Capítulo XXXII

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Este episodio me salió más largo de lo que pensé así que lo dividí en dos.

¡Espero les guste!.

El partido de cricket había sido arruinado por la por la impredecible lluvia. A pesar de estar en pleno verano en el mes de junio, aquel día hacía mucho frío debido debido al clima, un frío que pegó directamente en su herida de bala como un calambre terrible. 

Se las arregló para no demostrar su dolencia ante toda la sociedad aristócrata y burguesa que se hallaba allí reunida. Lords crickets estaba repleto de personas Cotillas  en busca de cualquier buen chisme. 

Jovencitas desesperadas por un marido por aquí, madres casamentera buscando a su próxima víctima por allá. Nada nuevo en realidad.  

Suspiró irritada al notar que ya varias madres la habían dirigido una mirada sedienta que rayaba lo espeluznante. De sólo pensar que en algún momento de su vida ella había sido de esas cerraba los ojos para mitigar su vergüenza. 

Le estresaba estar en ese lugar. De no ser porque lady Margaret había insistido en hablar con ella no estuviese allí en ese momento. 

Miró por todo el campo y el salón en busca de la mujer pero no podía encontrarla. Sus ojos se posaron en una multitud de damas que no dejaban de hablar logrando irritar la con sus voces tan chillonas. 

—Su excelencia, ya hacía mucho tiempo que no lo veía en una velada. Supongo que los negocios lo absorbieron por completo. 

—¡Pues claro, milady!— dijo otra de las mujeres sin darle oportunidad de hablar al hombre—. El duque es un hombre muy ocupado, no sólo ha doblado la fortuna del ducado con su trabajo sino que también ha demostrado que un Lord también puede ser igual de bueno en los negocios que cualquier burgués. ¡Es de admirar Milord!— Duncan sonrió fingiendo estar apenado a pesar de que amaba oír los halagos de la gente. 

Agnes observó la escena y trató de no reír de incredulidad. 

“Ocupado en sus negocios…sí cómo no”. 

Decidió salir del salón para no ser presa de alguna casamentera y a su vez evitar al mequetrefe de Duncan. Su enojo aún no mermaba del todo y estaba seguro que él tampoco estaba curado por completo así que no quería meterse en más problemas. 

No quería pensar que lady Margaret la había invitado al partido para encontrarse con Duncan. Pero le intrigaba, no iba a negarlo. 

—Sir Bruno Kensie— se volteó a escuchar la voz a sus espaldas y sonrió. 

Hizo una leve reverencia y sonrió hacía la persona que trataba de ocultar su preocupación. 

—Lord Aberdeen, un gusto volver a verlo, lamento no haberlo visitado apenas llegó de Venecia. 
Michael la miró reprochándole por aquel comentario. 

 
—No diga eso, su ausencia está más que justificada. Mí persona es la que debe disculparse con usted. 

—No es necesario que se adjudique culpas que no tiene, su excelencia— miró a su alrededor y notó a unas cuantas personas interesada en su conversación—.¿Cómo está su excelencia Lady Margaret?. 

—¡Oh! Ella está muy bien, ¿por qué no me acompaña al salón privado?, estoy seguro que estará encantado de verla— asintió y lo siguió. 

Caminaron por todo el balcón hasta el final de este, todos los ventanales eran de cristal. Entraron a una de las habitaciones que se conectaba a un salón con balcón privado.  

ÚRSULA (SAGA:Feme Fatale #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora