Capítulo 25: Y yo te amo

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—¿Interrumpo? —entraba Tae a la habitación de Kook.

—Ah Taehyung, lo siento... la enfermera se quedó conmigo durante casi todo mi almuerzo.

—Descuida, lo supuse... ¿ya casi terminas? vine a recogerte —se adentra a la habitación.

—Si, ayúdame con el plato. 

Este se acerca mas para agarrar el plato y colocarlo sobre la bandeja que estaba encima de un carrito de ruedas, se acerca ahora hacia Kook para sobarle el hombro mientras este aún sigue sentado en la cama.

—Hyung... allá esta la silla de ruedas, ¿me la alcanzas? con cuidado.

—Claro.

Este se aleja y con la mano izquierda toma del mango de la silla mientras con la derecha arrastra el suero que aun lo ataba a el, aun así pudo hacerlo y lo colocó a lado de la cama de Kook.

—Gracias —saca las piernas de la cama.

—Espera déjame ayudarte —se acerca mas para tomarlo de la cintura y ayudarlo a pararse, una vez juntos este lo apega mas a su pecho para ver su reacción, este trata de buscar la mirada sonrojada de su menor que se encuentra algo avergonzado.

—Ya puedes bajarme... —lo dice sin mirarlo a los ojos.

—Claro —lo baja con una sonrisa.

Una vez Kook sentado, agarra el suero de Tae con la mano derecha y siente avanzar, ayuda a patear la puerta y ambos  siguen su camino, este tiene un ligero rubor en sus mejillas, nunca se imaginaria un momento así, pues si bien el hospital no es un lugar romántico para dos personas, era el único lugar donde podían verse, lo mas importante eran ellos dos.

—¿Nos dirigimos al balcón?

—Si... ya llegamos.

Dando la vuelta se dirigieron al ascensor que allí estaba, entraron juntos sin problemas dando gracias de no encontrarse con algún doctor, al escuchar el bip para bajar, Tae tomo de nuevo el mango de la silla para sacarlo, aún encontrándose con el pasillo algo oscuro, torcieron las miradas hacia la derecha viendo aquella luz que iluminaba apenas su camino, como en un túnel, ambos en silencio caminaron hasta poder estar debajo de aquel cielo azul con nubes blancas, era hermoso para ellos.

—El cielo se ve tan bonito —dice Kook con la mirada puesta hacia arriba, apenas abriendo los ojos.

—Hace tanto tiempo que no lo veía —Tae dirige mas hacía dentro llegando a una banca y tomando asiento en este.

—Gracias por traerme, aprecio esto.

—¿Quieres? —le ofrece una barra de chocolate— lo compre de la maquina antes de llegar a tu cuarto.

—¿Enserio? gracias —lo toma y empieza a abrirlo.

Ambos empiezan a comer hasta que Tae intenta romper el silencio.

—Esta... sería nuestra primera cita ¿cierto?

—Parece que si —se sonroja.

—Entonces ¿puedo hacer algo? —toma su mano.

—Claro —lo mira extrañado.

Tae deja su chocolate de lado y con algo de lentitud empieza a agarrar el rostro de Jungkook para finalmente topar con sus labios, empezó a moverlos de manera lenta hasta sentir el asentimiento del contrario, prosiguió a darle con mas fuerza, queriendo llegar hasta lo mas profundo de su boca, quería sentirlo mas cerca pero el mango del brazo de la silla de ruedas lo molestaba, sin despegarse de sus labios, se levantó y agarró con fuerza la cintura de Kook para alzarlo, sintió como el menor lo apretaba fuerte de sus brazos, de inmediato este se sentó ayudando a que el contrario se sentara encima suyo a horcajadas para mas comodidad entre ellos. 

30 DÍAS, RECUÉRDAME | [Ym, Vk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora