El último ocaso {CAMREN} {COMPLETA}

Capítulo 35

Era un trayecto largo, estaba completamente destrozada, física y sobre todo psicológicamente. No sé cuántas horas duraba el trayecto, solo sé que cuando llevábamos una hora de vuelo mis ojos empezaron a pesar demasiado y use el hombro de Sofía para dormir. Desperté unas cuantas horas después, era de noche y solo se veían las estrellas y la luna, cuando pregunté me dijeron que aún faltaban como unas tres horas de vuelo. Así que como es normal en mí, me puse a divagar en mi mente, a hacerme preguntas que seguramente nunca podría responderlas yo sola.

Porque simplemente no podía enamorarme de Sofía, ella era la que estaba siempre para mí, la que me comprendía, con la que mejor me compenetraba, lloraba si yo lloraba, reía si me veía reír y se enfurecía con las cosas con las que yo me enfadaba. Es simplemente perfecta para mí. Pero no la amo, al igual que ella tampoco me ama a mí, y es por eso que deseo con todas mis fuerzas que no se enamore de Chris, no porque él no sea buena persona, aunque eso sigo cuestionándomelo, era porque él ya estaba enamorado como yo y no sería capaz de amarla como ella se merece, es por eso que quiero que se olvide de él e intente enamorarse de otra persona. Aunque ahora que lo pienso, es un poco hipócrita, ya que yo estoy en la misma situación y todavía no he conseguido olvidarme de ella por muchos años que han pasado.

-En que piensa tanto esa cabecita tuya- Dice Thomas llegando a mi lado susurrando para no despertar a Sofía que se había dormido en el momento en el que yo me desperté.

-Nada, solo intento no pensar en toda la mierda que hemos pasado y pensar en que voy a hacer a partir de ahora. -Dije mirando como empezaba a amanecer.

-¿Y que vas a hacer? ¿Vas a seguir en el servicio?

- No lo sé aun, pero respecto a lo del servicio, sin ninguna duda te digo que no, voy a dejar el ejército.

-Oh vaya... Supongo que yo también haré algo parecido. -Dice pensándolo mejor.

- ¿Sabes, quieres que te cuente una historia que te va a hacer gracia?

-Está bien, total no hay nada mejor que hacer, todo el mundo parece que se les ha entrado de golpe de sueño y yo estoy que parece que me he bebido ocho tazas de café.

-Dos días antes de que todo esto empezara, Chris y yo acabábamos de llegar de la última misión que nos había mandado el coronel, bueno técnicamente acabamos una semana antes, Chris se volvió a casa y yo me quede ya que el coronel me pidió que instruyera de urgencia a unos cuantos soldados. El caso es que desde la última misión la cual no salió muy bien que digamos estuvimos pensado en dejar el ejército. Es más la mañana siguiente a la cena de reencuentro habíamos quedado con él en su oficina, pero claro quién iba a saber que toda esta locura empezaría. Cuando empezó llamamos al coronel para informarnos, él sabía más o menos lo que nosotros intuíamos, y nos mandó que nos quedáramos en los estados unidos ayudando a la gente, a los superviviente, más bien nos obligó aunque nosotros le dejamos bien claro que no éramos ya militares, pero le dio completamente igual.

-Siempre fue un cabrón de primera. -Dice Thomas riéndose. Yo le asiento sonriendo. Noto como Sofía se remueve un poco en mi hombro y me quedo estática para que no se despertase, vi como un mecho de su pelo se cayó sobre su cara, así que con mucho cuidado se lo coloque detrás de la oreja de nuevo, ella solo dio una pequeña sonrisilla, pero seguía aún durmiendo.

-¿Como lo llevas? -Me pregunta Thomas y me pongo tensa, la verdad es que no me apetecía nada hablar sobre lo que pasó con Dinah, pero aun así le respondí.

-Thomas... ahora no me apetece mucho hablar de Dinah, no me encuentro con anim...

-De que estas hablando, yo no te estaba preguntando por Dinah. A parte se cómo es esto, una persona que está a tu cargo muere y todos lo que te rodean te animan e intentan decirte que no es tu culpa, pero es una mierda muy grande, porque tú nunca dejas de pensar que podrías haber hecho otra cosa o que preferirías haber muerto tú en su lugar. -Asiento sabiendo que todo eso era verdad. -Yo no puedo animarte Lauren, se cómo te sientes y yo en tu lugar no quería que me animaran sino llorar, al igual que tampoco puedo decir que no sea tu culpa, porque no sé lo que paso, lo que si tengo claro es que te conozco lo suficiente para saber que no pudiste hacer nada más. -Me limpie rápidamente una lágrima que caía por mi mejilla. Es cierto, en el servicio siempre pierdes a alguien y te sientes culpable, y aún más si esa persona era de tu pelotón y estaba a cargo tuyo.

- ¿Entonces de que querías hablar?

-Como llevas el tema de las hermanas Cabello. -Me susurra sonriéndome.

- ¿Podemos volver al tema de Dinah? -Digo bromeando. Él se ríe, pero me niega con la cabeza, no había colado obviamente.

-De eso ni hablar, así que empieza a hablar.

-Es complicado Thomas. Tengo constantemente la cabeza hecha un maldito lio. Y encima esta siempre encima Chris, como si no tuviera otra cosa que hacer. -Digo mirando a Camila que dormía en el hombro de Chris.

-Y yo que pensaba que ahora te gustaba Sofía. Y sabes por lo del beso de despedida y tal.

-Ojalá y me gustase Sofía en vez de Camila. A veces llego a pensar que no estoy enamorada de ella, sino que es una obsesión, que como no puedo tenerla me obsesiono, y por eso no puedo sacarme la de cabeza.

-¿Y tú crees que eso es verdad, que estas obsesionada con ella? -Dice el encendiéndose un cigarro, yo fruncí el ceño, odiaba el olor a tabaco, pero el solo se encogió de hombros.

-No, no lo creo, pero quiero llegar a creerlo, ya que así se me puede hacer más fácil olvidarme de ella, que es lo que quiero.

-Y por qué quieres olvidarte de ella, tú sabes la de gente que busca a esa persona indicada, esa persona que te lo revoluciona todo, que da un giro a tu vida y se mete en tu cabeza. Esa persona por la que darías tu vida si fuera necesario. Yo aun sigo buscando a esa persona, así que aprecia lo que tienes. -Dice con el ceño fruncido, sé que no estaba enfadado, pero si un poco molesto. Le sonreí irónicamente.

-Y qué es exactamente lo que tengo que apreciar. Que estoy enamorada de una persona que no me ama, que preferiría mil millones de veces haberme enamorado antes de su hermana que de ella. Que estoy peleada con mi hermano por que se acostó con la mujer que amo y que... Menuda suerte él también está enamorado de ella. -Le dije irónicamente y completamente enfada, pero controlando mi tono para no despertar a nadie. –Lo único que quiero es olvidarme de ella, que desaparezca de mi cabeza, de mi corazón y de mi vida, si es necesario. Solo quiero que se me vuelva a dar la oportunidad de amar a alguien que no sea ella. Me duele ver como prefiere estar con Chris antes que conmigo, me duele saber que la relación que tenía con Chris ya no la volveré a tener, me duele no ser correspondida, por eso solo pido poder olvidarme de ella, pero no puedo, es como si la tuviera tatuada en el cerebro.

-Vaya... No sabía que sentías todo esto. La verdad es que si parece muy duro de afrontar.

-La única que sabe de todo esto es Sofía. Y esa es una de las cosas que no entiendo, Sofía es perfecta, tiene unos ojos que te atrapan, una sonrisa que te alegra los días, una personalidad inigualable, es la mejor persona que he conocido nunca. Pero no puedo enarmonarme de ella, y por muy feo que suene, lo he intentado, te juro que lo he intentado con todo mi ser. Te voy a poner un ejemplo para que lo entiendas, ¿Viste como Sofía me beso no? -Él asintió escuchándome. -Desde el segundo uno que me besó yo sabía que no era un beso de amor, no note esas famosas mariposas o esa montaña rusa en el estómago. En cambio, con que Camila me toque, con que me ponga la mano en el hombro, con que me sonría o simplemente con decirme buenos días, no es que sienta una montaña rusa, es que siento un maldito parque de atracciones dentro de mí. ¿Entiendes?

-Querría decirte que sí, pero todavía no he llegado a sentir eso por nadie. -Dice agachando la cabeza.

-No te desamine, seguro que esta al llegar. Ya hemos acabado con toda esta locura, nuestra parte ya la hemos cumplido que se encarguen otros de este desastre. -Le digo riendo. –Así que cuando lleguemos allí, cómprate una casa y busca a alguien que te haga sentir ese mundo de sensaciones.