Entre varias risas, llegaron a aquella tienda para luego tomar asiento y empezar a pedir su orden.
—Yo quiero budín de chocolate.
—Y yo como dije, escogeré el primer postre para Tae... una ración de torta de merengue con barras de chocolate por favor y un budín también, pero de frutilla.
—¿Quieres hacerme engordar?
—Otra cosa, solo sé que te va a gustar.
Los tres ya tenían sus postres y comían muy animosamente, excepto Jimin que se enfocaba mas en ver a Tae y su postre, que después de varios minutos, empezaba a comer mas lento provocando algunas risas de sus compañeros.
—¿Te gustó?
—Si mucho, ¿quieres probar un poco?
—No no te preocupes, es solo para ti ¿no Kookie?
—¡Si! es tan dulce como el amor y cariño que te tenemos. Y que te tengo.
—Mucho, mucho cariño, así que te lo comes todo.
—Es que, ya me siento algo lleno —ya empezaba a doler su panza.
—Pero si quieres te compro otro y...
—¡Ay Jimin! ya se lo que tramabas, ya no quiero nada ahora —Tae empezaba a protestar.
—Sabes que te quiero igual ¿no? que te queremos.
—Yo también Jimin... lo sabes.
—Si ya terminamos... entonces ¿salgamos al parque mas tarde no?
—Me parece bien Kook, aunque después tengamos que volver rápido por tareas.
—Esta bien, acompañemos a Tae a su casa primero —adjunta Kook.
Salen de la tienda de ida a casa de Tae, que por cierto no quedaba tan lejos, una vez Jimin y Kook lo dejan en la puerta, ambos se dan media vuelta para volver, iniciando una conversación algo incómoda.
—¿Hace cuanto se conocían Tae y tú?
—Desde pequeños, jardín de niños.
—A veces siento tensión cuando el te mira, ¿nunca te dijo nada?
—Mmh algo como qué.
—Tal ves, como un gusto o no se hyung... tu deberías saberlo —preguntaba con tristeza.
—Ah... no te preocupes de eso, solo es mi amigo, nunca pasó nada.
Ese comentario despierta un viejo recuerdo que tenía en la mente, una situación que el vivió en la secundaria, pero tal ves pensaba que incluso Taehyung lo había olvidado así que no tenía de que preocuparse.
Ambos amigos se despiden en la esquina para tomar diferentes rumbos, Jimin al torcer se acuerda de que no tenía nada para comer en casa, pues su mamá no estaba en ella, por eso opta en comprar comida, al entrar al restaurante ve el menú, ordena algo de sopa con fideos y al darse la vuelta se da cuenta que alguien conocido estaba sentado allí, era el chico fantasma de su clase, caminando lentamente, se sienta al frente suyo.
—Hola, no sabía que comías aquí, ¿vives por aquí?
—¿Quién eres? —levanta su rostro para fruncir su ceño.
—Soy tu compañero de clases en medicina, ¿no te acuerdas?
—Ah si... el chico burlón.
—¿Burlón? no es mi culpa que hagas caras feas al dormir —discute ofendido.
—¿Desde cuando me hablas con confianza?
—Ay lo siento, bueno yo solo vine a comer y...
—Su orden señor —se acerca la mesera.
—Gracias, sabes... —se para— hoy estudiaré en casa, ¿no quieres venir? es solo para ayudarte, cuando estaba en el colegio, tenía problemas con algunas materias, pero mi amigo me ayudaba y pude pasarlas bien.
—Creo que no, gracias. O tal ves podría aprovechar a matar mi tiempo, ni siquiera tengo por ahora un lugar a donde ir —pensó.
—Ah bueno esta... —Jimin ya estaba por irse.
—Espera, entonces iré si es que quieres brindarme tu ayuda.
—Bien, te diría ahora pero, tengo algo pendiente en la tarde, ¿nos vemos a las cinco?
—Mmh bueno.
—¿Me das tu número para llamarte?
—¿Número?
—Si... de celular.
—Ah, lo perdí y por ahora no tengo pero, estaré por aquí y me encontrarás fácil.
—Eso espero, entonces adiós —termina de recoger su orden y sale del lugar.
Yoongi se toma el tiempo para comer, ya era hora de establecer un hogar instantáneo, alquilar una habitación, comprar mas ropa, ¿de donde sacaría mas plata para su comida?, definitivamente necesitaba la ayuda de Jin, era lo mínimo que podía hacer ya que vino al mundo en contra de su voluntad.
Sale del restaurante y se dirigió al lugar de donde había despertado, al llegar dejó que se vaciara un poco de gente, ya que no le gustaría ser visto por nadie, quedaría como un loco tratando de invocar a alguien.
—¡Jin! ¡responde! ¿qué se supone que debo decir o hacer? —no recibe respuesta— yo te invoco ¡oh Kim Seok Jin! —alza sus manos en alto con sarcasmo.
—¿Min? —solo se escucha una voz.
—Ven, ¡quiero verte! ¿dónde estas?
—Solo dime en que puedo ayudarte.
—Necesito mas dinero, ¡¿cómo crees que voy a sobrevivir sin comida?!
—Mmh ¿has pensado en trabajar?
—¿Trabajar? no juegues Kim, yo no voy a...
—De esa manera te relacionarás con mas personas ¿que no ves? tal vez tu persona predestinada te esté esperando en algún lugar, podría ser una hermosa chica o un bonito chico.
—Sabes que eso no me interesa, solo quiero sobrevivir hasta que tenga que irme de nuevo.
—Ay Min... esta bien, solo te aconsejo que empieces a moverte, deberías estar...
—Si si... ya lo sé.
—Bien, en tu chaqueta ya está el dinero, solo pórtate bien con las personas y no hagas estragos.
—No soy un demonio.
—Tal ves eso no pero un loco si, mira —se da la vuelta y se da cuenta que unos niños lo miraban raro, si bien hablaba el con alguien de verdad, nadie podía escucharlo ni mucho menos verlo ya que Jin ni siquiera estaba presente.
—Demonios, ya vete Jin, me largo —mete sus manos al bolsillo y parte del lugar.
—Ay Min... primer día y ya lo veo perdido.
Sale del parque dirigiéndose al lugar donde tendría que estar, hasta mientras buscaría un lugar donde dormir el resto de sus días por ahora, buscaba cuartos en alquiler y encuentra uno a buen precio cerca de la universidad de esta mañana, paga una parte de dinero adelantado a la señora, ahorraría dinero en transporte de mudanza ya que no tenía nada y sería mas fácil, el cuarto era sencillo pero cómodo, una cama, su baño, una mini cocina a un lado, una mesa y una silla.
Mientras arreglaba un poco su nuevo cuarto, en su mente estaba no olvidarse encontrar con aquel chico, nunca dejaría a una persona esperando, se sentía feo y eso el lo sabía.
—Bien, solo una hora mas e iré.
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30 DÍAS, RECUÉRDAME | [Ym, Vk]
FanfictionLIBRO FINALIZADO Min Yoongi es un espíritu lanzado a la tierra para cumplir un deber, encontrar su felicidad con un mortal ¿Que tanto te puedes tardar en descubrir que lo que sientes es amor? Tienes un cronómetro de vida. No tardes. Una historia ll...