Miles de Mentiras

XII

“¿Por qué todo el mundo me dice lo que tengo que hacer?
¡No!, este es mi sueño y decidiré como continua.”

Alice in Wonderland

XII

—Esta mañana recibí tu mensaje y es por ello que estoy aquí. Así que, ahora no me vengas con que esto es una sorpresa para ti —era claro que no había despertado de buen humor.

—¿Podrías, por favor, no romper mi ilusión? —respondió la actriz—. Sólo trataba de imaginar que mi hijo vino a comer conmigo por voluntad propia.

—¡Claro!... Tu hijo; siempre y cuando no estén nuestras carreras de por medio...

—¿Olvidas que fuiste tú quien me exigió que me mantuviera al margen de tu carrera? Incluso, cuando estuviste en “Romeo y Julieta”, te angustiaba la idea de obtener el papel solo por ser mi hijo —el chico no pensaba darle la razón, pero tampoco negaría nada; a pesar de los roses y los frecuentes lapsos en que solían distanciarse.

—No tengo suficiente tiempo. —finalmente rompió el silencio—. ¿Para que querías que viniera?

—Es simple —miro a su hijo, notando que nada estaba bien respecto a él—; Susana.

—Eleonor; no tengo porque decirte todo lo que pasa con mi vida y mi relación…

—Pero al menos podrías contarme de tus problemas, en lugar de que tenga que enterarme por terceros.

—¿Quién te lo dijo? —rogaba que no mencionara a la prensa.

—Robert —contesto de inmediato, con toda la seguridad que poseía.

—Sabes bien que…

—Y tú; sabes bien que no apruebo tu relación con la señorita Marlowe —tomo un poco de agua, mientras Terry dejaba la sopa—. Pero eso no quiere decir que no te apoyaré.

—No necesito la ayuda de nadie —mascullo.

—Por lo que me enteré; lo que dices está muy alejado de la realidad.

—Eleonor…

—Eleonor. ¡Nada! —le silencio—. Te ayudaré, te guste o no. ¿Entendido?

—Pero… —cualquier pretexto que haya tenido en mente, nunca lo expresó—. Está bien… —sería un gran alivio—. Gracias…

—Eres mi hijo. Es lo mínimo que puedo hacer por ti… —guardaron silencio mientras la doncella les servía el plato fuerte—. Ahora dime; ¿Qué tan grave está Susana?

x – x – x

—Antes de continuar con el ensayo, quisiera que todos nos reunamos en el escenario. Y cuando digo “todos”, también me refiero a todo el personal del staff —dijo el director.

Esa misma tarde, luego de visitar a su madre, le tenían preparada una sorpresa, muestra del apoyo y cariño de todo el grupo.

—¿Terry? —el aludido se acerco al ser llamado, aún sin comprender nada—. En nombre de toda la compañía Stratford; te hago entrega de este sobre, muestra de nuestro cariño y apoyo hacia ti y Susana.