—¿Acaso ya no puedo estar en mi casa?— cuestionó.
—Claro que sí. Pero te dije que te quedarás en el convento y regresaras temprano por la mañana. Es peligroso que transites a estás horas por caminos tan peligrosos.
—Estoy bien, todo está perfecto, Amelia quedó bien instalada y las hermana están encantadas con ella, estará bien. ¿Qué es todo esto?.
—Materiales de trabajo.
Úrsula observó una de las cajas tapadas con una tela negra con más meticulosidad gracias al fuego de la antorcha que uno de los lacayos tenía en su mano. Notó que habían piedras en ella, y no piedras ordinarias, eran de un color celeste y verdoso. Por su figura y por su color pudo reconocerlas.
—Creí que sólo trabajabas con cobre y bronce— dijo con seriedad al ver la actitud apresurada de Bari. A leguas podía notarse que no quería que nadie lo viera.
—No sólo trabajo con eso…colóquenlas con mucho cuidado— les indicó a sus hombres. Luego la miró a ella—. También trabajo con otras cosas. En las minas no sólo se consigue cobre y bronce. Ven, vayamos adentro, comienza a hacer frío y podrías enfermar.
—Prefiero quedarme aquí contigo.
—No puedes.
—¿Por qué?.
—Porque mí trabajo no te compete, Úrsula.
—Tú trabajo es parte de tu vida y tu vida la compartes conmigo, así que me compete y mucho— dijo llevándose las manos a la cintura.
Los hombres veían la escena tratando de contener sus risas. Siempre habían conocido a Bari como un hombre parco y huraño, verlo siendo controlado por una dama era divertido. Hasta los genios caían en las garras de las féminas,pensaron.
Bari suspiró tratando de no exaltarse.
—Úrsula, sabes lo mucho que detesto que algo se salga de los planes, estás retrasando está entrega con tus berrinches y no puedo hacer mí trabajo con eficacia si te comportas como una niña malcriada, sin agregar que me estás avergonzando. Entra, cuando termine podremos hablar.
Úrsula abrió su boca molesta por sus palabras y luego la cerró para apretar sus dientes con fuerza. Observó a los hombres que de inmediato bajaron sus miradas ante sus ojos hostiles.
Terminaron de cargar las cajas en el recibidor y Ernie junto a otros dos hombres entraron junto a Bari y una Úrsula muy enojada que no le importó que la estuviesen viendo para reclamarle.
—¿Por qué no puedes simplemente decirme que está pasando?— Bari comenzó a perder la paciencia—. Sólo tienes que decirme de qué trata tu trabajo, no es nada del otro mundo. Ellos lo saben— señaló a los tres hombres—,¿Por qué yo, que soy tu esposa, no puedo?.
—Porque eres mí esposa, no trabajas para mi. Estos hombres saben lo que hacen y conocen del tema. No podrías entender algo tan profundo y complejo aunque te lo explicara pintando— dijo extenuado. Úrsula lo observó ofendida.
Los tres hombres abrieron sus ojos al escucharlo.
—Ahora si se la ha liado el patrón— le susurró uno de los hombres a Ernie quien asintió de acuerdo.
Úrsula alzó su barbilla y entrecerró los ojos en un vago intento de mitigar su enojo.
—¡¿Me estás llamando idiota Bari Beamount?!.
El comentario le había hecho sentir mal. Pensaba que ella era un tonta que sólo servía para pintar y armar escándalos.
—No te llamé idiota.
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ÚRSULA (SAGA:Feme Fatale #1)
Historical FictionEn una época donde la mujer vale menos que el hombre. Úrsula junto a sus amigas buscan darse paso entre el poder a través de la manipulación y el arte de la seducción. Luego de pasar la mitad de su vida preparándose, finalmente a Úrsula se le presen...