36. Te amo.

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Duda que sean fuego las estrellas. Duda que el sol se mueva. Duda de la verdad sea mentira. Pero no dudes jamás de que te amo.”





El auditorio estaba repleto de personas, y una de ellas era esa chica... Portaba un vestido de color rojo, no llamaba mucho la atención, su cabello estaba partido a la mitad con ligero planchado, por lo cuál aún se podía percibir el cabello quebradizo de la joven, su maquillaje era ligero y muy natural, sus labios tenían un leve color rojizo que combinaba con su vestido. Todo en ella era simple, pero hermoso.

—¡____-san, al fin llegas! —gritó una chica de cabellera rubia que tenía un vestido color morado.

—Hmm, hola Ino...—musitó apenada, pues pensaba que su apariencia era la de un payaso.

—¡Pensaba que no vendrías, y que tendría que hacer todo esto sola, así que por favor acompañame! —tomó la muñeca de la castaña, quién la miraba confundida.

—Pero...— volteó hacia atrás, buscando a Yukari, pero no la encontró ya que ella se había ido con Deidara a bailar.

«Esos idiotas me dejaron sola... »

Pensó, mientras la llevaba a rastras su compañera.

—Escucha esto, el ponche se ha acabado, sólo hay en el almacén, ve por ahí y llena la jarra de ponche.— ordenó desesperada pues todo era un caos. Su labor de organizar el baile aún no había acabado.

—Espera...—susurró con enojo mientras se soltaba del agarre de la Yamanaka.— ¿Por que tengo que hacer esto yo... Que pasó con loa demás?

—Ellos están en las mismas que tú, al parecer el director nos condenó con organizar el baile...—dijo con un suspiro amargo.

—Está bien te ayudaré...

[...]

Se encontraba llenando la jarra de ponche por tercera vez en la noche, estaba aburrida, pero ¿cómo no estarlo?, si ha estado desperdiciando su velada haciéndole favores a la rubia de coleta alzada.

Pensaba ingenuamente que todos sus compañeros estaban igual o peor de ajetreados que ella.

Pero no, su clase estaba bailando en la pista como cucarachas y a ella la tenían como esclava sin disfrutar su baile de graduación.

«Vete a la mierda Ino»

Maldijo desde sus adentros. A su parecer, Ino fue muy cruel con ella al estarle encargando hacer cosas como llenar la jarra de ponche, volver a poner el tazón de frituras y preparar más vasos desechables, todo se lo dejaba a ella.

«Tal vez sea porque la mande a la mierda cuándo me dijo que le ayudará a decorar el auditorio»

Era una respuesta coherente, puesto a que ella la ignoró olímpicamente aquel día y ahora la rubia se estaba vengando de ella. Así que por consecuencia no disfrutara totalmente del baile.

Al terminar su labor de llenar la jarra de ponche, caminó en busca de tranquilidad, deseaba sentarse y descansar antes de que se topé nuevamente con la chica de ojos azul agua.

Una Bella Promesa. [ᴇᴅɪᴛᴀɴᴅᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora