Un lobo enamorado

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Al día siguiente, Vene y Manuel conversan sobre la fiesta de esa noche mientras pasean por el patio del colegio.

-Debes ponerte lindo.- dijo ella sonriendo y dándole un codazo.

-¿Cómo?

-¿Qué te pondrás?- Manuel se mira la ropa que trae puesta.

-Yo creo que esto mismo.- dice sin darle importancia.

-¡¡Manuel!!, ¿cómo vas a ir así?

-¿Qué tiene de malo?

-Primero, tus jeans están rotos en las rodillas. Segundo, tu polerón tiene sucias las mangas. Tercero, a esas zapatillas están todas rotas en la orilla. ¿No tienes ropa decente? ¿hace cuanto no te compras?

-Resulta que no estoy en una situación económica muy buena, que digamos, como para estar gastando en ropa.- dijo con ironía, un poco molesto por el comentario de su amiga.

-Pues iremos de compras.

-Que no tengo dinero.

-Yo te presto.

-No, por favor.

-Sí que sí, hoy iremos de compras.

-Mi papá no me dejará salir. Tendré que irme por la ventana para ir a la fiesta.- Vene no se sorprende, está al tanto de la situación en casa de su amigo, así que piensa en una solución.

-¡¡Ya sé!!, yo te escogeré tu ropa, eres como una talla más grande que yo, así que no habrá mucho problema. Te la llevo en cuanto pueda.

-Vene, no es necesario. No lo hagas o me enojaré en serio contigo. Te lo advierto.- ella suspira.

-Ya, ya, no lo haré.- dijo cruzándose de brazos.

Esa tarde, al llegar a casa, al igual que el día anterior, se encontró a su padre que le gritaba a su madre, mientras ella lloraba en silencio. Manuel no podía hacer nada, aunque esto haya pasado miles de veces durante su vida, seguía sintiendo una impotencia enorme por no poder defenderla. Lo único que podía hacer era ir y abrazarla cuando su padre se fuera.

-No sé por qué dejas que te trate así.- le dijo mientras lavaba los platos después de comer, mientras Tiare estaba a fuera de compras y su padre dormía en su cuarto.

-Cuando tengas un alfa, entenderás. Te mantendrá y tú deberás aprender a obedecerle, es lo justo y así debe ser.- Manuel aveces no podía creer que su mamá estuviera de acuerdo con ese trato.

¿En serio eso era la vida de un omega? ¿encontrar un alfa para que te mantenga y a cambio tú debes servirle? No podía ser.

-No quiero un alfa que me mantenga. Mírate, mamá, en lo que te convirtió. ¿Enserio quieres verme como tú algún día?

-Es lo que toca, hay que aceptarlo. Deberías estar agradecido. Sin tu padre no tendríamos nada.

Después de terminar de lavar, fue a su cuarto y se quedó pensando en lo que le acababan de decir. No quería terminar como su madre, la amaba mucho pero su vida era miserable.

Escucha que tocan la puerta y abre su madre.

-¡Manuel, te buscan!- dice ella desde la entrada.

Curioso, se levanta a ver quien lo quería. Se sorprendió al ver a Vene ahí parada.

-Toma.- dijo ella ofreciéndole una bolsa de papel. Él mira dentro de ella.

-¡Te dije que no lo hicieras!- dijo al ver unas prendas de ropa.

Wolf Legends - Leyendas de lobo ~ OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora