“¿Dónde está Terry?”
Dos días después, aún por la mañana, esa era la frase que su madre esperaba que pronunciara en cuanto despertó; sin embargo, la exactriz permaneció en silencio por unos minutos.
—¿Finalmente saben que ha sucedido? —desde el día anterior le habían reducido considerablemente la dosis de analgésicos al notar que ya no se quejaba por dolor, ni tampoco intentaba moverse un solo milímetro.
—Debes ser fuerte —fue la frase con que su madre inicio—. El médico me explico que… antes de la segunda cirugía, tú… —le era bastante difícil explicar.
—No me digas más —era notorio que a su madre le costaba trabajo todo lo que conllevaba el proceso de su salud—. Esperaré hasta que venga el médico.
—Señora Marlowe —justo en ese momento una enfermera le llamo y le espero en la puerta, pues había solicitado que le avisarán en cuanto llegará alguien preguntando por su hija—. El señor Graham está esperando —sabía muy bien que él sería el único que les visitaría.
—Gracias. Hágalo pasar —le espero fuera, ya que también el médico estaba por hacer su revisión matutina.
Le molestaba tener que haber recurrido a él, pero la situación de su hija lo ameritaba.
—Espero que ahora sí pueda explicarme lo que esta sucediendo —Terry estaba realmente enfadado—. Si iban a terminar haciéndome venir, debieron decirme todo desde un principio.
—Buen día, Terrence —la mujer mantenía su dignidad—. El médico se acerca. Le ruego esperar un poco y que sea el mismo quien atienda sus dudas sobre el estado de mi hija. Después hablaremos del resto.
—Susy… —perdió el aliento en cuanto puso un pie dentro de la pieza y noto la estructura que rodeaba a su prometida.
—Terry… —incapaz de un solo movimiento, consciente de su grotesco estado, aparto la mirada, sin poder decir nada mas.
—Buen día —el médico entró en el momento justo—. ¿Cómo se siente? —pregunto, al tiempo en que tomaba el expediente y comenzaba a revisarlo para enseguida entregarlo al otro cirujano que le acompañaba.
—¿Cómo quiere que me sienta? —un par de impacientes lágrimas comenzaban a tomar forma en sus ojos.
—Tranquila. Él es el doctor Bentley; es neurólogo. A partir de este punto él es quién se hará cargo de su tratamiento —les confirmo antes de despedirse y retirarse.
—Susana; haremos lo que esté a nuestro alcance para que usted se encuentre tranquila.
—¿Por qué tiene todos esos aparatos? —intervino Terry, aún sin comprender nada.
—¿Usted es?
—Terrence Graham. Susana es mi prometida.
—Entiendo. Descuide señor Graham; en un momento daré la orden de retirarlo todo; fue una medida que se tomó antes de los últimos estudios que se le realizaron.
—¿Ya saben que es lo que tengo?
—Susana; usted, su prometido y toda su familia deben ser aún mucho más fuertes de lo que han sido hasta ahora —comentó, anticipando lo que diría—. Lamentablemente, tiene una lesión en las vértebras cervicales, por encima de la C4, que está causando un cuadro de tetraplejía. Es por ello que ha perdido el control y sensibilidad de su cuerpo y también es la causa de su dificultad respiratoria. El retraso con el diagnóstico se ocasionó gracias a que hubo una confusión debido a que el motivo de su ingreso fue por el problema que presentaba en la espalda.
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Miles de Mentiras
FanfictionNominado en los Terryfics 2019 y 2020 No te amo, nunca te ame y jamás te amare; escúchame sin importar lo que leas en mis ojos. Originalmente publicado en ff el 4 de septiembre del 2018 Dolor/Consuelo - Drama Registro de autor SC181229392977 Se proh...