42.Positivo.

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¡Hola pinshis cursis (quise darles un apodo así que ese será gg)!, espero que estén suuuuuper bien, hoy es un gran día, ¿por qué? Bueno, este es el penúltimo capítulo!.

Muchas gracias por todo el apoyo, ya sé que lo he dicho antes pero en serio estoy muy agradecida con todos ustedes ❤️.

Bueno, aquí va otro capítulo que creo que es muy fuerte para mí... ⚠️ si tienes menos de 17 años no leas esto, contiene partes sexuales.

Debo agradecerle a mi amiga Belén Guzman, que me ayudó bastante con este capítulo. Debo admitir que hay partes que yo no pude escribir y que ella escribió por mí😅, y no es porque no sepa sobre estas cosas... supongo que es algo incomodo para mí.

Y bueno, no quería llevarme todo el mérito, ella le dió el toque sexual y agradezcámosle. ❤️❤️❤️

42. Positivo.

Sabrina.     (3 semanas después).

Todo volvió a la normalidad, Dylan arregló las cosas con su madre y mis padres me perdonaron por desaparecer durante dos días,
Les conté todo lo qué pasó, bueno casi todo, omití la parte en que perdí mi virginidad.

3 semanas atrás.

Dylan paró la moto en frente de la farmacia, estaba muy nerviosa y sentía la sangre en mis mejillas, nunca me había visto en una situación tan vergonzosa.

Ahí estaba yo, una chica de 16 años comprando una maldita pastilla del día después, el muy cobarde de Dylan se fue a según el comprar desodorante y me dejó sola con la farmacéutica que me miraba con cara de asombro y no la culpo, si fuera ella y una adolescente viniera a comprar pastillas para eso reaccionaría peor.

-¿algo más?- preguntó la farmacéutica.

Bajé la mirada y miré unos condones en el pequeño estante en donde tenían preservativos.

-eh... yo... si- enarcó una ceja- condones por favor.

Dios! Acaso no podía ponerse más vergonzoso?!.

Bueno, quizás sea mi culpa pero, obviamente dylan y yo íbamos a seguir haciendo esto y yo no quiero quedar embarazada a corta edad, prefiero pasar vergüenza unos minutos a tener una panza hinchada 9 meses seguido de nauseas y dios sabe que otras cosas.

- ¿eso es todo?- preguntó- ¿el es tu novio?- apuntó a Dylan quién estaba con su mano en la barbilla mirando con determinación los desodorantes.

- si - respondí mirándolo, se veía tan tierno.

Ella asintió y yo procedí a pagarle, me acerqué a dylan quien seguía concentrado leyendo los ingredientes de un desodorante.

Enarqué una ceja y sonreí-¿ya escogiste?

-ehs- se rascó la cabeza- en realidad no uso desodorantes de farmacia- entrecerré mis ojos- me irritan la piel!.

Solté una carcajada- está bien!, vámonos piel sensible- dije en tono burlón.

De regreso a casa veníamos cantando a todo pulmón, parecíamos idiotas pero al menos estábamos feliz, al llegar saqué una de las pastillas y la tomé, mi madre bajo las escaleras y entré en pánico no sabía qué decirles, no les había dicho que iría a la mansión en las afueras de la ciudad para buscar a Dylan.

- hasta qué apareciste- se cruzó de brazos y me miró de pies a cabezas- ¿en donde estabas Sabrina Cameron?.

-ehs.. yo... mamá puedo explicarlo.

𝐂𝐚𝐢 𝐀𝐧𝐭𝐞 𝐓𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora