Capítulo 2
Una vez, tras tomar su libreta de poemas y leerla sin permiso alguno, una compañera sutilmente se inclinó a su lado y susurro aquellas palabras sin emoción aparente "¿te crees todo lo que escribes?" Sona fingió tranquilidad, en el fondo sabía que esa persona se caracterizaba por hacer ese tipo de comentarios, , no hay que hacerle caso, decían, no obstante, tampoco impidió que algo se moviera en ella.
La vida para Sona Buvelle no era fácil por cosas como esas, por palabras similares, procuraba hacer su mayor esfuerzo por parecer alguien que no tenía ningún problema con su estado actual y sin embargo había personas que desprestigiaban aquello ignorando lo consciente que era ella misma de que su vida siempre sería un poco más dura que la del resto.
Eso no significaba que no sintiera ganas de superarse, de demostrar su lugar, nunca querría ser solo mencionada para hablar sobre una discapacidad, porque siempre era así, por más talentosa que le aseguraban ser siempre se referían a ella primero como muda que como artista o complementaban lo talentosa que era con la oración "y es muda" al final.
Habían cosas pequeñas que pasaban con Draven, esas que la acercaron un poco más a él, que lo volvían más especial es que sentada a su lado, no tenía que pensar en ser talentosa porque él no la veía por eso, y tampoco por su mudez, pues esta se había convertido en una oportunidad para ambos.
Era increíble como las cosas cambiaban.
Hace un mes.
El profesor repartía las notas del último examen parcial, parecía bastante satisfecho con el esfuerzo general de su grupo, pero al momento de sentarse de vuelta a su escritorio y ojear la lista su semblante cambio, quizás solo un poco, pero suficiente como para alzar la voz y reclamar el orden.
-Draven, eres de la lista, uno de los que más riesgo tiene de quedarse este año, como de costumbre- Todos en el aula sabían que no era buen momento para quedarse, reprobar ya a casi un año de salir dejaba una horrible mancha en tu hoja de estudiante, eso sin embargo parecía importarle bastante poco al muchacho.
En ese entonces para ella él era alguien muy difícil de entender.
-Draven escucha-
Fue un fuerte regaño, todos miraron al frente por él.
- ¿Qué es? ya me dijo que reprobare ¿Por qué no se ahorra el discurso? -
Todos parecían mirarlo con atención, ese aire altivo y cínico, esas notas sarcásticas, pero finalmente huecas que brotaban de su boca a muchos les exasperaba la impertinencia de Draven, otros tantos simpatizaban con su devastadora imprudencia llamándola honestidad, ella no opinaba nada sobre él.
Ven a mi escritorio en el descanso, señorita Buvelle, Usted también- esa fue su última resolución.
vaya, eso la sorprendió.
Sona quien garabateaba en su cuaderno levanto el rostro inmediatamente encontrándose directamente con la mirada pesada y recriminatoria de Draven sobre ella, nadie sabía porque, pero estaba involucrada en algo, eso seguro.
Más tarde.
Cada quien llegó a su tiempo ella inmediatamente Draven llego a los 7 minutos. Estaba bastante relajado, o al menos daba esa sensación, la diferencia de lugares parecía influir, reñirlo frente a sus amigos entre los que Draven parecía querer ser un macho alfa le afectaba, se sentía retado, eso creía Sona, el castaño por su parte la escaneo indiscriminadamente con la mirada, se detuvo en su cabello negro azulado y luego lanzó una seña quizás de pregunta al profesor. Sona pudo pensar que aquello era desagradable e inapropiado, pero estaba concentrada leyendo desde lejos el lomo de un libro, para pasar el incómodo momento.
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Señas (SonaxDraven)
RomanceSeñas Sona y Draven eran lo que muchos llamaban un milagro, sus caracteres eran tan distintos que aun parecia bastante increíble que fueran una pareja funcional pero para un acercamiento solo se necesitan un par de palabras y a ellos solo les basta...