Casada Con El Extraño ‹Segunda Temporada› |h.s|

Capítulo 50

Cocinera: ¡Claro que si! —Sonrió—

La cocinera y yo firmamos. Le agradecí y fui corriendo al orfanato a que le entregaran los papeles a ella. Tomé mis maletas y te subí a la camioneta con Robert.

De un momento a otra ya íbamos en la autopista.

Tu: Robert, me pasaré atrás para cambiarme y ver a Harry.

Robert se detuvo y me pasé atrás. Me iba a poner un vestido de encaje un poco formal, y unas zapatillas. Al recoger mi zapato toqué una envoltura de condón.

Tu: ¿Robert Thirwall, tuviste sexo aquí dentro? —dije apenada y horrorizada—

Robert: _____.... Hmmm.. —Habló nervioso—

Tu: Si no me quieres decir no hay problema.

Robert: No es eso.

Tu: Me asustas, dime, ¿Que pasa?

Robert: Eso no es mío, la camioneta es nueva y es de Harry, además encontré un pañuelo azul.

Al escuchar eso me congele. Sentía decepción y unas ganas de gritar, pero quería guardarlas para cuando vea la cara de Harry.

Después de unas horas me quedé dormida hasta que Robert me despertó una calle antes de entrar a la mansión.

Verla desde afuera hizo que tuviera muchas ansias de entrar, pero recordé lo de atrás y me enojé más. Al bajar de la camioneta Harry abrió la puerta, con una enorme sonrisa en el rostro.

Harry: ¡AMOR! —Corrió hacia mi—

Tu: ¡Harry Edward Styles! —Grité enojada—

Harry: ¿Y ahora que cosa hice mal? —Frunció el ceño—

Le mostré la envoltura del condón a Harry muy enojada. Robert sólo se quedó en el auto.

Harry: Yo... yo no..  _____.... Eso no es mío.

Tu: ¡Como no! Harry, la camioneta es tuya —Le grité —

Harry: Mi amor haría cualquier cosa por ti y lo sabes. Nuestra bebé esta allá arriba durmiendo, me he desvelado por ella, por darte una sorpresa ¡Mírame! ¿Acaso siempre estoy desarreglado, con sueño, manchado de pintura? Huelo a vómito de bebé... —Hizo una mueca—

Tu: ¿A vómito? —Quería reirme por sus palabras—

Harry: Si, nuestro bebé es igualita a ti. Hacen lo que quieren, cuando quieren. ¡Necias!

Tu: Eso no es cierto. —Hablé enojada de nuevo— Dime entonces de quien diablos es esto.

Harry: Juro que no es mío, ¿Robert, Esto es tuyo? —Le gritó, levantando la envoltura—

Robert: ¡No! —Robert salio del auto y negó ruborizado—

Harry se acercó a mi, parecía enojado. Me puso las manos en la cara, me apretó un poco y me besó apasionadamente... Esas sensaciones que sentía en mi regresaron.

Robert: Lo siento amigos, pero sigo aquí.

Tu: Lo siento, Robert.

Robert: Si van a hacer eso, que sea en su habitación.

Harry: ¿Robert, gustas quedarte hoy? Debes estar cansado.

Tu: Si, hay espacio para ti, siempre eres bienvenido.

Robert: No, gracias. Regreso con mi novia, además ustedes tienen que pasar un buen rato con su bebé.

Robert se despidió y tomó un taxi a su casa. Harry y yo entramos a la mansión, todos los empleados me recibieron al entrar, sentí el aroma de bebé que corría por casi toda la mansión.

Tu: Mi amor... —Me tape la nariz— Huele a pipi...

Harry: —Rió— Como dije, es igual a ti, hace lo que quiere, cuando quiere. —dijo entre risas y abrazándome—

Tu: ¡Harry! Eso no es cierto.

Harry me besó para callarme, pero mordí mordí su labio.

Harry: ¡OYE! ¿Ves? A eso me refiero —Rió— Ya te extrañaba, bebé.

Subimos a ver a nuestra bebé. Al entrar vi la hermosa habitación que Harry hizo que diseñaran, color morado, rosa y contrastes amarillos, todo era hermoso, hasta nubes en el techo, la cuna, la hermosa cuna que escogimos blanca con listones amarillos. Habían fotos mías y de Harry, pero faltaba una muy importante, los dos juntos con nuestra hermosa hija. Mi bebé estaba durmiendo, como un angelito, se veía tan delicada… Le dimos las buenas noches a nuestra nena. Yo moría de ganas de cargarla. Lloré al verla dormir.

Harry: Mi amor, cuando despierte la podrás cargar, déjala dormir. Escucha, no sé, pero yo quiero que se llame Mollie, suena hermoso.

Tu: Mi amor, es hermoso, pero también me gusta Nicole... ¡Ya sé, amor! —dije entusiasmada— Mollie Nicole Styles. ¿Que teparece?

Harry: ¡Es hermoso!