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—¡Déjame, por favor! —Suplicó, aun forcejeando.

La fuerza de un cuerpo la pegó contra una de las paredes de la ducha, y luego sintió la calidez de un aliento.

—Tranquila. —Susurró contra su oreja, y fue la primera vez en su vida que escuchó esa palabra y en efecto logró tranquilizarse.

Nicholas retiró por fin sus manos de sus ojos, y ella se dio la vuelta para enfrentarlo.

—¿Qué haces aquí? ¿Planeas matarme del susto? ¡Dijiste que llegabas mañana!

—¿Estoy en problemas por querer darle una sorpresa a mi mujer?

Mi mujer. Le encantaba que se refiriera a ella como su mujer. Había algo en esa actitud machista y en esa posesividad que la excitaba a sobremanera, aunque nunca se atrevería a comentarlo en voz alta.

—¿Qué te pasó acá? —Keira le preguntó, preocupada, notando una ancha venda adhesiva justo encima de la flexura del codo.

—Nada grave. Luego te cuento.

Sin más palabras, volvió a empujarla contra la pared de la ducha, la cargó, y automáticamente Keira enredó sus piernas alrededor de sus caderas. Your Body is a Wonderland de John Mayer sonaba en los altoparlantes.

_____

Durante la tarde siguiente Jackie estaba al teléfono cuando Jackson se aproximó a su escritorio a pasos rápidos. Le faltaba el aire y tenía la piel morena un tanto enrojecida.

—¡Necesito ver al señor van der Voort en este mismo instante!

Ella alzó la mano para que esperara, dijo unas palabras más al teléfono mientras anotaba algo en su agenda, y luego puso el aparato de vuelta en su base.

—¿Qué es lo que sucede? El señor está en una reunión y pidió que no lo molestaran. Luces muy alterado...

Jackson daba vueltas en el mismo lugar mientras hablaba. —Es una emergencia en la casa, Jackie. Tienes que llamarlo en este mismo momento.

Jackie se levantó angustiada. —¿Le pasó algo a su esposa?

—¡Jackie!

—¡Ya voy, tranquilo!


Dejó a Jackson y fue al salón de conferencias. Nicholas mostraba una presentación de unas gráficas mientras se dirigía a sus espectadores, entre ellos Michael.

—Si logramos que... —Entonces vio a Jackie-. Jackie, te pedí que...

—Es una emergencia, señor... —Dijo apenada.

Él enarcó las cejas, y se encaminó a la puerta. —Permiso, ya regreso.


—¿Y bien? —Le preguntó a Jackie cuando estuvieron lejos del campo de audición de los demás.

—Jackson quiere verlo, parece que algo sucedió en su casa.

Nicholas se dirigió a su oficina sin mediar palabra, Jackie lo siguió.


Jackson estaba aún en el mismo lugar caminando en círculos, pero ahora estaba al teléfono. —Ya vamos, Gio. Trata de tranquilizarte. Necesitan que estés en tus cinco sentidos. —Dijo antes de colgar, tan pronto vio a Nicholas cerca de él.

—¿Qué es lo que está sucediendo? —Preguntó con algo de dureza.

—Señor... Tenemos que irnos. Se llevaron a la niña.

Disimula. -II-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora