Capítulo XIII

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Miró hacia todos lados y no la divisó.  
Pensó que estaba oculta. Ya llevaba demasiado tiempo buscándola y se sentía agotado, la falta de sueño y la presencia del hambre no ayudaban mucho. 

Se detuvo y bajó de su caballo para arrodillarse en el pasto y estirar su mano hacia el lago las remojó y las llevó a su cara para refrescarse. 

¿Dónde podía estar?. 

Amarró a su semental en uno de los árboles y se introdujo en los espesos bosques de su propiedad, el condado subsistía de la madera así que eran miles los árboles que adornaban el terreno. Buscarla entre tanta flora y fauna sería una tarea interminable. 

Comenzó a frustrarse, el enojo y la ira de haber salido de su zona de confort irrumpieron en su cuerpo y empezó a cerrar sus manos una y otra vez, apretándola en puños, llevándola a su frente y su pierna tratando de no perder el control. 

Cerró sus ojos con fuerza y dirigió su vista hacia el lago en busca de calma. El sol se reflejaba en las aguas haciendo que estas brillaran y lucieran mágicas, los pájaros volaban de un lugar a otro y los peces saltaban de vez en cuando. Retrocedió varios pasos para admirar mejor el paisaje, si le agregaba los árboles la vista sería perfecta para él y le tranquilizaría el simple hecho de ver la armonía de la naturaleza.  

El agua y la tierra, el inmenso lago de aguas profundas junto al vasto bosque de pinos verdosos. Se dijo que la vista sería perfecta si tan sólo estuviese un poco más arriba. 

¡Arriba! 

¡Claro!. 

Tal vez la idea que había llegado a su cabeza era algo tonta pero no carecía de lógica.  

Si la última vez la había encontrado encaramada en un árbol ¿por qué no habría de encontrarla así ahora?. 

Caminó por el bosque fijando su vista arriba siempre, de vez en cuando la bajaba para ver por donde iba. 

Hasta que la encontró. 

No sabía que le parecía más extraordinario; que luego de estar inconsciente por una semana por estar montada en un árbol estuviese nuevamente en uno, o que se las haya ingeniado para subir un ¿maletín? ¿era eso un cuadro? ¿estaba pintando?. 

Se encontró viéndola hipnotizado desde abajo, contemplando su rostro y sus gestos, la manera tan grácil con la que tomaba el pincel y lo posaba sobre el cuadro. Estaba tan concentrada que aún no reparaba en su presencia, mordiendo y frunciendo sus labios cada vez que algo no le cuadraba y cuadrando sus manos para ver mejor el panorama. 

No pudo evitar sonreír como un auténtico idiota. Su ansiedad y su frustración de pronto habían desaparecido al ver su sonrisa. Esa sonrisa era tan diferente a todas las demás que le había dado a él, era tan genuina y tan vivaz, sintió que estaba viendo a la genuina Úrsula e irremediablemente la concepción que tenía de ella sufrió un ligero cambio. 

Tragó grueso al dirigir la mirada a sus piernas, una de ella estaba estirada, la planta de su pie estaba apoyada en el tronco del árbol para no perder el equilibrio . Debido a la altura del árbol podía ver por debajo de sus faldas. 
No cargaba ropa interior. 

Su miembro se endureció, su pierna estirada hacía que su falda subiera y que su vulva quedara a la intemperie, al parecer era algo que a Úrsula no le molestaba. Bajó la mirada haciendo uso de todo su autocontrol y carraspeó con fuerza. 

Úrsula estaba concentrada pintando para tratar de bajar sus humos, tenía mucho tiempo que no pintaba y hacerlo era un excelente calmante para sus ánimos. Primero empezó retratando el paisaje pero luego se encontró comparando el azul del cielo con el magnífico azul de los ojos de Erick y terminó trazando el contorno de su rostro. Ahora tenía un hermoso paisaje y un rostro a medias. 

ÚRSULA (SAGA:Feme Fatale #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora