Capítulo 9 • Recuerdos

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— JongHoon, olvidaste tu cuaderno de álgebra. 

El muchacho pelinegro giró hacia la persona que le había hablado. Su sonrojo no se hizo esperar y extendió las manos con nerviosismo para tomar el cuaderno de las manos ajenas. 

— Muchas gracias, Siwon. 

El mencionado le dedicó una amable sonrisa, pareció intentar decir algo más, pero terminó haciendo una reverencia y dejando sólo a JongHoon. 

— Yo creo que le gustas a Choi. —Escuchó a sus espaldas. Donghae le sonreía divertido, bailando las cejas de forma burlona. JongHoon negó rápidamente. 

— Estás loco. Él es un chico rico y mimado. 

— No te hagas, a todo humano en su sano juicio le parecería atractivo ese hombre. 

— Deberías ser tu quien se lo ligue. 

— Yo tengo a Hyuk. — Se defendió el contrario con tono divertido. Jong lo miró y arqueó las cejas. 

— ¿Hyukjae no está en el clóset? 

— No cuando estamos solos. 

JongHoon se volvió a sonrojar. No podía creer lo que había oído. Donghae suspiró y se abrazó a sus libros. 

— ¿Ya lo hiciste? — Preguntó el pelinegro con los ojos como platos. 

Donghae parecía tan… Tierno e inocente. 

— Qué preguntas… ¡Claro que sí! Todos lo hemos hecho. ¿Tu no? 

JongHoon negó. Por supuesto que no. No lo haría, ni siquiera se sentía en edad de dar ese paso. Sólo tenía quince, y además… ¿Con quién iba a hacerlo? Era el patito feo de la clase.

— No quiero que sea con cualquiera. 

Y eso era totalmente cierto. JongHoon no iba a dar ese paso con cualquiera que se le atravesara. Lejos de las enseñanzas religiosas y los modales en casa, también tenía sus propios principios, y no los iba a olvidar por entrar en el grupo de los "sexualmente activos". 

Donghae le sonrió y pasó un brazo sobre sus hombros para caminar juntos hacia su próxima clase. 

— En eso tienes razón. Por eso eres encantador, Jong. Tienes los pies bien puestos en la tierra. 

— ¡Quítate raro!  — Gritó un sujeto mientras pasaba de largo, empujando a JongHoon con el hombro. 

El pelinegro resopló con frustración y coraje. Donghae lo abrazó de manera dulce.

— Idiota... No le hagas caso JongHoon, ser serio no significa que no seas un amor de chico. 

Jong le sonrió de vuelta a su amigo y caminaron juntos por el pasillo. 

"Estaba ahí… llegó a mi mente la persona que me tomó del hombro cuando nos vendieron… Probablemente era  él. Probablemente quería pedirme ayuda y no lo escuché. " 

— Donghae… Donghae…— Lo llamó mientras el chico respiraba irregularmente. La sangre de sus heridas aún se esparcía por el suelo, entre los dedos de un JongHoon aterrorizado por el estado de su amigo. — ¡Dios santo! ¿Hae, qué te hicieron? 

Donghae lo miró, sus ojos oscuros, casi opacos se centraron en JongHoon. En la vívida imagen de un mártir.

— JongHoon… — Susurró apenas. Las lágrimas de Jong cayeron en señal de su desesperación. Donghae… ¿Cómo había acabado así? 

— Sí, soy yo. — Respondió acariciando el único tramo de su mejilla donde no existía rastro de la tortura a la que lo habían sometido hasta la desfiguración. JongHoon sentía tanta impotencia, tanto coraje y tristeza...

Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora