró) Vete con Claudia no te quedes aquí
M: Pero...
N: Por favor... (le puso gesto suplicante)
M: Vale. Oye Natalia  déjame decirte algo
N: Si es...
M: Ha sido coincidencia (le interrumpió) yo no sabía quien había...
N: No me tienes que dar explicaciones, es tu boda sois vosotras quien os casáis, y yo estaré encantada de ser tu madrina (le sonrió y Marta  le devolvió la sonrisa) Venga iros... ya se lo digo a mi madre
Marta : ¿Estás segura?
N: Sí por favor, no seas pesada, va
Marta : De acuerdo, mañana nos vemos (fue al encuentro de Claudia y le dijo seria) Devuelve la maleta que está noche te juro que te dejó en los huesos
Claudia: Pero... (decía desconcertada)
M: Natalia  me ha echado de casa
Claudia: Joder... no para de sorprenderme para bien o para mal (sonrió)
M: Venga mi amor... no perdamos tiempo (y así entre carcajadas subieron al coche)

Natalia  desde detrás de la cortina las vio marcharse en el coche, con una ilusión que ella también vivió una vez, con una emoción que ella también sintió una vez. Pero la voz de la niña la sacó de sus pensamientos y por supuesto De Alba.

Natali : Chi mami tú eres una lagatija
A: Pero a ver mi amor... ¿una lagartija? (le preguntaba desconcertada aunque con la sonrisa en la boca)
Natali : Chi mami chi, una lagatija ¡no te enteras de nada! (aquella frase le provocó a Natalia  una carcajada que tuvo que tratar de amortiguar con su mano)
A: Vale mi vida, vale (decía sonriente)
Natali : Pues ahoda me voy a mimir
A: Muy bien mi vida, ¿con quién duermes?
Natali : Pos tía Elena
A: Ah, vale
Natali : Hata mañana mami, te quero mucho
A: Y yo mi vida (oyó como la niña daba un beso al teléfono y como colgaba) Y yo también os quiero
Natali : Ya ta mamá
N: Muy bien, pues ahora a lavarse las manos y a la cama
Natali : Chi
N: Lagartija (susurró mientras la niña salía corriendo a lavarse las manos)

En el aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora