Sabrina
Cuando salí, vi la camioneta de mi mamá y subí rápido.
-hola hija, qué tal tu primer día de clases?-
-todo bien!.
-vamos, quiero saber todos los detalles-
Le conté todo de viaje a casa y quedó impresionada, es que en realidad fue un día de locos, quien tiene tanta suerte de ser amiga de las chicas más populares del instituto siendo nueva? Exacto YO, nunca me había pasado algo ni remotamente parecido, pero estoy feliz.
-mamá puedo ir a una fiesta el viernes?.
-una fiesta?, pero si tu nunca has ido a fiestas.
-si, pero quiero conocer gente.
-claro, puedes ir. Solo mantén el móvil prendido.
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Cuando subí a mi cuarto me quite toda la ropa súper rápido, la calor me estaba matando así que me puse un bikini súper lindo que me regaló mi mamá el año pasado, nunca lo había usado hasta ahora. Corrí hasta la piscina gigante de mi casa y me tiré sin pensarlo.
-guau! Parece que estabas demasiado acalorada- dice una voz varonil
-quien eres?- pregunté.
-soy Dylan.
-Dylan?!- abrió la puerta que separaba el patio de la casa de al lado con el patio de mi casa- qué haces aquí??
-resulta que no somos solo vecinos de casilleros, vivo aquí al lado- me dedico una sonrisa.
- tu casa es enorme!- exclamé.
-si, la tuya igual, por cierto, no sé si te dijeron pero las dos casas comparten piscina.
-QUE?! es en serio?- exclamé.
-si, de hecho justo iba a meterme cuando vi que saltaste como delfín a la piscina- rió
- que vergüenza- me sonrojé.
-tranquila, fue divertido- se quitó la camiseta y se adentró a la piscina.
Omaigash!, dios perdoname!.
Mis ojos recorrieron su cuerpo descaradamente, no me culpen, jamás había visto tanta perfección junta.
-disfrutas la vista?- desvíe la mirada y mis mejillas se ruborizaron con rapidez- tranquila, ya estoy acostumbrado.
-yo...eh...no...no vi nada.
Papá voy a matarte!.
Mi papá nunca me dijo que tendríamos que compartir piscina con los vecinos, me sentí muy avergonzada, más aún cuando mi vecino es el chico más guapo de todo el instituto y vio mi imperfecto cuerpo, lo sé, mi autoestima está por el suelo y mucho mas abajo que eso.
luego de un rato incómodo Dylan comenzó a tirarme agua y le seguí el juego, estuvimos una hora jugando en la piscina hasta que nos dio frío y nos salimos.
-iré a cambiarme- estaba tiritando por el frío.
-yo igual, por cierto en el refrigerador de tu casa hay un papel que dice mi número de celular, agrégame y hablamos por WhatsApp.
-y como sabes que en mi nevera está tu número?- pregunté.
-porque tu mamá fue en la tarde a mi casa y mi mamá le dio mi numero por si llegase a necesitar algo.
-esta bien, luego te agrego ahora iré a vestirme, no quiero morir de hipotermia- le di un beso en la mejilla y me adentré a la casa.
Corrí a mi cuarto para no mojar la sala y las escaleras. Entré a la ducha para quitar el cloro de la piscina y varios químicos que estás contienen, cuando termine salí enrollada en mi toalla y busqué mi pijama de dinosaurio. Me lo puse y baje las escaleras para preparar la cena junto a mi mamá.
-ví que estabas hablando con el hijo de la vecina- mi madre estaba de espaldas picando verduras.
No sé porque lo hace, debería contratar a una cocinera y ya.
-si, por qué no me dijeron que teníamos que compartir la piscina con los vecinos?, me morí de vergüenza.
-ve el lado bueno, al menos conociste al vecino- rió
-ya lo había conocido en el instituto-
-así que el es el chico popular?-
-si- miré la nevera- mamá que son estos?
-ah, son los números de los vecinos, por si necesitamos algo-
Ví que estaba un número y al lado decía Dylan (hijo de Mónica vecina), saque la hojita y subí rápido a mi cuarto para anotar el número en mi smartphone.
Sabrina: Hola soy sab, se me había olvidado hablarte antes.
Dylan: no hay problema, te agendare de inmediato.
Sabrina: perfecto.
Dylan: listo. Mañana te irás con tu madre al insti?
Sabrina: creo que no, mañana tiene cosas que hacer, así que tomaré el auto bus.
Dylan: no hace falta, mañana paso por ti a las 8:30 y nos vamos en mi auto.
Sabrina: Genial! Gracias. Me iré a dormir, nos vemos.
Dylan: está bien, descansa.
Sabrina: tu igual.
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𝐂𝐚𝐢 𝐀𝐧𝐭𝐞 𝐓𝐢
RomanceSoy Sabrina, tengo 16 años y hace tres meses me mudé a San Francisco (California) mi vida a cambiado mucho, desde ser una chica nerd que pasa su vida en una biblioteca a ser la chica popular y enamoradiza que se emborracha en fiestas. Mi cambio no...