Cuando llegamos paro el coche y nos bajamos, había un par de personas a lo lejos que no lograba ver quiénes eran. Llego al lado de Chris y noto como le sudaba un poco el cuello.
-¿Has cerrado el coche?- noto como no deja de mover las manos señal de que está nervioso.
-Si Chris.
-Has subido las ventanillas, ya sabes que si las dejas abajo te pueden robar.- Lo miro de mala gana suspirando.
-Si Chris, se cómo se suben unas ventanillas.
-Has apagado calefactor, ya sabes que si apagas el coche sin apagar el aire se puede romper la batería y...- Dice mirando a todos los lados, pero sin centrarse en ningún sitio.
- Chris -me mira cuestionándome, le pongo las manos en los hombros para que se relaje y dejemos de andar- Se puede saber que cojones te pasa, porque estas tan nervioso, no lo entiendo, eras tú el que querías venir, si no quieres estar aquí dímelo y nos vamos, por mi encantada.
-No es eso, es decir, estoy muy nervioso, pero no me quiero ir de aquí. Quiero estar aquí y hacerle ver a toda esa gente que se metía conmigo, que no soy lo que era, que vean lo que soy, en lo que me he convertido.
-Vale, entonces por que estas tan nervioso.
-No lo sé, supongo que la emoción de ver a viejos amigos...- Lo miro desafiante- O también puede ser que me de miedo lo que vayan a opinar, y si dicen que por mucho que haya cambiado seguiré siendo el rarito que no llegaría a nada en la vida, no se Lauren...
-Primero que nada, te tiene que importar una mierda lo que diga la gente, ya sé que es lo típico que se dice, pero inténtalo. - Asiente dándome una sonrisa- Y segundo, si has cambiado, y no, no a peor, si no a mejor, eres guapo, estas muy pero que muy bien físicamente, esa barba te da un toque de tío duro, pero a la vez tierno, eres una persona increíble, te preocupas antes por los demás que en ti, que mujer no querría eso, eres sincero, amable, gentil, carismático y podría seguir mucho más. Chris nadie va a opinar mal de ti, se quedarán con la boca abierta, pero eso no es malo.- Digo haciéndole una broma provocando que se ría- Así que ahora ve ahí, con la cabeza bien alta, no te avergüences de nada y consíguete algún ligue para esta noche. Ah y a mi otro por favor, que últimamente estoy muy sola.
-Gracias hermana, de verdad te quiero mucho, todo este tiempo he aprendido tanto de ti, eres mi ejemplo a seguir en la vida, todo lo que te ha pasado, todo lo que has sufrido, y aquí estas ayudando a tu tonto hermano con sus tonto problemas. –me abraza.
-No son tontos, a mí me interesan. Y ahora vamos que llegamos tarde.
Pasamos por al lado de las chicas que vimos cuando llegamos, no se dieron cuenta ni que pasamos, pude ver que eran unas compañeras de mi clase, nunca había tenido ninguna amistad con ellas, simplemente nos conocíamos de clase. Entramos por la puerta principal, seguía viendo a gente, algunos conocidos otros no tanto. Llegamos al gimnasio, era el sitio más amplio de todo en instituto, por lo que se realizaba ahí la "reunión". Caminamos hasta una mesa en donde confirmaron nuestra asistencia y donde nos pusimos unas pegatinas con nuestros nombres. Alce la vista, había mucha gente, más de la que pensaba que vendrían, también he de decir que pensaban que vendría diez o quizás veinte personas, no tantas, había por lo menos cien o ciento cincuenta personas.
-Oye Chris porque no vamos a por algo de beber- Veo como asiente y se dirige a la mesa de las copas.
A la palabra "perdón" nos hicimos camino hasta allí, mis ojos no dejaban de buscarla, pero mi cerebro se convencida de que quizás y con un poco de suerte no hubiera podido venir. Salí de mi trance mental cuando me topé con la espalda de Chris
-Pero que cojones, Chris qué coño haces. - Me toque la cabeza, el golpe me había dejado un poco aturdida, Chris se movía rápidamente limpiando la bebida que había caído en el vestido de una chica.
-Lo siento, no te vi venir, de verdad lo siento mucho- Decía Chris arrepentido mientras la ayudaba y ella le decía que no pasaba nada. Cuando terminaron de limpiar el vestido la mujer levanto la cara, me sonaba mucho, me era demasiado familiar, desvié mis ojos a su pegatina que descansaba encima de su pecho derecho, "Normani", abrí más mis ojos y no pude evitar la sonrisa que se me escapo.
- ¡¡Normani!!- digo alarmada llamando su atención, en cuanto ella reconoció quien era se le ilumino la cara.
