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Capítulo 48: Un mundo sin ti

—Eres Yoongi, ¿cierto?

Un chico de cabello rojo fuerte con un sobre en sus manos se acercaba con algo de timidez, pues el contrario reflejaba cara de pocos amigos  y de mucha introversión, sin mencionar que nunca se movía de lugar, siempre estaba mirando a través de la gran ventana que tenían en dirección al mundo, a una persona en especial.

—¿Qué quieres? —responde sin voltear.

—Pues dudo que sepas pero, Jin, el encargado de...

—No me interesa saber en lo absoluto —lo corta— no es de mi importancia.

—Es que... —mira sus manos— el me encargó que te diera esto —estira sus manos.

Yoongi por fin voltea y ve el rostro de aquel chico, algo inocente y de bonito perfil, baja su mirada y ve que en sus manos sostiene un sobre color crema, vuelve a mirar el rostro del joven para finalmente volver su vista a la tierra.

—Como dije, no me interesa saber nada.

—Bueno... yo dejare esto aquí —lo baja con cuidado cerca suyo— siento que es importante que lo leas, y con mas razón que el ya no esta aquí, adiós.

Segundos después de haber sentido que estaba solo, vuelca su mirada para volver a ver aquella carta en sus pies, pero ¿a que se refería cuando dijo que el no esta aquí? ¿Quién se fue? tampoco tenía muchas ganas de averiguarlo, y mucho peor si venia de ese hombre, que si bien ese era su trabajo, Yoongi estaba seguro que el pudo haber hecho algo para ayudarlo, ahora los recuerdos con Jimin solo viven en su memoria, porque si, Yoongi decidió quedarse con todo lo que vivió en la tierra y no olvidar nada por mas que los demás lo hayan hecho, y desaparecería con ellos si en algún momento enferma de tristeza y soledad.

***

Seis días habían pasado de aquel accidente y las cosas en la tierra mejoraban para algunos, Jimin ya podía sentarse, su madre quien poco a poco ganaba su confianza, lo ayudaba a tomar algo de sol en las mañanas y respirar aire puro en la silla de ruedas, pues también había recibido un fuerte golpe en la cadera; Taehyung iba todos los días a verlo, traía sus películas favoritas y a veces algunos cómics, comían juntos y una que otra noche se quedaba a dormir con el, Jungkook también iba a verlo pero no con esa magnitud como lo hacía su pareja, ya no salían como antes y el dialogo también había disminuido, pero no importa porque Jimin lo necesitaba, aunque Kook también lo hacía.

La mente de Jimin iba absorbiendo todo lo que le enseñaban sobre el, como era su mundo antes de su accidente, el mundo sin Yoongi. Todos estaban felices ya que el doctor lo había dado de alta esa misma mañana, Taehyung iba ayudando a la madre de Jimin a empacar su ropa en el bolso que ella misma había traído para su hijo, minutos después Jungkook llega.

—Hola, ya llegue —entra— ¿Qué pasa?

—Kookie, a Jimin ya le dieron de alta —sonríe Taehyung.

El menor se sorprende y voltea a ver al rostro del mencionado, feliz y con mejillas rosadas en vista a su amigo que ayudaba.

—Me alegra mucho —se sienta a lado suyo en la cama y fricciona su brazo izquierdo.

—Gracias por... ayudarme —menciona Jimin, a lo cual todos le devuelven una sonrisa.

—No te preocupes cariño —menciona su madre— hoy comeremos tus platillos favoritos en casa, la pasaremos bien.

Los tres ayudaron a Jimin a dejar la ropa de hospital y colocarse sus propias prendas, también pudo dejar la silla de ruedas ya que su cuerpo había mejorado, pero aun así necesitaba guardar bastante reposo y no realizar movimiento bruscos ni deportes por lo menos un mes, juntos tomaron el taxi de ida a casa, los ojos del joven Park se abrieron al verla, parecía hogareña por fuera, estaba seguro que le gustaría mas al entrar dentro de ella, Taehyung lo ayudó a cruzar la puerta ya que en ella se encontraba una pequeña grada, mientras que Kook sostenía su bolso. 

—Bienvenido a casa... hijo —hablaba feliz su madre.

Jimin solo podía sonreír, aun no se encontraba en su total confianza de expresarse mas pero, se aseguraba que iba por buen camino.

—¿Te llevo a tu cuarto? —pregunta Taehyung.

—Vayan, yo prepararé el almuerzo —menciona su madre— los llamaré cuando todo este listo.

—Esta bien muchas gracias señora Park —responde Kook.

El trío sube poco a poco las escaleras, Jimin apoyándose en el brazo de Tae debido a que no puede realizar mucho movimiento, llegando al final, Kook abre la puerta y deja que el dúo entre primero, a lo cual Jimin no deja de mirar por todas partes su propia habitación, un color amarillo pastel de fondo, una cama con sus muebles, posters, su gorro rojo encima de su escritorio y una cómoda con un bonito espejo decorado de fotos y adhesivos.

—Esta tal cual lo dejaste —menciona Tae en vista a su amigo, observando lo impresionado que se encontraba.

—Tae —habla Kook y el voltea— ayúdame con el otro bolso que se quedo abajo ¿si?

—¿Otro? —se le queda viendo unos segundos— claro ya voy— Jimin espérame un rato ¿si? no te muevas mucho —le da una sonrisa.

El mencionado asiente, ve que se ha quedado solo y empieza a caminar despacio observando todo lo que le rodea,  se acerca a su propia cómoda con la finalidad de apoyarse por seguridad, al llegar no puede evitar verse en el, observando cada una de sus facciones, se toca el rostro acariciando sus labios y mejillas para finalmente sonreír, feo no era, tal ves se consideraba atractivo con mucha modestia.

Su vista sigue avanzando a través del espejo y cae en una fotografía, su sonrisa se borra y frunce el ceño tratando de ver mucho mejor, la toma con su mano sacándola del medio del espejo y la madera del marco en que se encontraba, observa a un chico de pelo negro a su lado, siendo abrazado por el mismo, lleno de felicidad.

—¿Quién es el?

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Gracias por la lectura :3 y no, Yoongi no desapareció en aquella foto. ¿Por qué creen?