⭐Trouble - Cap. extra

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•Piper•

He pasado muchos momentos sola en la habitación, y ahora es precisamente uno de esos.
Cuando estoy aquí, tanto Diane o mamá se abstienen de venir a hacerme plática o cualquier otra cosa, y el motivo por el que estoy aquí es porque no quiero mantener buena cara cuando mi mente está solamente pensando en lo fácil que fue perder la comodidad y lo difícil que está siendo llegar a un acuerdo o a conversarlo con Alex.
Jamás dejamos de ser cariñosas una con la otra, pero esa pared invisible sigue estando ahí.

Es casi la 1am, y ella aún no ha llegado, ni yo he podido dormir. Acomodo mi almohada para incorporarme un poco, y comienzo a hojear uno de los libros de ella que curiosamente está fuera de sus estantes.
Siempre es tan ordenada, que es incluso raro que este libro se encuentre fuera de su lugar.
Supongo que debe haber estado leyendolo, aunque no me he dado cuenta de en qué momento. Quizá cuando yo me encuentro dormida.

La verdad es que Alex tiene un paraíso de libros en el departamento, todos los títulos parecen interesantes, pero ésta vez se ha decidido por un compendio de poemas. Nunca me había pasado por la mente que ella fuera una chica de poesía, pero supongo que nunca deja de sorprenderme.
Entre las hojas de aquel libro, hay una que tiene un papelito separando, automáticamente me llama la atención.
Con cuidado tomo el pequeño trozo de papel entre mis dedos y lo aparto de ahí para ver el título del poema.

"Corazón coraza - Mario Benedetti", se lee entre un círculo hecho a lápiz.
Acaricio el borde de la hoja que se ve un poco más gastado que el resto del libro, seguramente porque lo ha estado leyendo más de una vez.
Llevo mi vista hacia el comienzo del poema e inmediatamente me siento absorbida por cada párrafo.

"Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no."

Al terminar de leerlo lo repaso un par de veces más y de pronto una lágrima traicionera cae sobre la página empapando un poco el texto.
Después de es lágrima viene un mar más y es imposible contenerlas.
¿Es que así se siente ella en cuanto a mí?
El solo imaginarme a una Alex leyendo el poema y derramando lágrimas me hace estremecer. No puedo ni quiero pensar en eso.
Acaricio el papel que funge como separador y lo abro, está vacío.
Solamente mi nombre figura en el borde superior de la hoja, garabateado con la letra de Alex.
Quizá pensaba escribirme el poema, o escribir algo de ese tipo para mí, y moriría porque lo hubiera hecho.

Doblo el pequeño papel y lo acomodo en su lugar cerrando el libro y colocándolo también en dónde lo encontré.
Me recuesto observando al techo mientras pienso en el asunto, y parece que el tiempo se va volando puesto que la perilla de la puerta se abre, y una Alex cabizbaja se asoma con el cabello negro revuelto.
No dice nada, seguramente advierte mis lágrimas y solo me observa. Yo tampoco soy capaz de esbozar ni un solo comentario, pero extiendo mis brazos para hacerla venir hacia mí y no duda en hacerlo.
Se deshace de su chaqueta y se sube a la cama a mi lado, la envuelvo en mis brazos sintiendo como se acurruca en mí de forma automática.
No sé cuánto rato pasamos así, pero sé que ella es consciente de que algo no anda bien, pero me está dejando a mí el comienzo de ésta charla.

CONDENADAS A ESTAR JUNTAS 2: PARA SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora