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Alex•

Y aquí estoy.
Sentada frente al escritorio de Zelda, esperando que la excéntrica mujer se aparezca por fin como se lo solicité por anticipado.
La verdad es que después del lío por haber llegado tarde, ni siquiera me apeteció volver a verla en el resto del día para no recibir más sermones o miradas de desaprobación, pero no puedo dejar pasar más tiempo, así que solo me permití pasar un día para enfrentarla al fin.
Estoy a punto de levantarme y largarme de aquí, cuando la puerta se abre y entra ella enfundada en un vestido de flores coloridas y su usual bata blanca con bordados que parecen de pediatría.
Tiene una sonrisa idiota en el rostro, seguramente por haberme hecho esperar tanto.

*Zelda: -Buenos días, Al...- saluda dándole un sorbo a su vaso de café excesivamente caro.

*Alex: -Buenos días...-

*Zelda: -¿A qué debo el honor de tu visita?- canturrea y acomoda algunos papeles en su escritorio.

*Alex: -Bien, quería entregarte en tus propias manos la relación de internos y sus avances, así como las últimas evaluaciones que tuvieron y bajo mando de quien está cada uno de ellos.- Le digo con satisfacción dejando caer una carpeta en sus manos. -Como puedes ver, todo está actualizado y en orden. Ésta mañana te he enviado todo a tu correo electrónico también.- suspiro con fuerza. -Ya no voy a encargarme de los internos. Ese es trabajo de Larry Bloom.- El rostro de Zelda se crispa, es obvio que no esperaba nada de ésto.
A pesar de lo que yo estaba esperando, que no eran buenos pronósticos, ella sonríe, pero no sé descifrar la manera en que lo hace. Sus ojos están fijos en los míos y no pienso desviar la mirada.

*Zelda: -¿Así que te sobrepasó el trabajo, eh? Creí que eras más buena que ésto

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*Zelda: -¿Así que te sobrepasó el trabajo, eh? Creí que eras más buena que ésto...- se burla haciendo a un lado la carpeta que acabo de entregarle.

*Alex: -Puedes pensar lo que te de la gana, pero mientras mi gafete no diga "Directora General" o "Jefa de internos", no pienso seguir haciendo trabajo que no me corresponde solo por salvar éste lugar.- Mi voz sale con un enorme aire de suficiencia y me siento orgullosa de mí misma.

*Zelda: -Quizá podríamos trabajar juntas, puedo quitarle ese título a Larry... Seguro que no le importará...-

*Alex: -No. Yo lo único que quiero es estar lo más lejos de tí que me sea posible y cumplir con lo que me toca, nada más.-

*Zelda: -¿Sabes? Siempre me ha vuelto loca tu obstinación...- se ríe ahora con coquetería, ¿es que ésta mujer está loca? -Eres necia y no escuchas a nadie cuando has tomado una decisión...-

*Alex: -Ahí lo tienes... Deja de perder tu tiempo y no trates de convencerme de nada. Los papeles están en orden.- Me levanto de la silla pretendiendo por fin largarme de aquí, pero ella no cede.

*Zelda: -Vamos Alex, sé que al menos guardas algo de cariño por mí... ¿Es que no puedes hacerme al menos éste favor?-

*Alex: -No.- digo con firmeza. -Si me permites, tengo algunas rondas que hacer.-

CONDENADAS A ESTAR JUNTAS 2: PARA SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora