Suspiró derrotada.
—Sólo estoy celosa— lo observó con los ojos cristalinos y anhelantes—. Estoy celosa de que puedas tener algo con ella porque después de todo, es la primera mujer que quisiste. Pero ahora que lo digo en voz alta suena absurdo— dijo sintiéndose avergonzada—. Si quisieras engañarme con ella no la traerías a nuestra casa y tú no eres esa clase de hombre, confío en ti— tapó su rostro—. Lo siento…yo solo— se detuvo—. Sólo estoy algo sensible— comenzó a llorar en medio del comedor.
Bari se aproximó. Tomó sus muñecas para retirar las manos de su rostro y limpió sus lágrimas.—Me gusta que sientas celos por mí— se sinceró con una mirada divertida—. Pero detesto que llores. Así que mejor ya no los sientas, ¿de acuerdo?. Úrsula, tú y mí hijo son lo más importante que tengo en mí vida, no debes preocuparte por el resto— Úrsula sonrió.
—Deberías decirme esas cosas más a menudo.
—Lo haré, si te hacen sonreír lo haré más a menudo. Ahora sube a descansar, conversaré unas cosas con Lady Emily y luego entraré al taller, no te desveles por causa mía— Úrsula asintió y se acercó a él para darle un beso que Bari correspondió con más intensidad.
Se separó de ella y la admiró por largo rato.Su nariz roja debido al llanto y sus ojos azules adornado con sus pestañas largas debido a las lágrimas. Amaba a esa mujer más que la vida misma.
Sonrió ante ese pensamiento y Úrsula sonrió con él, confirmando que podía ser feliz toda su vida si al menos la veía reír un segundo de cada día del resto de su existencia. Por esa razón debía protegerla de ella misma y del resto, al menos hasta que desistiera de sus ideas.
— Ve arriba— musitó muy cerca de ella.
Úrsula obedeció y el observó como se iba yendo del comedor. Botó todo el aire de sus pulmones intranquilo. Iba a darle algo más de espacio, también trataría de demostrarle su amor aunque le resultará difícil. Iba a ser un mejor hombre para Úrsula y su hijo.
Úrsula continuó pintando en su taller sintiéndose tranquila. Confiaba en Bari ciegamente a pesar de las dudas que cegaban su raciocinio de vez en cuando. Lo mejor era relajarse y seguir en sus proyectos.
Baria era el sustento económico de la familia pero Úrsula también deseaba cumplir sus sueños, aquellos que les parecieron inverosímiles hace mucho tiempo y que ahora los veía tan cerca de alcanzarlos. Quería hacer una boutique diseñando vestidos y también vender cuadros. Al igual que su esposo podía ganar dinero haciendo lo que más amaba y distraerse un poco.
Víctor entro a la habitación y le tendió una carta que venía por parte de Agnes. La abrió y la leyó atentamente.
Agnes la estaba citando en la casa de lady Margaret para hablar de un asunto muy grave sobre Jasmine. Ya podía imaginarse de qué se trataba. Rompió la carta en pedazos y caminó hasta la salida.
—Milady, no puede ir a ningún lado.
—Si el vizconde sale del taller cuando yo no esté explíquele que salí a resolver un asunto urgente referente a mí prima. Si no lo hace no le diga nada, él no notará mí ausencia.
Descendió las escaleras y le pidió a los lacayos que trajeran el carruaje mientras Víctor le pisaba los talones.
—Pero Milady— intentó convencerla. Sin embargo, Úrsula ya se había montado en el carruaje y marchado.
El pobre anciano suspiró exhausto sabiendo que aquella salida acarrearía muchos problemas.
Úrsula dio dos toques a la puerta de la mansión se Lady Margaret y de inmediato fue recibida.
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ÚRSULA (SAGA:Feme Fatale #1)
Historical FictionEn una época donde la mujer vale menos que el hombre. Úrsula junto a sus amigas buscan darse paso entre el poder a través de la manipulación y el arte de la seducción. Luego de pasar la mitad de su vida preparándose, finalmente a Úrsula se le presen...