-¡¡Lauren!!- no abrazamos rápidamente, ella solía ser de mi grupo de amigos, nos llevábamos muy bien, éramos las bromistas del grupo, nos coordinábamos muy bien a la hora de hacerle bromas a nuestros amigos.
-Dios mío, no puede ser, pensaba que no vendrías a la tontería esta, pero bueno que guapa estas, veo que has dejado atrás las gafas que llevabas.
-Ahora llevo lentillas, yo también pensé que no vendría, pero lo decidí en el último momento, es decir, alcohol gratis, eso nunca se rechaza Lauren- Nos reímos las dos- Lo que si me ha sorprendido ha sido verte a ti aquí.
-Ah eso tiene fácil solución, vine porque mi hermano me lo pidió- Escuché una queja de parte de Chris - Chris ella es Normani, Normani él es Chris mi hermano.
-Que guapo que es este hombre- Me susurra cerca esperando que Chris no lo oyera, pero creo que fracaso ya que se puso como un tomate- Espera un segundo, ¿Chris, ese Chris que era bajito, estaba gordo y llevaba gafas? - Vi como el asintió con mucha vergüenza, le di un apretón en el brazo apoyándolo. - Dios mío como has cambiado, estas impresionante, madre mía no sabía que llegarías a ser tan guapo y mucho menos tan fuerte- Vi que él no respondía por lo que decidí intervenir.
-Bueno es lo que tiene el ejército, te hace más fuerte y atractivo- digo bromeando.
-Oh dios, ¿que eres militar?¿Y dices que estas soltero verdad?- Pregunta con una clara insinuación, no puedo evitar reírme.
-Eh si, sigo soltero. –Dice el con una sonrisa. Veo como ellos empiezan a hablar y yo me permito hacer de nuevo un escaneo visual a todo el gimnasio buscándola, sigo viendo a varios de mis antiguos amigos, luego iría a saludarlos. La vibración de mi teléfono me detiene de mi escaneo, leo el mensaje de mi hermana, "Lauren, ya he llegado a Madrid, cualquier cosa me llamas, cuídate, te quiero hermana", le contesto un "cuídate tú también, te quiero". Levanto la vista del aparato y a lo lejos veo al director Carter hablando con una muchacha, se me acelero el corazón, me sonaba ese pelo, esas curvas. La chica noto que alguien la miraba y se giró disculpándose con el directo. Creí que me desmayaría en ese momento, no lo podía creer pensaba que no había venido, aunque era de esperar, ella era perfecta en todos los aspectos y en académico no se quedaba atrás, siempre había sido la favorita de los profesores. Cuando sus ojos se encontraron con los míos, se le formo de inmediato una sonrisa en la cara. Esa sonrisa de la que siempre había estado enamorada, al igual de los ojos, esos ojos que te cautivaban, ese marrón chocolate que le recorrían el iris. Me resistí a no sonreírle yo también y vi como su expresión cambio, paso de estar contenta a estar tan seria como yo lo estaba, bueno no tanto ya que seguía teniendo una sonrisilla que se le escapaba de vez en cuando.
-Anda mira si es Camila - Dice mi hermano llegando a mi lado con una copa en la mano, al parecer ya se había despedido de Normani. Solté una risita al ver el número de Normani apuntado en su mano.
-Si es ella- Digo mirando de nuevo a su dirección, viendo que estaba hablando con otra chica. - ¿Oye y mi copa?- digo quejándome.
-Ah... yo es que no sabía lo que ibas a querer, perdón.
-No te preocupes. Oye y ese número de teléfono de tu mano no será de cierta chica que ha estado aquí antes- Le alzo las cejas insinuantes, él se sonrojo de nuevo.
-Sí, me ha dado su número y me ha dicho que antes de que me fuera a casa la llamara para tomar algo fuera de aquí.
-Bueno, al parecer has sido tú el primero en encontrar un ligue esta noche, te felicito hermano.
-Gracias, por cierto, al final que vas a querer de beber. - Miro rápidamente a Camila y nuestras miradas se encuentran por décimas de segundo.
-Lo más fuerte que haya. - Lo miro a él ahora sonriéndole.
-Eso está hecho, ahora vuelvo.
ESTÁS LEYENDO
El último ocaso {CAMREN} {COMPLETA}
Romance{COMPLETA} Terror es lo único que te queda sentir cuando todo a tu alrededor se desmorona, cuando pasas de escuchar el tráfico matutino cada mañana a escuchar la nada, ni siquiera los pájaros se atreven a cantar, aunque tampoco estoy segura de sí si...