Inhaló y luego suspiró antes de hablar.
-Primero que nada, Mamá, él es Martín, un compañero del colegio.- la pareja estaba sentada en un sillón, y en el sillón de al frente separados por una mesa baja está Rayen, quien mira a ambos expectante. -Martín, ella es mi mamá.
-Un gusto.- dice él, tratando de causar una buena impresión.
-Igualmente.- responde ella.
-Hace unos meses, me dejaste ir a su cumpleaños a escondidas de papá.- ella asiente, pero Martín lo mira sorprendido, pues no sabía que había ido sin que su padre supiera, y encima con la aprobación de su madre. -Esa vez... no volví a las dos como te dije.- y ahí es cuando Rayen se empezó a enfadar, pero no dice nada para que su hijo continúe. -En realidad... volví a la mañana siguiente. Resulta que nosotros bebimos y... no llevaba a mano pastillas...- La mujer lleva su mano a su cabeza al empezar a asumir lo que estaban apunto de contarle. -Y pues...- Manuel empieza a bajar la voz y evita mirarla, mientras Martín no sabe qué hacer en momentos como ese. -Llegó mi celo... y nos... acostamos...- ambos cierran los ojos a esperar a que ella les gritara o algo, pero nunca pasó. Sólo seguía con la cara tapada, dio un largo suspiro. Enojada.
-¿Te das cuenta...?- comienza ella.
-Eso no es todo.- interrúmpete su hijo, Rayen le hace una seña para que continúe hablando. -No nos protegimos.- escupió, haciendo que Rayen volviera a taparse la cara con una mano. Luego levanta la mirada.
-¿Entonces estás...?- dice apuntando hacia el vientre de su hijo, y él asiente. -¿No lo vas a abortar?
-No, mamá. Ya está decidido, queremos tenerlo. Martín está buscando trabajo para ayudar a cubrir costos, pero no podemos solos y necesitamos ayuda. Además que no sabría como cuidarlo.- ya comenzaba a hablar sin tanto rodeo. Rayen asiente.
-¿Te das cuenta lo que hiciste?
-Yo...
-¿Cómo te vamos a conseguir alfa ahora?
-¿Qué?- dicen Martín y Manuel al unísono.
-Planeábamos arreglarte un matrimonio cuando te graduaras del colegio, igual que a mi con tu padre, pero nadie te va a querer con un niño que no es propio.
-No, mamá, no. No me van a arreglar un...
-Es por tu bien, te hubiéramos conseguido un alfa que te mantuviera y que te diera unos buenos hijos.- Martín abre la boca sin creer que había dicho eso, y no era algo de ego, sino por aquella mentalidad que tenía.
-Mamá, no estamos en una época medieval, no necesito que me escojan mis parejas. Yo estoy con quién desee estar.- dice el chico sin querer enojarse con su madre, pues no era su culpa estar diciendo esas cosas. -Además...- en ese momento él toma el cuello de su suéter y se lo baja, mostrándole la mordedura a la mujer, quien se levanta de golpe al verla.
-¡¡Manuel!! ¡¡¿Cómo mierda te vas a quitar esa cosa ahora?!!- dice a la vez que Manuel también se levanta, seguido por Martín, quién no sabe en dónde meterse.
-¡No me estás entendiendo, aunque pudiera no me lo quitaría! ¡Tendré mi bebé y estaré con quien quiera estar!- Rayen suspira. -Mamá.- dice acercándose y hablando más despacio. -Necesito ayuda, por favor.- dice tomándole sus manos y mirándola a los ojos. -No puedo sin ti, y de todos modos no puedes hacer nada por ahora.- mira hacia Martín y le extiende una mano, este se acerca y se la toma. -Danos la oportunidad, a Martín y a mi.- ella se los queda mirando, y suspira otra vez.
-¿Cuánto le queda?- pregunta refiriéndose al embarazo.
-Cinco meses.
-Tu padre vuelve en tres, te ayudaré con lo que alcance hasta entonces. Cuando llegue tu padre se hará lo que él diga.- Manuel sonríe y la abraza.
-Ufff... gracias.- unos segundos después, se separan.
-Entonces, ustedes dos...- dice ella señalando a los dos chicos.
-Ehhhmmm... es raro... como que sí pero no... nada formal.- eso hace mirar a Martín hacia otro lado.
Después de un rato, en que se aclaran otros pequeños detalles, Manuel y Martín decidieron salir a hablar, y en la entrada se encuentran con Tiare que acababa de llegar. Manuel le promete aclararle todo en cuanto volviese, y ella acepta molesta.
-Siguiendo con la pregunta de tu mamá, ¿qué somos?
-Por ahora... los padres de un mismo hijo o hija.- dice Manuel con lástima, sin querer mirarlo.
-No entiendo que más hace falta. Estamos enlazados, tendremos un hijo, nos gustamos, tu mamá nos medio aceptó, somos pareja de destino...
-Primero, lo de las parejas de destino o almas gemelas es una leyenda. Esa cosa no existe. Segundo, no es que haga falta algo... sólo no me siento listo para algo "oficial" y eso.
-Tendremos un hijo, y no te sientes listo para estar con alguien.
-Es difícil, perdón, no me presiones.- dice con tristeza. -Sólo no me gusta la idea de ser propiedad de alguien y...
-No serías de "mi propiedad", y lo sabes. Me lástima que hables así por mí.- mira hacia otro lado con un nudo en la garganta.
-No es por ti, es algo general...
-Entonces dejémoslo así como dijiste: padres de un mismo hijo o hija. Pero entonces al menos ya no me beses ni dejes que te bese.- Manuel lo mira. -De verdad me ilusiono cuando nos besamos... y por unos segundos creo que sí me aceptarás del todo... pero...- No termina de hablar.
Los besos no lo hacía para lastimarlo, pues en serio quería besarlo, de todos modos seguía enamorado aún sin entender por qué. Pero no quería engancharse oficialmente con alguien, pues al pensar en el futuro no podía evitar imaginarse a sí mismo como a su madre. Además de que antes de que ocurriera todo ese embrollo, nunca se había imaginado tan cerca de él.
No hablaron mucho más después de eso, y ya se empezaba a oscurecer. Acordaron que al día siguiente sería turno de los padres de Martín, y Manuel iría allá después del almuerzo. Ambos se despiden, y cada uno vuelve a su casa.
-¿Y entonces?- fue lo primero que preguntó Tiare al abrirle la puerta a su hermano.
Manuel se sienta y le cuenta acerca de quién era Martín y lo que sentía por él. Luego le explica lo de la fiesta y lo que había ocurrido, la mordedura, y que descubrió que esperaba un hijo, pero omitió el tema acerca su plan de huida.
Tiare se mostró emocionada por la idea de ser tía, y el que fuera a haber un bebé en la familia, pero le preocupaba su padre y como reaccionará cuando se entere de lo de su hermano, y el chico le cuenta el acuerdo que mantiene con su madre, y la alfa le asegura que encontrarán alguna solución.
Ambos se abrazan.
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Wolf Legends - Leyendas de lobo ~ Omegaverse
FanfictionSu madre siempre le había dicho que los omegas existían con el único propósito de servir a sus alfas y cuidar a sus crías, pues ellos eran el sostén de la familia y quienes se aseguraban de que tuvieran comida y techo. Manuel temía que eso fuera ver...