Ambos iban en el auto, Marcos manejaba en silencio, mientras que Manuel iba en el asiento del copiloto, de brazos cruzados y mirándose los pies.
—Oye, en realidad no tengo mucha hambre.— dice el conductor, rompiendo el silencio. —¿No quieres mejor ir al parque? Podríamos comprar algo pequeño allí para comer.— el omega sólo asiente sin mirarlo.
Marcos conduce un rato más, luego se estaciona. Ambos caminan hasta al parque y pasean un rato, mientras que la incomodidad de Manuel crecía, e intentaba respirar hondo el aire fresco para intentar tranquilizarse, mientras que el otro parecía normal.
—Vamos por churros, un amigo dijo que los que vendían en ese carrito sabían bien.— dice el mayor señalando, y el omega sólo lo sigue en silencio.
El joven se acerca y pide los churros, y en el momento que va a pagar por ambos, Manuel lo detiene sosteniendo su brazo.
—Puedo pagar el mío.— dice sacando unas monedas del bolsillo, el otro sólo se encoge de hombros.
—¿Quieres sentarte?— pregunta una vez que ambos tienen la comida, el chico asiente, así que ambos se dirigen a una banca y Manuel se sienta a un lado, apoyando su espalda en el posabrazos, abrazando la rodilla que estaba del lado del respaldo, cosa que quedó mirando hacia su acompañante. Ambos comen en silencio unos segundos. —¿Puedo preguntarte algo? Si es muy personal o te incomoda puedes decírmelo y no insistiré.— Manuel vuelve a asentir. —¿Estás esperando un hijo?— el chico abre los ojos y traga al instante ante la pregunta inesperada, luego sube su otra rodilla y abraza ambas, cubriéndose el vientre.
—¿Se nota demasiado?— dice mirando hacia un lado, avergonzado.
—No me malinterpretes, no te ves mal ni eso... sólo que... conozco a muchas personas que han tenido hijos, y la verdad es que hasta cierta altura se puede sentir.— dice señalando su nariz. —Oh, espero no haberte ofendido.— dice sinceramente.
—No me molesta.— dice con un suspiro. La verdad es que él simplemente no se sentía a sí mismo ningún aroma, pero si lo notaba alguien que tenía experiencia en eso, dentro de poco lo empezaría a notar más gente.
—¿Puedo preguntar otra cosa?
—Sí.
—Si esperas un bebé, ¿por qué tu madre quiere esto entre nosotros?— dice señalando a ambos.
—El matrimonio entre ella y mi papá fue arreglado por mis abuelos, y lo mismo querían para mi, pero resultó esta situación...— apunta hacia su vientre. —... y mi padre no lo sabe aún. Mi mamá no acepta del todo al padre...— dice refiriéndose a Martín. —... y aún quiere que yo esté con alguien que ellos escojan, tú por ejemplo. La cosa es que mi madre dijo que le daría una una oportunidad al padre si yo te la daba a ti, pues no quiere problemas con mi padre y quiere lo que supuestamente es mejor para mí.
—Entiendo...— unos segundos de silencio.
—¿Y tú qué opinas de todo esto?— el joven se cruza de brazos.
—En realidad por mí no hay problema en todo esto, pero la verdad es que si tú no quisieras estar conmigo, también me opondría.— Manuel se sorprende ante la respuesta. —¿Pensabas que sería un tonto que te obligaría a casarte conmigo?
—No así...— suelta una carcajada nerviosa, y se rasca la nuca. —Pero tampoco me esperaba eso.— dice aliviado, pues ya no había forma de que lo obligaran con él. —¿Y por qué hubieras aceptado en el caso de que yo quisiera?
—Es que en realidad no creo que me afectaría tanto... no pareces mal chico, y no es como que haya alguien en el que esté interesado.
—Ya veo...— calla unos segundos. —¿Y no crees en eso de las almas gemelas? Digo, cuando estás con alguien que no es la tuya... te limitas de encontrarla, y si la encuentras, ¿qué haces? Me refiero a que...
—Oh... en realidad no lo sé... no conozco a nadie que se haya encontrado con la suya, así que en realidad no tengo ninguna prueba de que eso exista. ¿Y tú qué me dices?— el omega dudó un poco sobre si decirle o no, pero pensó en que no habría nada que perder.
—Creo que el padre...— señala otra vez a su vientre. —... creo que es él. Bueno, más bien estoy seguro.
—¿Cómo puedes estarlo?
—Es extraño... cuando lo conocí lo sentí y él también... yo al principio no creía que era verdad, y pensaba en que simplemente me atraía mucho, pero...— piensa un segundo. —...mi lobo me lo dijo en una ocasión.— Marcos lo mira sorprendido.
—Wow... ¿de verdad?— dice sin creerlo. —Esto nunca lo había escuchado... ¿no fue un sueño?— Manuel niega.
—El padre... Martín se llama... también lo sabe, y él siempre estuvo seguro de eso... él es de creer esas ridiculeces, pero resultó ser cierto.— el alfa piensa un poco.
—¿Sabes? Estudio literatura.
—¿Ah sí?— el otro asiente.
—Lo de las almas gemelas, en realidad no existen muchas pruebas ni registros, es entendible que desde que se empezaron a arreglar los matrimonios, las personas pudieron dejar de tener la oportunidad de conocer y/o estar con quienes se impriman, por lo que en el tiempo se fue perdiendo y olvidando, y ahora se estudia como si fuera una leyenda.
—Eso es lo que creí que era.
—Dicen que se trata de dos almas que están destinadas a encontrarse y permanecer juntas... se supone incluso, que una vez que se encuentran, el separarse les causará sufrimiento a ambos.— Manuel escuchaba atentamente. —Cuentan que, el el caso omega-alfa, el omega después de separarse por mucho tiempo, cae en depresión, tiene cambios de ánimo, pueden sufrir de transitorios alimenticios y se vuelven antisociales. En cuanto a los alfas, también suelen caer en depresión, pero ellos se manifiestan de una forma diferente, se vuelven más irritables, más impacientes e incluso se pueden volver agresivos. Cosas de alfa. Todo esto ocurre cuando estas almas después de encontrarse, se vuelven a separar. En realidad, antes de verse, estas almas no sabían que se necesitaban mutuamente, y hasta pueden vivir con total tranquilidad, pero en el momento de imprimarse... separarse sólo les causa dolor.— el otro lo mira boquiabierto, bastante sorprendido.
—Eso es... wow...
—Suena bastante romántico para ser verdad, ¿no lo crees?
—De verdad increíble.— dice cerrando los ojos y sonriendo con nostalgia, ¿de verdad tenía esa clase de conexión con Martín?
—Es diferente cuando la persona se enlaza, pues eso produce efectos más bien físicos, como dolor corporal, alteraciones en el celo, y otras cosas. Eso sin contar que el lobo de una persona podría morir y por lo tanto muere la misma persona. Esto de la separación de dos almas gemelas va más bien a lo psicológico, aunque por esto mismo podría pasar a lo físico. Unoo no muere de eso, pero el sufrimiento es mayor.
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Wolf Legends - Leyendas de lobo ~ Omegaverse
FanfictionSu madre siempre le había dicho que los omegas existían con el único propósito de servir a sus alfas y cuidar a sus crías, pues ellos eran el sostén de la familia y quienes se aseguraban de que tuvieran comida y techo. Manuel temía que eso fuera ver...