Oportunidad al otro lobo

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Llega a la entrada de la casa, y antes de abrir la puerta siente una sensación extraña, entra rápidamente y se encuentra con su mamá.

—Hay... alguien esperándote...— dijo antes que nada señalando el cuarto del chico, él la mira confundida y camina hacia allí, y al entrar, lo primero que ve es a un joven que al sentirlo, se voltea a mirarlo.

—Oh, hola, Manu.

—Ho-... ¿Marcos?— el joven asiente. Manuel no lo creía, el tipo estaba diferente a como la última ves que lo vió, se veía más arreglado y no tan despistado como en la ocasión anterior. El omega se queda plantado en la puerta unos segundos sin entender.

—Tu mamá me invitó para que nos viéramos... ya sabes...— Manuel asiente, aún confundido y sin saber qué decir.

—Espera un segundo aquí.— luego sale de su cuarto y va hacia donde Rayen. —¿Y eso qué?

—Bueno, quería que pudieran hablar o algo así...

—Mamá, ya te había dicho que no.— habló enrabiado.

—Oportunidad por oportunidad. Listo.— su hijo abre la boca y frunce el ceño. —¿Quieres que le dé una oportunidad a Martín? Dale una oportunidad a Marcos.

—Esto no lo hablamos ni...

—Sólo quiero que hablen un aunque sea un poco, verás que no es mala idea. Podrás conocerlo y ver si te gusta o no. Saldrán a comer algo, a almorzar a alguna parte y nadie los va a molestar. Si no lo haces, no aceptaré a Martín.— Manuel se enoja aún más.

—¡Estás cambiando todo! Ni siquiera me avisas o dices algo, solamente ¡bam! Y aparece en la casa, no es justo.

—Dije oportunidad por oportunidad.

—Pero...

—Sin peros, es lo último que voy a decir.— Manuel gruñe enojadísimo, pero se resigna y le da la espalda para volver a su cuarto, donde Marcos miraba unos cuantos libros que habían en una repisa.

—¿Te gusta leer?

—Ajá.— responde el omega, aun molesto con su madre.

—¿Esto fue muy inesperado para ti?

—Ajá.— Marcos lo mira y sonríe.

—Pues bueno... por lo que tengo entendido, tienes una especie de trato con tu madre, y en realidad no quiero incomodarte ni hacerte pasar un mal rato, así que si quieres salgamos a algún lugar simple y charlamos, yo creo que con eso ella estará conforme.— Manuel asiente, y al instante siente un escalofríos y sube la guardia, y mira hacia afuera del cuarto.

—O-oye, discúlpame un poco... ya vengo, no tardaré.— el alfa asiente un poco confundido y Manuel sale de la pieza, camina hacia la entrada y sale de la casa rápidamente, y era justo lo que pensaba. —¿Qué haces aquí?— dice al ver a Martín acercándose tranquilamente.

—Ah... quería venir a verte.

—¿Cómo es que tardaste tan poco en tu cosa del trabajo?

—Me fui de inmediato del cole hacia allá, y en realidad no fue mucho y tampoco queda tan lejos, y creo que te seguías sintiendo mal así que...— se interrumpe y se pone rígido.

—¿Martín?— el rubio había apretado los dientes, y miraba hacia la casa. Ya lo sabía, y el moreno se dio cuenta. —Martín, escucha... ¡Mírame!— dice girando su cabeza para que lo viera. —Escúchame bien, no es broma, vino un tipo con el que mi mamá quiere que salga.— Martín abre la boca para hablar. —¡Escúchame!, si no le doy una oportunidad, ella no te la dará a ti.— Martín aprieta los dientes de nuevo, y sentía cómo Eliot comenzaba a ponerse nervioso.

Wolf Legends - Leyendas de lobo ~ OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora