Capítulo 12: Resignación

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Escondiendo sentimientos, Jimin vivía cada día; al día siguiente, su docente les había dado una orden de permiso a sus alumnos para que esta fuese presentada en los hospitales y los estudiantes puedan hacer prácticas en grupo.

—Jimin ¿te parece si vamos hoy en la tarde? en el hospital.

—Puedes ir yendo tu, tengo algo importante en la tarde.

—Bueno, avisaré a los del grupo.

—Claro... y ¿Quiénes están? ni siquiera me dijiste eso.

—Nuestros amigos... Claire, Kyung, Yoongi... 

—Ah, ya veo —y se fue sin decir más.

Casi corriendo, Jimin fue llegando al hospital, tal fue su sorpresa que su amigo se encontraba despierto, la última vez que lo vio, tuvo que dejarlo dormido, el rostro de Tae al ver a Jimin, fue mas que una sorpresa.

—Tae...

—Jimin... ¿Qué haces aquí? como...

—Lo mismo digo yo ¿por qué aquí? ¿Por qué nunca dijiste nada? ¿no confías en mi? —lágrimas se tentaban en salir de sus ojos.

—Perdóname Jimin, yo no quería preocuparte a ti ni a nadie... lo siento.

—Hace unos días vine a visitarte pero estabas dormido.

—Aquí le traigo su almuerzo paciente Kim, vaya, esta con visitas, el chico de hace unos días —entra la enfermera interrumpiendo la conversación.

—Gracias.

—Permiso —se retira.

—¿Te ayudo?

—Claro, aunque puedo hacerlo solo.

Sin decir mas, Jimin le quitó la cuchara a Tae para este darle de comer pacientemente, entre sonrisas y algunas risas este jugaba con el al ¨avioncito¨ haciendo unos sonidos algo raros.

—¿Cómo están allá?

—Bien, no he hablado mucho con ellos —baja la mirada.

—¿Les has dicho sobre lo que tengo?

—¿Cáncer? no, no lo he hecho, tu hueso sacro ¿no?

—Si, lo siento.

—Descuida, ya no hay que sentirse mal, ahora pasaré contigo mas tiempo.

—¿Y los chicos? ellos...

—¿Jungkook y Yoongi? ellos están bien sin mi —trata de sonreír.

—No digas eso, si éramos felices juntos.

—Éramos, las cosas han cambiando algo, tal vez necesitamos espacio, pero yo quiero hablar de ti, ¿desde cuando tienes esto?

—Hablemos eso en la tarde y te contaré todo.

—Esta bien... ¿Puedes levantarte?

—Si, bueno me dejan sentarme en la silla de ruedas, pero no salgo del cuarto debido a que no hay quien me pueda guiar, y con una enfermera a veces es incómodo.

—Pero ahora estoy yo.

—Lo sé y gracias por ello, sabes que te quiero mucho y aprecio lo que haces por mi.

—Yo también te quiero.

Luego de una sonrisas intercambiadas, este le hizo espacio a Jimin en su cama para ver la televisión, descansar y pasar el rato, jugando con sus dedos y viendo fotos viejas del teléfono. No quería empeorar las cosas llorando frente a Tae, ni contando sus problemas amorosos, después de todo, el ya sabía lo que tenía que hacer, solo le faltaba aceptar.

30 DÍAS, RECUÉRDAME | [Ym, Vk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora