37. Graduación.

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“El amor infantil sigue el principio: Amo porque me aman. El amor maduro obedece al principio: Me aman porque amo. El amor inmaduro dice: Te amo porque te necesito. El amor maduro dice: Te necesito porque te amo.”




—¡¿Porqué tardaron tanto?! —Histérica. Así es cómo se sentía la rubia de coleta alzada por el retraso de sus compañeros.

Mientras los ya mencionados sonreían cómo tórtolos sonrojados mirándose el uno al otro.

Amor. Era lo que sentían.

—¡Respondan! —volvio a gritar la Yamanaka.

—Estábamos haciendo cosas... Interesantes. —respondió la chica de cabellera café mientras seguía observando a su amado.

—Si... Cosas muy importantes. —apoyo el argumento de su ahora novia, quién devolvía la mirada a está.

La de mirada azul agua fruncio el ceño y gruño por debajo. Estaba enojada y mucho.

Pero ellos la ignoraron y se alejaron de ahí para hacer cosas importantes.

Cómo disfrutar de la noche.

Mantenían sus manos entrelazadas y se miraban mutuamente.

Sin decir nada, fueron a la pista de baile e hicieron lo que cualquiera haría ahí... Bailar, dah.

Es como si estuvieran conectados, ya que funcionaban muy bien juntos.

Su sincronización a la hora de bailar era cautivadora y sorprendente.

Lo cuál hizo que se llevarán varias miradas.

Entre ellas las de Sasuke y Yukari. Quiénes los observaban sorprendidos pero a la vez felices.

Pues lo habían comprendido. Ellos ya estaban juntos y no había quién lo separará.

[...]

—¿Te molesta si...? —dijo nervioso el rubio, pero fue interrumpido.

—¿Si me llevas a casa? Claro que no me molestaría... —respondió astutamente la chica, se sentía emocionada por la compañía de su novio y como mostraba interés en ella.

Era cómo si sus fantasías se cumplieran.

Caminaron por las calles de Tokyo, tomados de la mano y conversando sobre cosas triviales.

Era de noche y por ello el ambiente era helado, resultaba raro que a pesar que es verano tengan un clima muy frío.

Escalofríos recorrían el cuerpo de la mujer, trataba de hacer calor con sus manos pero eso no era suficiente.

El rubio notó la situación de su novia, y como todo un caballero que es ofreció su chaqueta para que la pelicafe no pasará frío.

«Un gesto muy lindo»

[...]

—Tranquila, respira... Piensa en Naruto...

—Joder, si no entró mis padres me matarán, seré el hazmerreír.

Sin duda alguna, era complicado lo que estaba sucediendo. Yukari calmaba a su amiga, mientras ella se encontraba angustiada.

Hace un día estaba feliz por saber los sentimientos de su ahora novio, pero hoy todo era diferente.

Una Bella Promesa. [ᴇᴅɪᴛᴀɴᴅᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora