Capítulo 38

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Me fui de allí un poco enfadada hacia el porche con Kira detrás. Me senté en el sillón que había a tomar el aire, cuando me acorde de los documentos. Fui rápidamente hacia mi mochila y me volví de nuevo al sillón. Leí de nuevo detenidamente los archivos en busca de un nombre o algo por lo que empezar a investigar. Oí ruidos en la puerta y cuando levanté la mirada vi a Sofía apoyada en el marco.

- ¿Qué haces? ¿Qué son esos documentos? -Dice sentándose al lado mío cogiéndolos.

-Es verdad...con las prisas se me olvido decirte lo que habíamos descubierto. Al parecer hay una organización llamada R.I.V.E la cual ha creado todo esto, no sabemos los motivos, ni quienes son, solo intuimos donde están.

-Y donde están.

-Aquí, en Groenlandia. Oh vamos eso deduzco yo. Este país cuando empezaron a salir las primeras noticias sobre el virus, cerró sus fronteras, tanto de tierra como de aire, y paso a hacerse cargo el ejército del país. Es de tontos soltar un virus y que mueras porque no te has ido del país.

-Dios, pero quien es capaz de hacer esta atrocidad.

-No lo sé Sofi, alguien que está loco.

-Pero espera, había una cosa que querías contarme cuando estuviste en el laboratorio, ¿Era esto?

-Pues la verdad es que no me acuerdo... ¡Ah sí! Mientras Camila hacia pruebas con mi sangre, Ally y yo fuimos a por un zombie para llevárselo. Al final mordieron a Ally en la pierna. Sin pensárselo dos veces Camila cogió una especie de suero que había hecho con mi sangre y se la inyecto a Ally. Mejoró inmediatamente hasta que mi sangre se disolvió de nuevo en su sangre destruyendo el virus.

-Pero eso fue muy peligroso, podía haberla matado. Y si ella no llega a tener tú mismo grupo sanguíneo. Esta loca definitivamente.

-Iba a morir de todas formas. Sabes algo parecido también le dije a tu hermana. Bueno sigo, al ver que mejoró, le hicimos una transfusión de sangre mientras se limpiaba su propia sangre. Hasta que su sangre estuvo completamente limpia. El caso es que Camila cree haber encontrado una vacuna que sirve en esos instantes de cuando te muerden contrarrestar los efectos del virus en tu sangre con ese suero.

-Eso es una muy buena noticia. Por fin algo bueno y no siempre sufrimiento y malas noticias.

Pasaron una hora y todavía quedaba media para que viniera Jane. Sofía estaba mirando la calle, viendo como pasaban las personas mientras yo leía un libro que tenía mi hermana en la estantería. Note que me miraba y no levantaba su vista de mí.

-Me estas poniendo nerviosa, deja de mirarme.

-He tenido una idea.

-Vale cuando dices eso, significa que no es una buena idea. -Ella me dio un golpe en el brazo y yo me reí. -Venga dime que es.

-Tienes unos ojos preciosos y eres guapísima, pero me preguntaba como estarías pintada.

-¿Es que no me viste el día de la cena?

-Si, pero se me ha olvidado, a parte hay que tapar esos moratones que todavía se ven.

-Está bien, tú ganas. -Dije volviendo a leer.

-¿Qué haces? Levanta, si quieres que haga un trabajo medianamente bueno, necesito esta media hora para pintarte. -Abrí los ojos aterrada y ella se río, pero me arrastro hacia su habitación.

-No podemos entrar ahí, vamos a despertar a tu hermana. -Dije parándome en la puerta de la habitación.

-¿Pensabas que iba a pintarte yo? -Me dio una sonrisa pícara. -Si apenas soy capaz de hacerme la raya recta. -Dice abriendo la puerta de la habitación.

El último ocaso {CAMREN} {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora