30 DÍAS, RECUÉRDAME | [Ym, Vk]

Capítulo 11: Nunca te soltaré, lo prometo

Corriendo y casi tropezando iba un chico con el alma casi destrozada, ¿había hecho algo malo para que le pasen estas cosas? ente bocinas de autos debido a que casi se hace atropellar, este seguía corriendo... con la cara manchada de lágrimas, recordando.

—¿Enfermedad?

—Si, cáncer.

—¿Ca-cáncer?

—Así es, tengo entendido que ahora esta hospitalizado con una licencia de dos semanas, al parecer no lo sabías, es lamentable, nos pasaron la información y aquí tengo la dirección del hospital en el que se encuentra.

—Gra-gracias.

—Ve a visitarlo, a nosotros nos pidieron discreción con su caso, por eso tampoco lo divulgamos, asi que te pido...

—No se preocupe.

—¿Estudias aquí?

—Si, medicina.

—Que bueno, ayuda al muchacho Kim, dale fuerzas —Jimin solo asintió levemente.

—Permiso.

—Ve —de inmediato este salió corriendo.

Una gran fachada blanca aparecía poca a poco ante su vista haciéndose cada vez mas grande mientras mas corría, había llegado a la dirección que le dieron, un hospital, al tratar de ingresar este se detuvo en seco debido a no saber que es lo que podrá encontrase allí, varios pacientes en silla de ruedas pasaban por allí, niños enfermos y un olor, ese pesado ambiente de hospital.

Dejando que sus pies lo guíen, este atravesó la gran puerta de cristal, buscando con la mirada la oficina de dirección, al encontrarla se acercó de manera rápida y nerviosa.

—Disculpe, busco a un paciente...

—¿Si? tiene que decirme su nombre.

—Es... Kim Taehyung.

—Mmm si, habitación 295, en el cuarto nivel.

—Gracias. 

Jimin de inmediato buscó ascensores, una vez dentro no sabía que era lo que tenía que decir, no había pensado en algo, se supone que debería regañarle por haberle ocultado eso o lamentarse por la enfermedad de su amigo, expresaría las primeras emociones que su corazón sentiría.

Una vez saliendo buscó los diferentes números en cada puerta, hasta toparse con la indicada, no quería abrirla, no, así no, pero era momento de dejarse esperar, de manera muy lenta, jaló la perilla hacía abajo haciendo que la puerta se abra lentamente, abriendo el paso a su cabeza, sus ojos  encontraron a su amigo tendido en cama, conectado a muchas máquinas, escuchando el fuerte ruido del bip que indicaban los latidos de su corazón, tan pálido... y dormido. 

Cerró la puerta con cuidado detrás suyo, donde solo podía suspirar al verlo así, dio gracias que Tae estuviese dormido, él no hubiese sabido que decir; se acercó para acariciar su mano y luego pasarse a su rostro.

—¿Por qué no me lo dijiste? se supone que somos amigos...

De tal manera este nunca respondía, solo parecía de manera inmóvil, al menos podía respirar de sus propios pulmones.

—Ahora no importa, no me iré de tu lado, ¿entiendes? tonto.

Una enfermera de repente entró interrumpiendo el momento.

—¿Es familiar suyo?

—Si... lo es.

—Sabía que vendría alguien, lloraba en las noches, es bueno ver que ahora tiene a alguien.