Disimula. -II-

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—No, sé que no es el caso, pero...

—No necesito tantas explicaciones, perdón. Quieres un bebé y punto.

—¿Tú no? Porque ambos tenemos que estar de acuerdo...

Nicholas pensó en la conversación que había tenido con Emiel semanas antes. Ya era tiempo, o se arriesgaba a perder todo por lo que había trabajado. De todas maneras, no le disgustaba la idea de tener un pequeño en casa. Sin embargo, no sabía cómo lo tomaría su abuelo, si el pequeño en cuestión resultaba ser adoptado.

—¿Cuál es el plan? —Le preguntó a Keira.

—No tengo ninguno aun.

—Son muchas complicaciones las que podría significar traer un bebé a esta casa... en especial un bebé que no es nuestro.

—Lo sé, he investigado algunas cosas pero es un tema muy amplio.... También he pensado en subrogación.

—¿Un vientre alquilado? —Arrugó el rostro-. Keira...

—Lo sé, es mucho que asimilar, pero....

—Eso significaría involucrar a alguien más en nuestras vidas, y.... Yo no sé si estoy dispuesto.

Keira asintió, el rostro triste. —Entiendo...

—Estoy abierto a considerar la adopción, pero... debemos informarnos antes de aceptar dar ese paso.

—Necesitaríamos un abogado.

Nicholas asintió levemente, y se llevó la copa a los labios, reclinándose contra el sillón. En ese momento, Keira supo que daba la conversación por terminada.

_____

Luego de un leve toque a la puerta, Janine entró en la oficina de Keira. Ella estaba sirviéndose café de una máquina.

—Tienes una llamada de las oficinas de Nicholas...

Ella lucía sorprendida. Hace algunos días que habían tenido aquella conversación sobre la adopción, e inevitablemente, ambos mantenían su distancia desde entonces. Le pareció intrigante que él diera el primer paso.

—Gracias. —Dijo al dirigirse al teléfono-. Nicholas...

—Michael. —Respondió aquella voz poco familiar.

Sin quererlo, Keira se desilusionó al instante.

—Mi secretaria me dijo que me llamaste ayer, disculpa que no pude regresarte antes la llamada.

—No te preocupes. —Se aclaró la garganta-. Se acerca el cumpleaños de Nicholas, lo que no espero que supieras porque es bastante reservado, pero... pensé que podrías ayudarme a organizar algo...íntimo.... Eres lo más cercano a un amigo que le conozco.

Pudo sentir la sonrisa de Michael del otro lado de la línea. —¿Estás libre para tomar un café a eso de las cinco?

_____

Nicholas salió de su oficina, y se dirigió al escritorio de Jackie.

—Jackie... ¿Sabes si Blake Martin está hoy en la empresa?

—No, señor, pero puedo llamar a su oficina.

Él movió la cabeza en negación. —No te preocupes, voy a bajar.

Entró al elevador, y luego de descender unos cuantos pisos, salió. Todas las puertas a su alrededor estaban abiertas, a excepción de una: la de Blake Martin. Los empleados en las oficinas lo miraban interesados, nunca iba allí.