CONDENADAS A ESTAR JUNTAS 2: PARA SIEMPRE

24 - Chasing cars

•Piper•

A penas aparco frente al bar en el que Alex me dijo que estaba con Nicky, presiento que las cosas van mal.
Parece que se ha quedado congelada a la mitad de la acera, así que me bajo para ver qué sucede, y noto su mirada perdida.

*Piper: -¿Alex?- Agito mis manos en su rostro pero ella no responde. La tomo por los hombros y la sacudo con suavidad. -¿Al?- Hasta entonces parece que me mira.

*Alex: -Estás aquí...- Suspira. -Fahri, amor... Tengo que verlo.-

*Piper: -¿Qué sucede?- Escuchar aquel nombre otra vez por supuesto que no me alegra, pero debido a su estado no voy a hacer una escena.

*Alex: -No lo sé, pero debo ir por él...-

*Piper: -¿A dónde? Alex, tienes que decirme qué está sucediendo...-

*Alex: -Está en una clínica, a las afueras de la ciudad...- Me mira con los ojos llenos de súplica. -Debo ir por él...-

*Piper: -¿Por qué está ahí? Alex, quizá sea peligroso...-

*Alex: -Él no tiene a nadie, por eso me han llamado porque alguien debe ir a recogerlo...-

*Piper: -¿Qué hay de su padre? El doctor Balik, ¿no? Ese hombre que me presentaste alguna vez en aquella gala... ¿Por qué no lo llamas?-

*Alex: -Fahri no quiere que lo sepa, además Kubra no está tan contento con su vida como para omitir un sermón dado lo mal que está mi amigo...-

*Piper: -No creo que sea buena idea ir hasta allá...- Tomo su mano pero ella en seguida la retira.

*Alex: -Entiendo que no quieras ir conmigo, solo... Llévame a casa para recoger mi auto, llamaré a Nicky para que me acompañe...-

*Piper: -Esa no es la cuestión, Alex... Yo no quiero que te expongas así...-

*Alex: -Por favor, Pipes... Es mi amigo, deja de ser razonable y entiéndeme...- Las lágrimas de desesperación salen de sus ojos que suplican.

*Piper: -Iré contigo...- Suspiro. Por supuesto que no puedo dejarla ir sola, y entiendo que es momento de hacer a un lado mis diferencias con ese tipo. Si hago esto es por Alex, por nadie más.

*Alex: -¿Hablas en serio?- Se acerca un poco más a mí, y aprovecho para limpiar las lágrimas de sus mejillas.

*Piper: -Haría cualquier cosa por tí.- Me abraza con fuerza y susurra algo que no alcanzo a entender.

El camino en el auto es silencioso, Alex solamente observa por la ventanilla mientras el único sonido en el ambiente es el del GPS que me guía mientras conduzco por la autopista.
Ésta área de la ciudad luce bastante peligrosa y solitaria, sin contar que es de noche y somos un par de mujeres que no conocen el lugar.
Estoy muy nerviosa, tanto que mis manos sudan aferradas al volante y mis ojos están alertas a mi alrededor.
«Ha llegado a su destino. El lugar está del lado derecho.» Dice la voz de la mujer del GPS, haciéndome detener.

El hospital es mucho más pequeño que en el que ahora estamos Alex y yo, y aunque tiene un aspecto decente, siento como si alguien tomara mis entrañas y las estrujara solo de ver aquel inmueble.
Bajamos del auto con prisa, y no puedo evitar aferrarme a la mano de Alex que camina a paso decidido hasta el interior.
Una enfermera en recepción nos atiende y cuando Alex le dice por qué estamos aquí, ella parece palidecer. Nos indica que debemos aguardar en la sala de espera y entra por una pequeña puerta.
Ambas estamos muy nerviosas, y ni siquiera nos atrevemos a hablar. Mi prometida acaricia mis dedos con ansias y yo solo observo su estado de ánimo tan alterado. Ni siquiera sé qué le ha pasado a su amigo.
De pronto ella se pone de pie sin previo aviso y cuando volteo hacia el pasillo, veo que traen a Fahri en una silla de ruedas.
A mi parecer está bastante consciente, e incluso aparece sonriendo y yo no sé cuál es la gracia de vernos aquí.