—¿A qué te refieres?
—A nosotros... Siento que...tal vez no lo estamos.
—Ah... ¿Porque me acusaste de usar el sexo como un mecanismo para afrontar la manera en que me siento al estar de vuelta aquí? —Citó.
Keira suspiró. —¿Estoy muy lejos de la realidad?
—No lo sé, Keira, pero... no quiero que cuestiones las razones por las que me acuesto contigo. Es ridículo.
Ella no dijo nada más. Estaba confundida.
Luego de un rato, Nicholas le tomó la mano, entrelazando sus dedos. Continuaron en silencio.
______
Durante un momento en el que Nicholas se había distraído y se alejó de ella, Keira tomó su móvil del bolso. Hace rato había escuchado la notificación de un mensaje nuevo, pero no había tenido la oportunidad de revisarlo. Seguro que no era nada importante.
Desbloqueó la pantalla para encontrarse con una foto envíada desde un número desconocido. Era una habitación. Era su habitación, la que compartía con Nicholas en la casa de Staten Island. Sobre las sábanas notó la sombra de una persona. Un hombre tal vez. Estaba confundida.
"¿Quién eres?" Escribió a aquel número, pero el mensaje no se envió, a pesar de que lo intentó varias veces. Tenía señal.
Lo próximo que hizo fue marcar al número de Jackson. Sentía las manos temblorosas y los labios secos.
—Señora van der Voort. —Le dijo el como todo saludo.
—¿Quién estuvo en la casa?
—¿A qué se refiere?
—Hubo alguien extraño en la casa. ¿Quién fue?
—¿De dónde saca eso, señora? Yo...
—¿Pasó algo que no sepamos Nicholas y yo?
—No... —Jackson se aclaró la garganta-. Bueno...
—Te escucho.
—Cuando regresé de dejarlos en el aeropuerto me encontré con una falla en el sistema de las cámaras y las alarmas de seguridad. Estuvieron desconectadas por unas horas.
—¿Estás seguro de que nadie entró en la casa?
—Revisé todas las habitaciones, señora, y no encontré nada fuera de lugar.
Keira tragó saliva. —No quiero que Nicholas se entere de esto.
—Pero...
—Jackson, te juro que voy a lograr que te quedes sin trabajo si él se entera.
Jackson no habló por largos segundos. —Como diga.
—¿Con quién hablabas? —Nicholas le preguntó al volver junto a ella.
—Con... Um... Janine... Tenía unas dudas sobre algunas cosas que dejé pendientes.
Él asintió.
No podía contarle. Si lo hacía, nunca se iba a deshacer de tanta maldita seguridad todo el tiempo.
—Te ves más relajado. —Ella comentó.
Nicholas sonrió. —Venir aquí me trajo muchos recuerdos.
Keira le devolvió la sonrisa.
—¿Quieres ir de bar en bar? —Le preguntó.
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Disimula. -II-
RomanceEn el libro I de Disimula., Nicholas y Keira decidieron darle una oportunidad a su matrimonio. Sin embargo, no todo fue color de rosa. Keira, indecisa entre dos amores, terminó marcada de por vida. Acompaña a Nicholas van der Voort y Keira Auguste s...